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El recorrido de los incas

Los incas fueron una raza de aventureros que se atrevieron a abrir caminos por todo su imperio. ¿Te imaginas recorrer todo el Perú como ellos, a pie? No es una hazaña imposible siguiendo la ruta del Qhapaq Ñan o Camino Inca, que llega hasta Machu Picchu y es una de las más valoradas por los aventureros modernos.

El Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino, fue la columna vertebral del poder político y económico del Tawantinsuyo (Estado Inca). Esta red de caminos de más de 30.000 km de largo, conectaba varios centros de producción administrativos y ceremoniales, construidos en más de 2000 años de cultura andina pre-inca, cubriendo una extensa área geográfica, desde el centro oeste de Argentina y Chile hasta el sur occidente de Colombia. 

La red caminera que atravesaba la cordillera de Los Andes ha sido utilizada en diferentes momentos de su historia para el traslado de pueblos, de ejércitos de más de 40.000 personas, así como el tránsito de caravanas de llamas para el transporte de mercancías y materias primas. Además de la distancia recorrida por esa extensa red de caminos y de la magnitud de su infraestructura, su construcción se dio para vincular las tierras bajas cálidas desiertas del Pacífico con las húmedas de la Amazonía, y con las zonas medias y el frío altiplano andino atravesado por los elevados pasos de montaña, algunos a más de 6600 metros, transportando productos como minerales y alimentos. 

Los incas articularon el Tawantinsuyo a través de una red caminera en una escala continental; sus caminos son una expresión invaluable del espíritu de organización y planificación de la mano de obra disponible y constituyó un instrumento clave en la unificación de un modelo social, político y económico, física y organizacionalmente. Lograron la articulación y construcción de esta infraestructura con un carácter heredado de los grupos anteriores en menos de 150 años, haciéndolo coherente funcionalmente y estableciendo centros adicionales de comercio, intercambio, producción y culto, adaptando los sectores de producción a la topografía y el clima en cada piso ecológico que se encuentra a lo largo del camino. 

Otros caminos para recorrer y conocer el verdadero latido del Perú son los que llevan a las montañas de Ausangate, Salkantay o a Choquequirao en Cusco; y en Áncash, un sendero imperdible es el de Huayhuash, en plena Cordillera Blanca.

Hay caminatas para cada paso, ritmo y gusto, pero todas, en el Perú, invitan al desafío y prometen aventuras que se quedan en la memoria para siempre.