Mountainbike en la Ruta del Roble en Maule

Aquí compartimos una historia de lo que significa recorrer estos boscosos senderos, de increíble grip y naturaleza salvaje en la región del Maule.

La gente tiende a confundir la Ruta del Roble con el Cerro El Roble (ubicado un poco hacia el norte de Santiago cerca de Til Til). Debemos aclarar que la ruta de la cual hablamos se ubica en la Región del Maule, y le han puesto este nombre por estar inmerso en un bosque de de una especie muy particular que se da solamente en esa zona, conocida como hualo o roble maulino.

Texto y Fotos: Ismael Poblete

Hace algunas semanas retomamos una historia con un viejo amigo, que después de años de trabajo ha logrado montar un espectacular lodge ubicado a orillas del lago Colbún. Es un proyecto bastante completo, el cual siempre mantiene su esencia de conservación de medio ambiente y práctica del deporte al aire libre. Es por esto que recibí la invitación a este intrigante lugar, teniendo como objetivo recorrer las rutas que con altísimo esfuerzo ellos han ido recorriendo en los alrededores y poder transformarlas en un atractivo turístico principalmente para mountainbike y trekking.

Luego de algunas conversaciones, ¡tomamos la decisión! Es un día viernes, a las 17 hrs, se apaga el computador de la oficina y tengo el auto cargado con un bolso y la bicicleta arriba, listo para buscar a mi partner y pasar el fin de semana en un lugar que nos tiene con las expectativas altas.

Es extraño ir a un lugar que está a 3 horas y media de Santiago, no es lejos pero tampoco está a hora y media como la playa. Lo realmente bueno es llegar al lugar, encontrarse con una tupida vegetación nativa y, a pesar que son 300 km de distancia desde la capital, sentirse mucho más lejos, en un lugar totalmente “a la mano”.

La aventura comienza a las 21 hrs, llegando al lodge Colbún Chez L’Habitant, ubicado en uno de los extremos del lago. Uno se integra, siendo parte de la naturaleza, pensando en convivir con ella y potenciarla. Una vez que llegamos, nos tienen un cordero al palo con  una degustación de vinos de la zona, ¡un nivel gastronómico sobresaliente! Y lo más importante una dedicación que es posible lograr solamente gracias a la atención de sus propios dueños.

Teníamos contemplado hacer una expedición de dos días, con dos objetivos distintos; el primero recorrer la zona y pedalear a un ritmo más recreativo y el segundo hacer un circuito más técnico, ¡para poder disfrutar nuestras bicis endureras a fondo!

Día 1 / Planes en el Lodge

Nos despertamos temprano en una cabaña ubicada en el lodge; son muy acogedoras y con las instalaciones en perfecto estado. Los dueños del Chez L’Habitant nos invitaron a su casa, que está a unos 500 metros y tomamos un contundente desayuno; luego fuimos a recorrer las imparables obras de su gran proyecto. Éste consiste en un nuevo concepto desarrollado por ellos denominado “Camp”, que es una variante del típico campamento; la diferencia es que esta alternativa de alojamiento del lodge cuenta con instalaciones fijas de robustas carpas totalmente equipadas con camas, veladores, etc. Es decir, no es necesario que llegues al lugar, buscar un sitio, instalar tu carpa y dormir en un saco: esto es mucho más cómodo y a una tarifa que será más alcanzable para quienes quieren ahorrarse unos pesos.

Luego de recorrer las obras pasamos a tierra derecha para estudiar los circuitos que haríamos: nos metimos a ver la zona virtualmente con los mapas de Google y fuimos viendo cada una de las alternativas posibles para comenzar a recorrer en bicicleta. Acompañados de un rico almuerzo fuimos decidiendo las rutas a realizar, que a mi parecer es la ventaja más grande que tiene la Ruta del Roble: es 100% personalizable y se acomoda a los propósitos de cada uno.

Una vez que almorzamos llenamos nuestros hydrapack con frutas, carbohidratos e isotónicos y fuimos al taller donde pusimos a punto las bicicletas para empezar la travesía de reconocimiento que preparamos en los GPS.

Cabe mencionar que íbamos saliendo de Santiago con un clima ya seco, la época donde ya casi no se ve verde y donde se nota la falta de agua. Pero la región del Maule nos da senderos húmedos, con un grip ideal, en muchas ocasiones el terreno cubierto de hojas que dan una tierra increíble para tener un andar suave y seguro.

Comenzamos a subir por caminos de arrieros, relativamente anchos y muy abandonados, con pendientes que alcanzan en algunos tramos un 20%… pero la dificultad no es tan alta, es más la pendiente que te exige porque el grip es perfecto y permite escalar mientras tengas unas piernas que te respondan. Llegamos aproximadamente a la cota 1.500 después de una hora y media de pedaleo: nos encontramos con un punto clave donde se aprecia el lago Colbún y el Machicura juntos, ¡realmente un paraíso! El color del agua que inclina hacia el turquesa, acompañado de vegetación verde intenso, hacen que este lugar tenga una magia y energía que se siente desde cualquier punto en las rutas. Luego vienen las bajadas, que son bastante recreativas y extensas, sin mayores trabas técnicas.

Cuando volvimos en la tarde, nuevamente en la casa de los dueños del Lodge nos esperaba una rica once comida al estilo Chez L’Habitant.

Día 2 / Sueño del Bosque

Ya veníamos de aproximadamente 2 horas de pedaleo del día anterior, pero hoy se venía fuerte, pues teníamos que ascender un poco más para descender también un poco más. Es por esto que nos preparamos un poco mejor, llevamos mochilas más grandes, con mas gel de carbohidratos, 2 litros de agua (que los tuvimos que rellenar en el camino en una vertiente), ropa de cambio por si acaso, y obviamente herramientas, bombín y por nuestro sistema de GPS Runtastic en el teléfono, donde teníamos cargadas las rutas para el día.

El comienzo de la ruta fue sin anestesia, con un 20% de pendiente y una subida que no soltó en unos 5 kilometros: mientras más se subía, ¡más técnico se iba poniendo! Por un momento tuvimos que bajarnos de las bicicletas y hacer algunos metros de trekking, en una zona que solo algunos del circuito nacional han podido pedalear… y hasta le ponen sus nombres a las cuestas por sus conquistas. Entre piedras y zanjas, fuimos subiendo este atractivo camino que sigue siendo pedaleable, casi en un 95%.

No es aconsejable ir solo a estos senderos, son muchos caminos de laberinto que si no los conoces, te llevan sin destino, teniendo que devolverse hasta encontrar el camino correcto.

Una vez que llegamos a la cumbre hicimos lo que más le gusta a cualquier endurero: sacarse las mochilas, alimentarse, hidratarse, cambiarse el casco por uno integral, ponerse rodilleras y prepararse para el mejor momento, ¡la bajada! Una bajada aproximadamente de 15 kilómetros con zonas de repechos entre medio (los repechos son aquellas pequeñas subidas que tenemos que escalar en el tramo total de la bajada). Zonas rocosas abrasivas para nuestros neumáticos, zonas de zanjas, toboganes naturales formados por rocas, peraltes formados naturalmente, otras zonas de contra pendientes, disfrutando de senderos inmersos en un bosque nativo que permite que se conserve la humedad y propiedades del suelo para tener un grip máximo.

Después de unos 30 minutos bajando a buen ritmo llegamos  al camino que conduce de vuelta al lodge y se presta para comenzar a hacer los típicos comentarios mountainbikers de cada una de las curvas y zonas técnicas, además de las positivas evaluaciones  del circuito.

Una de las cosas que realmente me asombraron de la Ruta del Roble, es que si uno lee un cuento que se trate de un lugar hermoso con senderos para andar en bicicleta, uno lo va a idealizar e imaginarse lo más bello posible: esta es, pues, la impresión que al menos yo tuve al recorrer los senderos, pues tendían a la perfección, como si desde que se crearon hubiesen estado concebidos para hacer mountainbike. Son rutas que te satisfacen completamente en términos de extensión, de tecnicismo, de dificultad y de calidad de suelo.Es por esto que quise compartir esta historia: teníamos las expectativas altas, pero fueron superadas por mucho.

¿Qué debo llevar para hacer enduro?

–       Casco (puede ser un casco de xc o un casco de xc y otro integral que se usará en las bajadas).

–       Anteojos, siempre son necesarios sobretodo para la bajada, debemos protegernos de tierra y bichos.

–       Mochila con bolsa de agua (Hydrapack, Camelbak u otro), con sujeción para el segundo casco.

–       Guantes largos, para evitar posibles roces con ramas y espinas en el camino.

–       GPS, recomendamos aplicación Runtastic para el teléfono(que tiene como opcional hasta monitor cardíaco).

–       Alimentación: carbohidratos (gel, chomps, barras), isotónico (recomendable sobres para mezclar con agua por si tenemos que rellenar en el camino).

–       Cámara (s) de repuesto, aunque tengamos sistema de líquido antipinchazo, uno nunca sabe lo que pudiera pasar.

–       Bombín en buen estado.

–       Ropa de recambio como guantes o tricota.

–       Cortaviento, siempre que uno llega a cumbre, será necesario un cortaviento ya que la bajada es muy molesta cuando nuestra transpiración y el viento se juntan.

–       Juego de llaves allen y cortacadena (para reparar cualquier desperfecto común que suceda en la bicicleta).

Para ver más información, fotos y videos de esta maravillosa ruta, ingresa acá, donde planificamos y damos soporte de forma perfecta tu travesía en este y otros lugares.