Patagonia, la última frontera, tierra de hielos e implacables vientos. En este magnífico lugar de nuestro país desde el año 2004 la Fundación Conservación Patagónica está creando el fututo Parque Nacional Patagonia.
Esta fundación, creada por la familia Tompkins, adquirió la estancia ovejera Valle Chacabuco de 69.000 hectáreas ademas de otros terrenos aledaños. El objetivo es restaurar estas tierras que fueron sobreexplotadas y dotarla de la infraestructura que requiere un parque: senderos, sitios de camping, centro de visitantes, etc., para luego donarlo al Estado de Chile, con la condición de que al unirse con la actual Reserva Nacional Tamango y la Reserva Nacional Jeinimeni, se preserven de forma defenitiva más de 200.000 hectáreas de bosques, pastisales, lagos y montañas para las futuras generaciones, al otorgarles la categoría de Parque Nacional.
El trabajo de restauración de estas llanuras, que fueron por muchos años sobreexplotadas por las miles de ovejas que habitaban en el sector, ya está dando frutos. Actualmente se pueden apreciar cientos de guanacos que han vuelto a vivir en estos parajes, acompañadas de sus depredadores naturales como el zorro cumpeo y el magnífico puma. En la zona sur del parque se está desarrollando un programa para preservar un icono nacional, alrededor de 40 huemules en peligro de extinción habitan esta zona. El parque actualmente cuenta con 3 senderos, uno que recorre las Lagunas Altas, otro el Lago Chico y el tercero que se conecta con la Reserva Nacional Jeinimeni. Para pernoctar tiene bien dotado el camping “West Winds”. Están siendo construidos otros tres senderos y dos campings adicionales.
La recuperación de estás maravillosas tierras viene siendo apoyada mediante un programa de voluntarios que juegan un rol clave para que puedan recuperar su estado natural. La ayuda se centra en trabajos como remoción de especies exóticas (cardo, cicuta, pinos, flor del paño), retiro de cercos ovejeros, reparaciones de instalaciones de conservación, censos y trabajos con la fauna local. Al este del parque, limitante con la frontera Argentina habita en la pampa otra especie en riesgo; el ñandú. Durante nuestra estadía estuvimos construyendo en este sector un corral para un par de charitos (los ñandú de menos de 1 año) para albergarlos y protegerlos hasta que ya fuera posible liberarlos y lograran sobrevivir a las condiciones extremas del sector.
Esta experiencia de compartir con un equipo de 12 a 15 personas de diferentes partes del mundo en un entorno natural ha sido una experiencia invaluable de desarrollo personal y una magnífica oportunidad para formar nuevas amistades. El voluntariado se realiza anualmente entre los meses de noviembre a marzo, por periodos de 18 días cada uno. Para postular al programa deben ingresar al sitio web: www.conservacionpatagonica.org en la sección “¿Cómo Ayudar?”, y allí encontrarán toda la información al respecto.
¿Qué estás esperando? Esta es una tremenda experiencia, un desafío que puede generar un cambio en tu vida.
Joaquín Niemann
José Rehbein
Agradecimeintos Especiales:
Mario Arancibia