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Siete consejos para viajar sola

Es una experiencia inolvidable, nunca crecerán más como persona que viajando solas. Uno se llega a conocer a sí mismo a niveles que jamás pensaron, se impresionarán de lo que no conocían de ustedes mismas, o a su vez, también se pueden dar cuenta de aspectos negativos que quieren cambiar de su personalidad. Se deberán envolver con gente que no conocen y compartir con algunos que jamás pensaron algún día conversar o compartir un café.

Texto: Teresa Abumohor

Viajar, un placer que a todos nos llama la atención. Existen distintas formas de aventurarse: puede ser un viaje de placer con todo incluido y exageradas comodidades, viajes de negocios donde todo lo que conoces es una sala de reunión y el avión, un viaje gastronómico donde tu paladar es el que más disfruta, viajes culturales hacia civilizaciones milenarias, viajes familiares, con amigos, en parejas, viajes de aventura y mochileo, ¡lo que sea!

Las mujeres no siempre la tenemos fácil en un viaje de aventura; imaginen lo que es llegar a un país que no conocemos, especialmente si por alguna razón decidimos hacerlo en solitario. Realmente somos pocas las que nos aventuramos de esta manera; “¿Estás loca?”, me han dicho; en verdad es lo que se pregunta la mayoría de las personas.  La verdad que sí, ¡soy un poco loca!, pero les voy a decir qué es lo bueno de viajar de esta manera, y también en qué hay que fijarse:

1.-Tiempo para ti misma

Todos tenemos distintos gustos, opciones y formas de vivir la vida, y de igual forma, maneras de ver los viajes. Para mí mochilear es una experiencia enriquecedora, de crecimiento personal, de conexión con el entorno, envolverse con culturas desconocidas, nuevas experiencias, una nueva percepción del medio, escribir, sentir, mezclarme y meditar, en fin. Pero no todos lo ven así, por ello algunas veces he tomado la decisión de ir sola por el mundo.

2.- Una oportunidad para seguir tus instintos

Uno de los momentos que más recuerdo de mis viajes fue en Salento, Colombia, un pueblo del eje cafetero. Había pasado la hora para tomar el bus, por lo que le hice dedo a una moto que me llevó hasta el pueblo, de ahí me dejó en el Parque Palmas de Cocora, era tarde y ya no había turistas. Me habían dicho que era un lugar hermoso para recorrer y que si llegaba hasta el punto más alto del cerro iba a encontrar una cabañita con cuidadores donde dormir.  En la entrada del parque me encontré con un niño y su caballo, me arrendó este para llegar donde necesitaba, ya que era muy tarde para caminar “yo no la puedo acompañar, pero no se preocupe señorita, el caballo sabe dónde usted se tiene que bajar, él parará, solo bájese, le da una palmadita y él volverá solo”… ¡pensé que esas cosas sólo pasaban en las películas! Fue una experiencia inolvidable.

3.- Siempre vas a encontrar algo nuevo

Para mi viajar sola por algunos meses fue una experiencia que marcó mi vida para siempre. Al comienzo da miedo debido a la incertidumbre, ya que estás completamente solo en un escenario donde no tienes idea de que puede pasar, con quién te puedes topar o qué hacer, muchas veces se preguntarán ¿Qué hago conmigo mismo? La mayoría del tiempo, inconscientemente, los seres humanos de forma instintiva evitamos estar mucho tiempo sin distracciones (sin TV, PC, música, celular, juegos, comodidades, comida, etc), pero lo más difícil es plantearlo, ya que al momento de estar en rumbo todo se hace más fácil.  La verdad es que en este modo de viajar uno decide si estar solo o no, ya que siempre va haber alguien que quiera sumarse en su aventura, sea otro extranjero viajando solo o la gente local que siempre estará interesada en uno.

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4.- Tienes tiempo para escribir

Muchas cosas la mente borra con el tiempo y yo escribo todos los días durante un viaje, además que pego recortes, las entrada a lugares, pasajes, etc y tener eso como un objeto tangible no tiene precio. Llevar una libreta para escribir e inmortalizar todo es imprescindible, no se van a dar cuenta y tendrán escrito un libro con las más increíbles lecturas que habrían pensado. Además de recordar locas historias tipo CSI que tuve con un cambaizo en Colombia hay historias de las que me sorprendo al volver a leer: una vez no encontré donde dormir y colgué mi hamaca adentro de una iglesia de una población en Manaos, Brasil (con la autorización de una monjita),o como la vez que dormí en playas solo con mi saco de dormir abrazando mi mochila.

5.- Aprender a cuidarte sola 

Antes que andar desconfiados por la vida, hay que ser perceptivos y analistas en todo momento. Algunos ven en un viaje en solitario la oportunidad de desbandarse, cosa que a mí personalmente no me va; la verdad que yo no tomo ni he probado las drogas, por el hecho que me gusta estar al 100% en contacto con mis 5 sentidos y disfrutar al 200% los lugares que visito. Sobre todo si estamos solas, hay que estar muchísimo más alerta en todo momento, ya que aunque nos sintamos en confianza, lo que vemos son caras y no corazones.

6.-¡Se tú misma! Aunque algunos te pueden recomendar no andar vestido de tal o cual manera

Creo que lo mejor en los viajes es andar relajados y ser uno mismo; si para ti es cómodo andar vestido de una manera no creo que lo mejor sea andarse disfrazando para «no verse como turista», porque al final es peor que vean que tratas de pasar desapercibido: lo que siempre aconsejo es andar sin cosas de valor y llamativas para no llamar mucho la atención.

7.-Mantener Contacto

Siempre llevo conmigo una libreta de números de teléfono e emails para estar en contacto y cuando puedo me conecto para avisarle a mi familia donde estoy, para donde voy y por cuanto tiempo no podré conectarme. Una vez sin querer estuve 10 días «desaparecida» porque calculé mal los tiempo y no me pude comunicar, ¡mi familia estuvo a punto de declararme secuestrada en Colombia!

Teresa Abumohor es Técnico en Ecoturismo de la Universidad Andrés Bello, ha viajado sola desde los 18 años, durante meses, por países como Perú, Bolivia, Colombia, Venezuela, Brasil, Uruguay, Jamaica, Kenya, todo Centroamerica y varias islas de las Antillas Menores.