Durante doce días Nicholas Buer estuvo explorando los fascinantes paisajes que rodean San Pedro de Atacama, uno de los lugares con los cielos más prístinos del mundo. La oscuridad y la altitud permiten observar en ancestral ciclo de el atardecer, noche y amanecer en un loop perpetuo de movimiento que es la única constante de nuestras vidas.
Al momento de filmar, Venus estaba en una posición bastante central de la Vía Láctea, lo que en si es un fenómeno que ocurre solo cada 8 años y que claramente se refleja en los timelapse que componen este trabajo audiovisual
Ancients from Nicholas Buer on Vimeo.