Rodolfo Torrens, Escalador: «La motivación siempre ha sido alta»

En noviembre de 2011 fue la primera vez que, desde Outdoors, dimos a conocer como futura promesa al sorprendente  “Fito” Torrens. En ese minuto, este escalador de Patagonia estaba dedicado a la escalada deportiva (aquella donde las rutas tienen anclajes previamente fijados en la pared), disciplina donde ya encadenaba grados alrededor del 5.12. Hoy Fito integra el equipo de deportistas de Lippi y supera las expectativas que nos dio en 2011, cuando lo conocimos escalando en Chile Chico, y muestra  se abre a nuevas áreas de montaña.

Entrevista: José Francisco Hurtado / Fotos: Juan Luis De Heeckeren

¿Cómo ha cambiado tu vida en los últimos 3 años?

“En general, y  a medida que vas viviendo la escalada, te vas dando cuenta de lo maravillosa que es y vas encontrando la diversidad que tiene. En el último tiempo me he querido enfocar en el alpinismo, que es la disciplina reune todas las áreas, aunque siempre  destacando la escalada deportiva, que es donde más me muevo. Tengo también muchas expectativas de fortalecerme en otros campos, para hacer proyectos más alpinos y más duros. ¡Los proyectos ahora me llueven! Siempre hay algo que hacer y gente invitándome y la escalada pasó a ser una prioridad mucho más importante en la vida. Aunque para mí siempre fue la primera, esto ha ayudado también a que mi entorno le entregue mayor prioridad, dándome más espacios en mi familia, en el colegio y todo. ¡Mi familia siempre me ha ayudado, desde el principio!”

¿Qué dirías de la escena de la escalada en Coyhaique?

“Aquí la escalada siempre está creciendo y el nivel de todos los escaladores va subiendo. La motivación siempre ha sido alta pero ahora los proyectos que a veces tenían extranjeros en nuestras montañas, se los están proponiendo ayseninos y escaladores patagones también”

¿Cómo comienza la historia de tu ascenso al Cerro Palo?

“El Palo tiene una historia muy linda, y es un cerro muy llamativo y estético, que está en la cordillera del Castillo .Hace más de 30 años vino un grupo de neozelandeses (Thomas Clarkson y Lauchi Duff, 1976) que lograron básicamente todas las primeras ascensiones de las cumbres más destacadas de la zona. Dos días después de los neozelandeses llegaron a su cumbre unos ingleses (Nick Groves y Mike Searle) y el cerro quedó ahí, sin más ascensos. Esto fue hasta la primavera  pasada, cuando los chilenos Ignacio Vergara con Armando Montero hicieron el tercer ascenso, por la Ruta Normal, que es la misma que abrieron los neozelandeses”.

El cuarto ascenso y nueva ruta al Palo vendría con Fito y su compañero de cordada Manuel Medina, que si bien se habían planteado el Cerro La Vieja (conocido también como Feo) como una primera opción, por no tener ascenso alguno, quedó de lado por mal tiempo. “Se creía que La Vieja no tenía ascensos, pero sí, habían subido los neozelandeses. Era un cerro muy alejado, que tiene una aproximación muy grande; uno necesita mínimo 4 días y nosotros teníamos una ventana de 3 dias.  Queríamos ir livianos y había equipo que íbamos a necesitar y que no habíamos llevado, porque creíamos que las condiciones iban a ser distintas. Nuestra otra opción era El Palo.

Cuéntanos de la ruta que hicieron, Águila con Bastones

“Dos meses después del ascenso de Armando e Ignacio (y luego de abandonar el intento a La Vieja) decidimos ir con Manuel Medina a escalar El Palo, pero esta vez lo íbamos a hacer por una nueva cara y una nueva ruta. Nos aproximamos al cerro, vimos qué onda, y nos encantó. Es un cerro muy lindo, y uno lo ve desde la carretera: lo que más nos llamó la atención es esa pared que se ve, la pared oeste. Así que decidimos ir para arriba, ¡y nos salió la ruta! Tiene un grado lindo, 10c, es bien entretenida, y en escalada tradicional. En general las condiciones en Patagonia son adversas, pero por suerte fuimos en la mejor temporada para hacer cerros, en lo que se refiere al clima, o sea en febrero. Tuvimos condiciones perfectas. Vimos que venía una ventana de 3 días, nos fuimos, escalamos el cerro y ya está. Habíamos bajado del cerro y a la hora se puso a llover. ¡Si baja un poco la temperatura, arriba se pone a nevar!”

¿Qué has estado probando en los últimos meses?

“He hecho harta montaña y escalé la cara sur del Cerro Castillo, donde ascendí por la variante Americana de la Ruta Coreana. Son como 300 metros de hielo, en 60 grados, con una ruta super linda, que tenía como proyecto desde que empecé a escalar, ¡la cara sur del Castillo es impactante! Debe ser, en grado, un MD-, o sea un Muy Difícil -. También participe, durante el invierno, en la competencia de escalada en hielo del Icefest Patagónico (realizado en la Reserva Cerro Castillo), y lo gané. He estado 100% enfocado en montaña y hielo”.

Esta primavera estuviste en el Lascar, tu primer desafío de altura. ¿Qué tal estuvo eso?

“¡La experiencia fue terrible! Yo nunca había estado en tanta altura. El cerro técnicamente es muy fácil, hay que caminar, pura chala.  ¡Y yo me apuné por todo lo que no se apunaron los otros! Pero al fin y al cabo son experiencias que se aprovechan”. Fito cuenta que esta idea, donde participó escalando este 5.500 que se logra divisar desde San Pedro de Atacama –acompañado de un equipo de Lippi-, va en línea con sus planes de enfocarse más en el área de montaña, donde espera tomar más nivel en términos físicos y de seguridad, para enfrentar montañas exigentes en términos de altitud y grado, como lo son las de Cordillera Blanca, en Perú. “Mi objetivo son rutas técnicas”, afirma.

Ahora te vas a escalar a Patagonia, ¿Qué te planteas como objetivo?

Actualmente en deportiva tengo encadenado un 8b y mis expectativas para este verano es encadenar el 8b+ o un 5.14. Ese es mi objetivo para este temporada, porque deportiva solo hago en el verano. En primavera y verano me he dedicado a recuperar el nivel de roca, para ir a Bariloche; la vía que he estado estudiando es Osho, un 5.14a bien conocido, y en el cual me voy a enfocar como proyecto más cercano.