Dos inspiradoras jornadas de restauración de bosque nativo se desarrollaron en las comunas de Cañete y Contulmo, en la cordillera de Nahuelbuta, en el contexto de la celebración del We Tripantu.
Alrededor de 2.500 plantas de canelo, notro, hualle y araucaria, entre otras especies nativas, fueron plantadas en la Escuela Huallapén Alto y en terrenos de colonos del Valle de Elicura. Niños, voluntarios y representantes de diversas organizaciones del territorio y organismos públicos fueron parte de esta actividad, organizada por el proyecto «Desarrollo de alianzas para la gestión de la restauración de bosques a escala de paisaje en Nahuelbuta», financiado por la Unión Europea (UE) y ejecutado por el Gobierno Regional del Biobío, con la Asociación de Municipalidades de dicha región, Fundación Nahuelbuta y WWF Chile, como co-solicitantes.
“este proyecto está liderando y entregando luces de hacia dónde ir como país para enfrentar el cambio climático, cómo construir la resiliencia frente a eventos climáticos traumáticos y cómo enfrentar el tsunami forestal que ocurrió y que fue totalmente desregulado”, explicó Bernardo Reyes, presidente de la Fundación Nahuelbuta.
En esta línea, el proyecto que se comienza a implementar en la zona busca generar alianzas entre Gobierno, privados y sociedad civil, con una mirada social, ambiental y cultural. Esto, con el objetivo de convertir a Nahuelbuta en un paisaje prioritario para la restauración en Chile, lo que cobra gran importancia también en el actual contexto de cambio climático y con miras a la COP25 que se realizará en Chile en diciembre.
“Existe un gran capital humano por parte de las diferentes organizaciones, hay un conocimiento tradicional, hay capacidades técnicas, infraestructura que se está construyendo, así como disponibilidad de fondos financieros, por tanto, la idea es lograr que todo esto confluya y motive mayor ambición respecto a la restauración en Nahuelbuta”, comentó Carlos Vergara, encargado forestal de WWF Chile, subrayando la necesidad de aumentar los compromisos de restauración asumidos por el sector privado. En específico, existen cerca de 2.700 hectáreas comprometidas en Nahuelbuta, las que se espera puedan sobrepasar las 5.000 ha.
“Se inicia un ciclo nuevo de la naturaleza y la tierra empieza entregando todo su newen o energía. Este es tiempo de plantar, de podar, de prepararse para este nuevo ciclo con todos los seres que están en el territorio. Es importante comenzar este proceso participando en esta restauración, que pienso que es como restaurar la vida que tenían los bosques antiguos, la biodiversidad, el itrofill mongen o la vida de todo”
“Esta es una buena oportunidad para hacer las cosas bien y recuperar bosques nativos que se han perdido en Chile, a través de estas alianzas, aplicando conocimientos técnicos en donde Conaf puede aportar”,
“Este es un trabajo colectivo, no hay nadie que sea indispensable, pero son todos necesarios. El trabajo que tenemos por delante es contra el tiempo y necesitamos la mayor cantidad de manos posibles. Tenemos que ser capaces de levantar la voz y hacer entender al Estado de Chile que necesitamos un cambio de modelo de desarrollo forestal, porque el modelo chileno está caduco y no es compatible con la realidad actual”, puntualiza Pedro Peña, miembro de Fundación Nahuelbuta y activo defensor local del patrimonio natural.
La acción colaborativa de distintas organizaciones permitió el desarrollo de esta actividad, que será replicada a mayor escala durante la próxima temporada, ya que constituye una necesidad urgente frente a las demandas de los habitantes de este paisaje.
WWF Chile