El Ranrapalca, cumbre que no estaba en nuestro itinerario de viaje, es un llamativo destino, como muchas de las altas cumbres de la Cordillera Blanca. Quedamos cautivados por ella la primera vez que la vimos, en 2010, cuando la observábamos desde la cumbre del nevado Ishinca. En ese entonces nos parecía un inalcanzable sueño. Continue reading