Llegó a Chile por trabajo en 1997 y desde el momento que aterrizó ha fotografiado este maravilloso país. Su trabajo como ingeniero en el observatorio astronómico Paranal, en el desierto de Atacama le ha permitido ser testigo de postales maravillosas que nos muestra en este portafolio.
Por Gerhard Hüdepohl
Nací enAlemania, en 1957 y desde muy joven me fasciné por la naturaleza y la fotografía; comencé con una cámara reflex Praktica FX3, que era completamente mecánica, que heredé de mi padre. Pronto empecé a fotografiar todo, entre plantas, insectos, la luna y después los paisajes de Europa, Asia, Australia y otros lugares. Hasta que llegué a Chile por trabajo en 1997, a la ciudad de Antofagasta. Y es aquí donde la diversidad de paisaje me capturó definitivamente.
He fotografiado este maravilloso país desde hace 16 años, ya que también mi trabajo como ingeniero en el observatorio astronómico Paranal, en el desierto de Atacama, me ha brindado la oportunidad de vivir cerca y fotografiar esta región, así como muchas otras a lo largo del país, hasta la Antártica. Los lugares inexplorados y donde el ser humano aún no ha dejado muchos rastros son los que más me atraen. Por ejemplo la Isla Madre de Dios, donde fui hace un año con la primera expedición chilena de la Sociedad Chilena de Exploración y el Club Alemán Andino (DAV). Tuve la suerte de ser invitado especialmente para el registro fotográfico de este lugar desconocido y, al mismo tiempo, estar con un grupo de inquietos personajes movidos por una misma sed de explorar la naturaleza.
Otro de mis pasatiempos es volar, primero lo hice en alas delta y ultralivianos cuando vivía en Australia y luego saqué licencia de piloto privado mientras vivía en Antofagasta, lo cual me dio oportunidad de conocer y fotografiar el desierto y otros lugares desde una perspectiva distinta.
La fotografía es parte de mi vida, a la cual le dedico mucho de mi tiempo libre, y siento una especial satisfacción cuando veo mis fotos publicadas en libros, revistas, calendarios o exhibiciones en museos chilenos. Mi trabajo se puede ver en mi web, donde publico una selección representativa de mis fotos y próximamente también en un libro de fotografía “Atacama”, que hice en conjunto con un amigo, el cual nos tomó dos años de preparación.