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Cuando no todo sale como se planea: Ascenso al Ranrapalca

El Ranrapalca, cumbre que no estaba en nuestro itinerario de viaje, es un llamativo destino, como muchas de las altas cumbres de la Cordillera Blanca. Quedamos cautivados por ella la primera vez que la vimos, en 2010, cuando la observábamos desde la cumbre del nevado Ishinca. En ese entonces nos parecía un inalcanzable sueño.

Nuestro encuentro con esta montaña comienza el día 24 de julio de 2012. Son las 06:00 y la cordada Guarén y Perseverantes, o sea Maximiliano, Erasmo, Carlos Espinoza y Carlos Bravo, junto a nuestro amigo norteamericano Adam, salen rumbo al poblado de Cochapampa. Desde ahí nos acercamos a la laguna Ishinca y, luego de dos horas de caminata con nuestras mochilas, logramos hacer nuestros campamentos. Erasmo y Maximiliano se quedaron en el Col del Ranrapalca, a 5.200 msnm,  mientras que los dos Carlos nos instalamos frente a la pared norte (ambas rutas D+ en el grado alpino, o sea más que difíciles). Así, a las 19:00 las cordadas se disponían a dormir, para descansar y tener energías para la cumbre.

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A las 00:15 del día 25 suena el despertador para nosotros. Evaluando las condiciones de la ruta, que no eran las óptimas, decidimos  intentar la Ruta Normal, para trabajar en  equipo las tres cordadas; Carlos Bravo se adelanta, mientras Carlos Espinoza se prepara para seguirle, porque entre ambos campamentos hay unos 30 o 40 minutos.

Estoy alcanzando el campamento y veo a Erasmo saliendo junto a nuestro amigo gringo. Me acerco a la carpa y me encuentro con Maximiliano: me dice que no se siente bien y no saldrá a la cumbre, así que entro a la carpa y espero a Carlos Espinoza.  Pasan los minutos y no aparece; me preocupo y salgo a mirarlo en la oscuridad y compruebo que su linterna va en dirección  de retorno a nuestra carpa. ¿Qué le habrá pasado?, ¡estoy sin cordada! Me devuelvo a mi carpa (otros 30 minutos.), llego y mi compañero me dice tampoco se siente bien así, ahora sí no tengo con quien salir.

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Camino nuevamente a la carpa de Maximiliano y le informo lo que pasa, ya es tarde, son las 03:45, así que me resigno y me acuesto. En la mañana, ya más tranquilo, decido que me quedaré a intentar la ruta; bajo nuevamente a buscar equipo y le aviso a Carlos Espinoza, para que se tome el acercamiento con calma. Mientras tanto esperamos con expectación a Erasmo, quien a las 11:30 aparece agotado, pero contento de decirnos que hizo cumbre junto a los americanos, su primer cumbre sobre los 6.000.

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26 de julio: Pocos minutos después de medianoche ya estamos los 3 caminando; no tomamos desayuno y tenemos sueño, pero el tiempo nos acompaña con una noche sin viento. La ruta se interna en la pared sin mayores complicaciones, y logramos desplazarnos sin cuerda hasta llegar a una primera pared de hielo; encordados, logramos sortear este obstáculo sin problemas. Seguimos por el centro del gran nevero hasta la rimaya, aquí Carlos Espinoza decide devolverse: un resfrío lo traía muy congestionado y, tranquilamente, vemos su linterna alejarse en el camino de regreso a la carpa.

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Maximiliano va sin problemas y yo otra vez siento dolor de oído; decidimos continuar con Max, pasando por la izquierda la rimaya. Comenzamos a ganar altura para dar con una entrada en mixto, que te saca de la pared. Así, amaneciendo, realizamos el único largo de 60 metros de roca y hielo; salimos de la pared y el viento comienza a golpearnos fuertemente. El frío se hace presente y aún nos falta la arista de unos 200 metros que conduce a la cima.

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Después de un buen esfuerzo, y a eso de las 07:00, estamos en la pequeña cumbre del Ranrapalca, a 6.162 msnm. Hace bastante tiempo que como cordada no hacíamos cumbre, así que se puede decir que volvimos a las canchas y funcionamos con fluidez. Tenemos pocos minutos para las fotos de cumbre; el frío era intenso y comenzamos el descenso por 6 rappel; hubo 3 que no encontramos, así que tuvimos que improvisar, dejando equipo abandonado.

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Junto al calor, cerca de las 10:00, llegamos al campamento. Retornar a Huaraz no tomó 6 horas de caminata,  sin mulas, y llegamos a las 18:00 al taxi, con las piernas como lana, intentando asimilar lo logrado.

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Equipo utilizado

2 cuerdas de 8.3 mm de 60 mts,

3 estacas, 3 camalots (pequeños),

5 stoopers,

Equipo de escalada personal

6 mts de Corodin