Expedición en Kayak al Glaciar Jorge Montt

La Carretera Austral termina en Tortel y una aventura que tienta a muchos es la posibilidad de remar entre los témpanos del Jorge Montt. Tres experimentados amigos navegantes salieron al encuentro de los hielos, a la aventura, dispuestos a enfrentar sin apoyo todo lo que la Patagonia ofrece en sus canales.

Texto y Fotos: Exequiel Lira

2 de febrero de 2015. Después de dos días y medio de viaje llegamos finalmente a nuestro destino y lo primero que hicimos fue visitar el centro de información turística de Caleta Tortel, donde nos dieron muy buena información de dónde comenzar, ya que desde el mismo pueblo es muy complicado: no hay camino de auto que llegue al mar, sino que tendríamos que cargar todos los equipos bajando unas 300 escaleras… El consejo era comenzar desde el aeródromo que da al río Baker y que se encuentra a unos 2 km al norte del pueblo. Luego de recibir toda esta información, el compadre del turismo nos dice con una voz un tanto apagada “y ahora deberían ir donde los marinos para que les autorice el zarpe”. Tema que no era nada de trivial, ya que muchas expediciones que han estado por la zona no las han dejado salir por no cumplir o no tener los elementos necesarios de seguridad. Pero nosotros estuvimos 4 meses preparando la aventura, por lo tanto nos miramos, como preguntándonos si teníamos todo y automáticamente los tres dijimos, ¡vamos!

Checklist

Es así como conocimos a Henry Oñate Salcedo, Capitán de Puerto Baker quien nos recibió en su oficina y seriamente nos hizo varias preguntas: ¿Quiénes son los integrantes? “Los integrantes son José Montt Strabucchi (el Pepinot), de 27 años, quien es experto en navegación ya que ha recorrido todos los canales de Chiloé, vivió ahí hasta los 18 años. Es ingeniero comercial y se dedica a la venta de pescados. Dentro de esta expedición va a cargo de la meteorología y de alimentar al equipo”, respondo. “Después tenemos a Ignacio Bruna Silva (Hans) de 24 años, gran deportista especialmente en el mundo del rugby, aficionado a la vela y deportes acuáticos. El ruso está estudiando Ingeniería Civil, va a cargo de la seguridad y es el “doctor” del equipo. Por último estoy yo… mi nombre es Exequiel Lira Murphy (Exe) de 27 años, soy fanático de los deportes outdoor, actualmente con un equipo estamos desarrollando una aplicación de deporte aventura (SUDA App), en la cual quedará registrado todo el track e información, con fotos para quienes quieran hacerlo; soy el que tomó la iniciativa y va a cargo de este paseo”, concluyo, bien seguro.

¿Tienen los implementos de seguridad? “Por suerte los tres somos capitanes certificados, y tomamos todas las precauciones y llevamos el equipamiento que le piden a un velero en formato portátil. Por lo tanto, sí, tenemos todo”.

Con el Capitán revisamos el mapa y le mostré nuestro itinerario en la carta náutica; obviamente todo podía cambiar dependiendo de las condiciones climáticas. Luego nos hizo más preguntas y fuimos a revisar los equipos. Como anécdota, fue muy divertido que lo único que nos faltaba de la larga lista era un espejo. Pepe, en la desesperación, le dijo al marino “¡No me haga romper el retrovisor del auto por favor!”. Finalmente nos conseguimos un espejo con una señora que andaba por ahí.

Pleamar

En nuestra primera jornada amanecemos con un día impresionante, nada de viento y un calor muy agradable. Tomamos buen desayuno y comenzamos a preparar los kayaks, por otro lado llamamos a Thomas Montt quien nos entregaría diariamente el meteo a través de un teléfono satelital. A las 13:40, ¡nos lanzamos al río Baker! Los tres muy ansiosos por la aventura que tenemos por delante, comenzamos a dejar Caleta Tortel a la distancia mientras nos adentramos en los canales.

Mientras estamos llegando a nuestro primer campamento, al final del Canal Plaza, reviso la aplicación y hemos remado 23,5 km en 5 horas. Ha sido un buen día; es hora de comer y armar campamento, mañana tenemos un gran cruce que debiera ser duro.

Dia 2, 01:30 horas. Hans nos dice: “Jóvenes, tenemos el mar a 2 centímetros de la carpa”. Rápidamente revisamos a qué hora seria la pleamar (marea más alta) y faltaban como 10 min por lo tanto no tuvimos que mover el campamento. Nos levantamos y pudimos ver que el día no estaba tan bueno como el anterior, estaba nublado y remaríamos con viento proveniente del sur, es decir, en contra. El canal Baker se estaba volando y para tomar precauciones nos pusimos los trajes de agua y cruzamos a la punta Llay Llay (ladera sur). No avanzamos tanto este día pero la remada fue dura: 18,9 km en 5 horas. Armamos campamento, esta vez en el bosque, a comer y a la cama.

En nuestro tercer día de aventura, la alarma suena a las 06:00 y Pepinot comienza a preparar un buen desayuno, mientras Hans, unos chucaos muy curiosos (que bajaron del bosque) y yo ordenamos el equipamiento para cargar los kayaks.

Zarpamos con lluvia y por suerte muy poco viento, ¡hoy debemos llegar al glaciar! Por lo tanto me puse a remar con buen ritmo para ir acelerando al otro kayak. A eso de las 14:00 desembarcamos en una playa para almorzar y estirar un poco las piernas, ¡y de vuelta al remo!

Whiskey y Salchichas

¡Hielo a la vista! A lo lejos pude ver como los gigantes témpanos de hielo flotaban a la deriva, cerca de la entrada al estero Ventisquero. Automáticamente los tres nos pusimos a remar mucho más rápido para sentir la experiencia inolvidable de remar al lado de ellos. Llegando nos topamos con un barco de turismo, y entramos en contacto por radio, para saber sobre el clima, y nos dicen: “Refúgiense cuanto antes, ya que viene en camino un frente de tres dias”. Muchas gracias, ¡cambio y fuera!
Remamos un par de kilómetros más entre los hielos hasta llegar al spot de campamento. Armamos la carpa y un toldo para cocinar bajo la lluvia, mientras Hans intenta sacar unos hielos de la playa para celebrar nuestra llegada, con un buen Whiskey, y luego un asado de salchichas… todo esto mientras tenemos esta impresionante vista.

Nuestro día número 4 comienza tarde: hay mucho viento afuera y se ven grandes nubes en el cielo. “Llamemos a Thomas para ver cómo se viene la cosa”, digo. Sacamos el satelital y no funciona; seguimos tratando y nada… Almorzamos y remamos al glaciar.

Zarpamos a las 15:00 rumbo al Jorge Montt, con unos 25 nudos de popa, hasta que nos protegimos con los grandes hielos entrando al canal. La hora límite, acordamos, sería a las 17:00. Como no habíamos logrado hablar con Thomas teníamos que ser más precavidos; uno nunca sabe como el tiempo se va a comportar en esta zona, sencillamente te da muchas sorpresas. Finalmente a eso de las 18:30 llegamos al campamento, ¡luego de haber cumplido nuestro objetivo!

No se muevan ni respiren

Al despertar, ya en nuestro quinto día, quisimos llamar a Thomas para informarnos de cómo vendría el meteo, pero no hubo respuesta por parte del teléfono satelital, ¡no quiere conectar la llamada! Por otro lado, hicimos un conteo de la comida para ver cómo estábamos para los próximos días, y… estamos muy justos, es decir, si nos toca un frente muy potente tendremos que pasar más días y racionar el alimento.
A eso de las 12 del día salimos navegando del campamento, en dirección al sur. El objetivo: hacer trekking en todo el cordón de cerros que se encuentra al oeste del glaciar. Prendimos SUDA y comenzamos a caminar entre estos cerros inhóspitos, llenos de arbustos y rocas.
Ya casi llegando a la cumbre Pepe nos dice “no se muevan ni respiren” y en frente, a unos 30 metros, justo en la parte mas alta del cerro, había un huemul macho muy grande.
Lo podíamos ver con todo el glaciar atrás, es realmente la mejor vista que he tenido en mi vida, fue increíble. Logramos acercarnos hasta unos 10 metros y cocinamos junto a él.

Finalmente llegamos a los kayaks y terminamos de grabar el trekking en SUDA, que lo llamamos “Cerro Huemul”. Luego remamos entre unos hielos varados y de vuelta al campamento.

En nuestro día 6 nos vamos del Glaciar. Vivimos momentos muy lluviosos y helados; una vez remando en dirección opuesta del glaciar, la temperatura y el tiempo cambiaron drásticamente. Zarpamos a las 11:15 de la mañana, llevábamos remando aproximadamente una hora con viento suave a favor, hasta que se levanta una ventolera muy fuerte en contra. Eran ya las 13:00 y decidimos parar en una pequeña isla, que se encuentra a tan solo 9 kilómetros del campamento en el glaciar. Esperamos todo el día a que bajara el viento y no hubo caso, por lo tanto tuvimos que alojar ahí

Una Bonita Playa

Día 7. Suena el despertador a las 05:00, tomamos desayuno dentro de la carpa y una vez que comienzan a salir los primeros rayos de sol, empezamos a cargar los kayaks. A las 07:00 estamos remando y no hay nada de viento, ¡qué maravilla! Son las siete y media y comienza a salir el viento en contra y aumenta fuertemente, hasta unos 25 nudos. ¡No lo podíamos creer, cómo tan temprano!
Por suerte la navegación la habíamos pensado considerando viento en contra y esta vez, debido a la dirección del viento, nos fuimos por la costa norte de la isla Francisco (gran isla en el canal Baker), cuya geografía nos permite protegernos de los fuertes vientos.
Pero por otro lado había un gran riesgo: no sabíamos si esa costa tendría playas como para alojar o parar en caso de emergencia. La preocupación se levantó dentro del equipo y entre todos decidimos arriesgarnos con tal de remar con menos viento. Y seguimos.

Más menos en la mitad de la isla, a eso de las 13:00, nos detuvimos en una gran playa, en donde habían unas cabañas abandonadas, pertenecientes a una antigua forestal donde habían plantado moras y murtas. Después de almorzar tuvimos un rico postre.

Eran las 15:00 horas y decidimos seguir avanzando contra el viento, hasta el extremo norweste de la isla; en la carta se puede ver una pequeña península, por lo tanto dedujimos que habría una playa donde alojar. Y así fue, había una bonita playa. El único problema era que no teníamos un estero de donde sacar agua cerca, pero como estaba lloviendo sacamos del toldo que tapaba el campamento.

El meteo

Entre las lluvias, neblina y vientos podíamos ver a unos 8 km. de canal expuesto: es la entrada al Canal Plaza, nuestro próximo objetivo que, con las condiciones actuales, era imposible.

La cosa no se estaba tan entretenida, tenemos un gran cruce por delante y no sabemos como se viene el tiempo… el satelital no funciona. Nos queda poca comida, por lo tanto tendremos que empezar a racionar, en esta ocasión uno se da cuenta de lo importante que es el apoyo en tierra, ya que si supiéramos que mañana viene buen tiempo podríamos comer bien y llegar de una a caleta Tortel, pero nuestro futuro itinerario es totalmente incierto, así que debemos ponernos en las peor de las situaciones.

Cocinando en el campamento, a las 19 horas, podemos ver un barco, a lo lejos. Inmediatamente agarro la radio y entro en contacto, para ver si tienen información del meteo. Nos informan que el viento baja recién mañana a las 17:00. Pero nosotros, optimistas, nos vamos a levantar a las 5 de la mañana, de nuevo, para empezar a remar temprano y tener menor probabilidad de vientos fuertes.

Suena el despertador a las 5 y el viento no ha bajado. Nos despertamos a las 8 y el viento está más fuerte, y a las 10 también. Salimos de la carpa a las 11:30, a esperar que baje el viento. Mientras tanto nos pusimos a pensar en qué haríamos con la comida, llegando a la idea de que le podemos pedir arroz o algo a un barco. Pero no, tenemos que ser autosuficientes y arreglárnoslas como sea. Es ahí cuando Pepinot comienza y se toma el resto del día en fabricar un carrete para pescar.

La llegada Imposible

Son las 15:30; mientras cada uno está en lo suyo, se larga una fuerte lluvia y el viento comienza a bajar, ¡aquí nos vamos! Rápidamente desarmamos el campamento y en tiempo record, 1 hora 15 minutos, estábamos listos para salir. Por la ansiedad, el ritmo de remado al comienzo fue muy rápido. Cuando ya estábamos entrando al Canal Plaza comenzaron las celebraciones, ¡hasta grabamos un video! Es impresionante cómo el clima puede cambiar tan rápido en esta zona, y algo que aprendí es que se debe celebrar estando en tierra, ya que nadie te asegura que vas a llegar donde tenías presupuestado llegar.

20 minutos después vemos que del norte, es decir del interior del Canal Plaza vienen cabritas hacia nosotros. De verdad no lo podíamos creer, parecía una broma. Hasta que ¡boom! nos empiezan a pegar unas rachas de 35 nudos de viento, mientras tratamos de llegar al campamento.
Estuvimos a nada de darnos vuelta en los dos kayaks, porque nos topamos con un escarceo (cuando la corriente y viento están en direcciones opuestas), que generó grandes olas y mucho descontrol para maniobrar el kayak. Desembarcamos en una playa protegida para buscar alojamiento, ¡y fue imposible! Tuvimos que alojar en una playa totalmente expuesta, donde el viento y la lluvia nos pegaba muy fuerte.

Después de una noche con mucha lluvia y viento, comenzamos nuestro noveno y supuestamente último día de travesía a Caleta Tortel. A las 8 horas zarpamos y comenzamos a remar contra viento y olas; cuando llegábamos al final del Canal Plaza podemos ver que hay demasiado viento, ya que uno en el canal al menos estás protegido. Lo más probable es que tengamos que esperar a que baje el viento, y decidimos darle una última oportunidad al teléfono satelital, ¡y al fin funciona! Thomas contesta y nos dice que el viento debiera bajar en 20 minutos, acompañado de lluvias, y decidimos lanzarnos en dirección a Caleta Tortel después de hidratarnos y comer unos snacks. Efectivamente el viento bajo y pudimos llegar a Tortel y remontar el Baker, lugar donde todo comenzó.

La verdad es que tuvimos una experiencia inolvidable, donde el trabajo en equipo es importantísimo. Los paisajes que pudimos contemplar son únicos y el contacto con la naturaleza es muy fuerte. ¡Desde ya estamos programando nuestra próxima aventura!

 

SUDA

Disponible solamente para iOS, está aplicación está enfocada en todos quienes desean compartir su aventuras y conocer las distintas posibilidades que ofrece nuestro territorio para practicar deportes outdoors. Liderando este esfuerzo, un grupo de Embajadores SUDA, integrado por deportistas destacados en distintas especialidades como Stand Up Paddle, Montañismo o Wingsuit están compartiendo su contenido en la plataforma de la aplicación, con la apuesta de incentivar la participación y el uso de la App. www.sudaapp.com/