Álvaro Silberstein logró completar el circuito W del Parque Torres del Paine, acompañado por 10 acompañantes en una silla de ruedas hecha especialmente para trekking. Gracias al aporte de empresas privadas y al apoyo de The North Face, el logro del ingeniero podrá ser replicado, pues la silla que utilizó será ahora administrada por la Asociación de Hoteles y Servicios de Turismo de Torres del Paine para que más gente con discapacidad pueda recorrer el parque.
Texto y fotos: Wheel The World.
Sólo el 31% de parques nacionales chilenos cuenta con algún elemento de accesibilidad para personas con discapacidad. Una realidad que para los 2,8 millones de personas con problemas para desplazarse ha significado no poder cumplir el sueño de alcanzar hitos naturales inigualables que ofrece nuestro país.
Por eso, la iniciativa de Álvaro Silberstein bautizada como Wheel The World y el apoyo de The North Face -quienes entregaron la indumentaria necesaria para la expedición- marcó un hito y un primer gran paso para lograr la inclusión de personas con discapacidad en los circuitos y trekkings nacionales. El ingeniero se las arregló para conseguir el aporte de 11 mil dólares para financiar el viaje hacia 3 puntos íconos del Parque Torres del Paine como lo son el Mirador Base, los Cuernos y el Glaciar Grey.
El viaje duró 7 días -5 días en el parque- y lo acompañaron 10 amigos del colegio, que lo ayudaron a trasladarse en la silla especialmente diseñada para trekking llamada Joelette, la cual fue confeccionada en Francia para personas con discapacidad y que tuvo un costo aproximado de 8 mil dólares.
“La experiencia fue increíble para mí, mis amigos y las personas con las cuales interactuamos en el parque. Esta fue la primera de muchas expediciones que queremos hacer. La idea es identificar y promover actividades outdoor en lugares turísticos del país, y así hacerlos inclusivos y que todos puedan disfrutar de ellos”, narró Silberstein, quien sufrió un accidente automovilístico a los 18 años, que los dejó con cuadriplejia.
El viaje y la donación de Wheel The World ya está dando frutos. La nueva silla adaptada la usará una familia el 14 de enero para recorrer el parque junto a un niño con parálisis cerebral. “La invitación está para que otras personas con discapacidad disfruten de la octava maravilla del mundo. Es una aventura totalmente factible. En nuestro equipo no había ningún experto en trekking y lo pasamos espectacular”, agrega Silberstein.