Treadwell pasó trece veranos en el parque nacional y reserva Katmai, en Alaska. Con el tiempo, comenzó a pensar que los osos le tenían confianza, permitiéndole acercarse y a veces incluso tocarlos. En varias ocasiones las autoridades del parque le advirtieron de que su comportamiento era peligroso, para él y para los osos.1 Treadwell filmó sus logros y utilizó las imágenes para llamar la atención sobre su situación en los Estados Unidos. En 2003, hacia el final de su décimo tercera visita, fue atacado por un oso. Su novia, Amie Huguenard, corrió la misma suerte.