Durante la tercera semana de marzo se llevó a cabo la segunda versión del Trail Adventure Torres del Paine, evento en categorías de 12, 25, 50 y 90K que reunió a más de 250 corredores. Aquí mostramos no solo el evento, sino que también el ambiente salvaje de la Patagonia, que envolvió este evento con una paisaje lleno de vida.
Texto y Fotos: Francisco Ibarra
Una pareja de guanacos desplazándose hacia el camping de Cerón. Un grupo grande estaba en medio del camino y al acercarse empezaron a moverse. Un puma había atacado a uno de ellos en el cuello, pero el guanaco me pidió no salir en la foto, por lo sangriento de la herida. Estar tan cerca de ellos me hace pensar en la cercanía del elemento salvaje en Torres del Paine.
Un corredor de los 21 K a punto de girar para volver a la meta; en este arroyo, uno de los muchos cursos de agua que cruzaban los senderos, los corredores paraban para refrescarse, en uno de los pocos momentos en que se acercaba el sol.
Eduardo Arroyo subiendo el mirador del Puma, en un tramo de 1 km vertical de los 90K. Cerca de las 6 de la mañana largo esta categoría, donde solo 6 valientes dieron la pelea.
Un pequeño ejemplar de chuncho, de 15 cms de alto, descansa entre el follaje de la vegetación que rodea el camino a la base de Las Torres. Estaba a un par de metros solamente, y con tranquilidad posó para mi lente.
Aunque la competencia no pasaba por esta orilla, en esta imagen del lago Grey se alcanza a ver destacado por la luz los cerros por donde iba el sendero, bajo la sombra de los cuernos del Paine.
Un zorro culpeo aguza la vista en el rocoso terreno que rodea la laguna del mirador Base de las Torres. Estaba una familia completa en una cueva, protegiéndose del viento, y los sorprendimos en su siesta grupal. Con toda calma se fueron moviendo buscando un espacio más tranquilo para descansar.