La disminución paulatina de la presión atmosférica a medida que se sube a las alturas se manifiesta también en una disminución del oxígeno que respiramos. Esto se nota en las primeras horas o días de visita y se manifiesta en general con falta de ánimo, dolores suaves de cabeza y falta de apetito, y en algunos casos con dificultades al dormir. A esto hay que sumarle el que disminuye también la humedad del aire, lo que influye notoriamente en la pérdida de agua del organismo y una eventual deshidratación. Es muy importante tomar en cuenta algunos consejos generales antes de emprender estas caminatas y excursiones, ya sea en condiciones de verano o de invierno.