En su vida diaria, Álvaro Reyes, combina las labores de ser papá, profesor de educación física, leyenda del canotaje y uno de los mejores representantes chilenos en carreras de aventura. En esta entrevista nos cuenta su visión como competidor en esta hermosa y exigente disciplina que combina rendimiento deportivo y conocimiento de la naturaleza.
¿Cómo te iniciaste en el deporte y en las carreras de aventura?
Me inicié en el deporte del canotaje, específicamente en kayak de aguas quietas, donde por cerca de 12 años competí y tuve la oportunidad de representar al país en eventos sudamericanos, panamericano y mundiales.
En las carreras de aventura comencé a participar el año 2003, motivado por el conocimiento que uno podía obtener de los programas televisivos de los Ecochallenger, y el deseo de poder participar en el ya mítico Desafío de los Volcanes, carrera de aventura que se desarrolló durante casi una década entre territorio chileno y argentino cubriendo distancias de más de 500 Km. la cual tuve la oportunidad de correr en su última versión el año 2007.
¿Qué significa para ti la práctica de este deporte tan multifacético?
Significa una verdadera aventura, pues recorrer bosques, cerros, dunas, lagos o mar, orientándonos a través de un mapa o brújula, me hace sentir como un explorador, abriendo rutas y caminos en búsqueda de los puntos de control.
¿Cuál es el aspecto de esta disciplina que más te motiva?
El aspecto que más motiva es el trabajo en equipo. En una carrera cada corredor pasa por distintos estados tanto físicos como mentales, por ello solo una buena comunicación y un permanente apoyo permitirán sobreponerse como grupo, a los obstáculos naturales y a los problemas físicos que puedan presentarse. Para mí es muy importante no olvidar que un equipo será tan fuerte como el más débil de sus integrantes… esta frase resume la importancia del trabajo en equipo, pues si no soy capaz de ayudar o que me ayuden, mis posibilidades de éxito disminuyen, esto se hace muy evidente en carreras de más de 24 horas.
¿Cómo entrenas?
Actualmente entreno casi todos los días mezclando trote, dos a tres veces por semana, bicicleta 2 a 4 veces por semana, gimnasio tres veces por semana y cada vez que se pueda reemplazando el trote por una ascensión al Alto del Naranjo (camino al cerro provincia).
¿Cómo es tu alimentación enfocada al rendimiento deportivo?
La verdad no hago nada especial respecto de la alimentación, sólo intento comer equilibrado entre masas y proteínas.
¿Cuáles son las mayores dificultades a las que te enfrentas como deportista?
La mayor dificultad pasa por la compatibilización de horarios, pues la mayor parte del día nos debemos a nuestros trabajos por lo que se hace relevante manejar bien los tiempos con la familia.
¿Te desmotivas algunas veces? ¿Cómo lo haces para recuperar el rumbo?
Uno pasa por etapas de poca motivación, no obstante, para no sufrir en una carrera por problemas físicos es necesario hacer el esfuerzo y entrenar. En mi caso busco la motivación en los recuerdos de las sensaciones de carrera, pues si bien uno siempre se cansa, cuando se está entrenado se puede disfrutar de la carrera, no así cuando uno no está entrenado, pues en ese momento por lo general es solo sufrimiento.
¿Cuál ha sido el momento más crítico o peligroso que has pasado en una competencia? ¿Cómo lo superaste?
Las carreras están llenas de momentos críticos, especialmente en las decisiones de navegación, en este sentido, si uno se equivoca, lo importante es mantener la tranquilidad y a veces volver a un punto conocido para volver a orientarse.
Respecto de situaciones de peligro, afortunadamente son pocas… el año 2010 cruzando un río con bicicleta al hombro, Jaime, integrante de nuestro equipo, resbaló y se lo comenzó a llevar la corriente. Gracias a que la organización había determinado que el cruce debía ser con cuerda de seguridad, quedó enganchado y junto al PC nos metimos al agua para socorrerlo.
Ahora bien, si partimos de la base de que el peligro tiene algo de subjetividad, aunque uno se vea enfrentado a distintas situaciones exigentes, por lo general uno las toma como desafíos o experiencias distintas. Por ejemplo, una vez en Argentina, a 4 mil metros de altura, una ráfaga de viento nos levantó e hizo volar un par de metros -una situación de peligro real-, pero que en el instante sólo nos causó algo de gracia y seguimos avanzando.
¿Cuáles son tus planes como deportista para el futuro cercano?
Durante 2017, espero poder estar en las cuatro fechas del Columbia Challenge y del Ecoseries.
¿Y a largo plazo?
La verdad, no me planteo mucho el largo plazo, porque la vida deportiva, sí o sí, trae consigo algunas lesiones que uno debe evaluar en el momento para saber hasta cuándo uno podrá disfrutar del deporte.
En cuanto a los deportistas ¿cómo ves el desarrollo de las carreras de aventura a nivel nacional?
Con el paso de los años han aparecido extraordinarios corredores de aventura, lamentablemente dado que no somos tantos los que nos motivamos por experiencias de este tipo, el desarrollo a nivel nacional es bajo y mi sensación es que no aumentará mucho.
¿Y en relación a los eventos?
Los eventos siempre han sido buenos, en ese sentido los organizadores conocen muy bien su trabajo y los eventos son de calidad, especialmente en lo más importante que es poner los puntos de control.
¿Cuáles serían tus consejos para alguien que quiere iniciarse en esta disciplina?
Quizás el único consejo que puedo dar es el de atreverse… si bien las carreras de aventura pueden ser duras físicamente, no son un imposible. De hecho, la intensidad de esfuerzo es menor que en otros deportes, lo que sumado a una buena lectura de mapa, puede hacer que todos tengan una opción real de estar en lo más alto del podio.