Vivimos en una cultura donde esperamos la oferta para poder comprar algo, sin medir las consecuencias de una industria que su huella es mucho más larga que el desecho textil que llega a lugares como el desierto de Atacama. Este 26 de junio en la Facultad de Diseño de la UC, realizo un panel de conversación sobre la sociedad de sobreconsumo, sus consecuencias y cómo poder ser parte de la solución.
Junio, 2024.- Más allá de una perspectiva, cuatro expertas en la industria textil nacional conversaráon con las nuevas generaciones de diseño, sobre la problemática de la industria de la moda rápida y los productos basura. A través de la proyección del documental “The Shitthropocene” (La Era de la Basura Barata), invitaron a la comunidad universitaria a explorar el cómo ser parte de la solución y no del problema desde la vereda del diseño en la era del siglo XXI.
Se realizO un conversatorio junto a Sofía Calvo, periodista y autora de “Cambiar el verbo”, donde invita a reflexionar sobre el impacto de la industria de la moda en el medio ambiente y el peso de nuestros actos en la ecuación. Además, estará Francisca Gajardo, diseñadora nacional, especialista en moda sostenible, quien desde una mirada del impacto positivo en la sociedad, busca colaborar con empresas y entidades gubernamentales para promover comunidades sostenibles y creativas. Y finalmente, María José Simián, diseñadora especialista en moda sostenible.
Actualmente vivimos en la era del Antropoceno, un término que se refiere a la época geológica en que la actividad humana ha generado un impacto significativo en el medio ambiente y el clima del planeta. El cambio climático, las cumbres entre países para mitigar los efectos de éste, los constantes acuerdos para poder controlar la industrialización y urbanización acelerada son parte de las problemáticas que se presentan regularmente. Entre ellas, la industria textil es parte del problema, cada año, la industria del vestuario emite 1.2 billones de toneladas de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
“Aunque no te guste la moda, el hecho ineludible es que -por ley- nadie puede salir desnudo a la calle. Para interactuar en sociedad se requiere estar vestido. Por lo mismo, ante la emergencia climática que estamos viviendo tenemos que replantearnos nuestra relación con el vestir y tomar acciones desde el cotidiano. La invitación de Patagonia va en esa vía. Las transformaciones pueden partir en nuestro clóset, esa es la buena noticia que nos gustaría transmitir en el conversatorio”, señala Sofía Calvo.
Algunas cifras de la huella del Fast Fashion
Menos de la mitad de la ropa usada se recoge para su reutilización o reciclaje cuando ya no se necesita, y sólo el 1% se recicla para convertirla en ropa nueva. Actualmente compramos un 60% más de prendas de vestir y las usamos casi la mitad del tiempo que hace 15 años. A nivel global, la industria del vestuario contribuye con el 10% de la contaminación que impulsa la crisis climática.
En el 2013 se conoció una tragedia en Bangladesh que dejó al desnudo una de las bases de la industria textil, la mano de obra barata. Más de 300 muertos por el desplome de un edificio donde grandes compañías de moda occidental fabricaban parte de sus prendas.
Durante el 2022 en el Desierto de Atacama en Chile se expuso ante todo el mundo como un cementerio de ropa usada clandestino. Miles de toneladas de desechos textiles, provenientes en su mayoría de EE.UU, Europa o Asia, terminan en montañas de prendas de segunda mano esparcidas en el desierto más árido del mundo, afectando a comunidades que habitan en los mismos espacios.
“La invitación es a la comunidad universitaria y a quién esté interesado en comprender nuestro impacto, y cómo podemos ser parte de la solución. Donde la calidad, la durabilidad y la reparabilidad juegan un papel importante en la industria”, destacó Macarena Sánchez, directora de Medio Ambiente de Patagonia Chile.