Lo que busco en una fotografía es ese instante mágico donde la luz natural, el color y la composición encajan armónicamente, es un instante mágico, y espiritual.
Para capturar ese instante, saco muchas fotos, pero finalmente selecciono muy pocas y de esas solo una tiene todas las cualidades que me hacen sentir plenitud: es como una forma de meditar. Quizás esa foto no tiene foco, o le falta un centímetro para ser perfecta, pero si tiene el punctum ( La cámara Lúcida, Roland Barthes)o el alma, eso me conforma.
Me encanta el blanco y negro por sus posibilidades expresivas. Cuando tengo oportunidad devoro la mayor cantidad de libros de fotógrafos que encuentro, (en la librería del museo Pompidou en París, puedes pasar varios días y no alcanzas a verlos todos) y admiro muchos pintores, sobre todo a Weermer, y en general a los pintores holandeses, por su maravilloso trabajo con la luz. Quizás un próximo destino debiera ser Holanda.