Conversamos con esta corredora acerca de cómo es correr en pareja. No hablamos de hacerlo solo en duplas o en equipos mixtos, sino que de lo que significa ser pololos y hacer un equipo, tanto para entrenar como para medirse competitivamente.
Los volcanes Lanín, Villarrica, Quetrupillán vigilaron los pasos de 2.400 corredores que a principios de febrero de 2013 compitieron en un trazado de 100 kilómetros, durante la edición 2013 del Cruce Columbia. Diego Guridi junto a Sofía Bravo integraron por primera vez un Team, experiencia que quisimos compartir con ustedes.
¿Cómo empezaron a correr juntos con Diego, tu pololo?
La verdad yo corría más que Diego: él por su parte hacía alas delta y volaba hace varios años, y también practicaba algo de kickboxing. Cuando nos conocimos yo estaba entrenando para la segunda fecha del Columbia Challenge que era en Julio, me había inscrito con unos compañeros de trabajo.
Como experiencia deportiva yo había corrido hartos 10K y 21K y salía a correr constantemente. Para Diego todo empezó cuando lo motivé a ir juntos a un trail running de 10K, donde una vez terminado él hizo una apuesta con sus amigos, y decidieron que para la próxima Maratón Santiago correrían 21K y verían quién ganaba.
Ahí el empezó a entrenar harto, a correr más y le agarró el gustito.
En Abril del 2012 fue la Maratón, donde salió segundo en su apuesta pero la motivación por correr ya estaba. Yo ya estaba inscrita y entrenando para la primera fecha del Columbia Challenge que era en mayo, como parte de la dupla femenina Hard Candy. Una semana antes, a Diego le nació la idea de ir también a probar como le iba en esta fecha, y así fue como motivó a un amigo y sin entrenamiento específico de bicicleta, ni de orientación, ni de kayak, crearon Iron Chuhuahuas. Diego en esa semana estudió todo sobre lo que era orientación y se consiguió todo lo que necesitaba: desde ropa, bicicleta y un kayak.
De esa fecha en adelante, corremos la mayor parte de las carreras juntos los 2 equipos: Hard Candy y Iron Chihuahuas hasta que haya algún problema, conversamos las rutas y nos ayudamos durante la carrera. Fue buenísima experiencia, Diego se mostró muy bueno para la orientación y siguió corriendo las 4 fechas siguientes (aunque en cada caso tuvo que ir con un compañero distinto). Y para que decir más
Finalmente los dos equipos somos de rendimiento muy parecido: yo y Diego somos mejores en trekking que en bici y kayak. ¡Sara en cambio, es mucho mejor para la biclcleta!. Pero ahí entre todos nos arreglamos.
¿Cómo les resulta entrenar en pareja con Diego?
Es muy entretenido salir juntos, porque aprovechamos de vernos y conversar, dentro la hora y media que salimos a correr. Esto lo hacemos 2 veces a la semana de manera establecida y casi siempre salíamos los fines de semana a subir a un cerro. Para el Cruce salíamos a El Huinganal, y cuando podíamos, íbamos a subir cerros cerca de Zapallar y Cachagua.
Estos momentos los aprovechamos también para planificar mucho sobre las carreras. Para el caso del Cruce, Diego tenía todo muy estudiado, sabía hasta los rios de agua que íbamos a cruzar, altimetrías, distancias, ¡todo!
¿Cómo logró el entrenamiento unirlos como equipo?
Esto ayuda para empezar a saber del otro: cómo reacciona, en que momentos hay que apañarse, cuales son los fuertes de cada uno y como ayudarse en momentos difíciles: cuando hace mucho calor, has tenido una semana dura u otras cosas que te afectan. Por ejemplo nos hemos dado cuenta que en general somos mucho más eficientes en las subidas que en bajadas, y así vamos afinando lo que al cada uno le acomoda o va molestando.
¿En el Cruce Columbia, cuáles son diferencias de competir en Solo o en Team?
Lógicamente ambas categorías tienen sus ventajas y desventajas, pero me parece que la categoría Team es la mejor opción si tienes un buen equipo, ya que se tiene a alguien para levantar el ánimo en los minutos en que estás desmoralizado e incentivarte a seguir corriendo cuando el cansancio es mucho. Ayuda si tienes algún problema, compartir la experiencia, conversar, o incluso ayudarte en temas básicos como la falta del agua. Pero hay que tener claro que así como el competir en team tiene ventajas, puede tener muchas desventajas, ya que se pueden generar roces con el cansancio, competitividad entre el equipo, o que se le exija más al compañero de lo que puede dar, sobre exigiéndole y pudiendo provocar incluso lesiones al compañero.
¿Qué tramo fue el más complejo del Cruce?
Me cuesta decidir entre el primero y el segundo, ya que el primero siendo que debía ser el día fácil, el terreno era bastante irregular, hacían 38° de calor que se notaron especialmente en una parte del circuito que iba sobre arena negra, completamente árido, con subidas, y sin ningún árbol. Se sentía que la sangre hervía, un calor y agotamiento impresionante, durísimo. Después en la bajada mi rodilla falló completamente, no podía bajar nada prácticamente, un dolor muy fuerte que nunca había tenido. Esto nos atrasó mucho el buen rendimiento que habíamos tenido al inicio. El segundo día fue rudo por el kilometraje que era (nunca habíamos corrido tanto) y la cantidad de subida que tenía. Pero somos buenos en subida, el problema eran las bajadas que tenían nuestras articulaciones completamente adoloridas.
¿Cómo vieron a las otras parejas de pololos o matrimonios de la competencia?
Vimos varias parejas de pololos corriendo, los vi cohesionados a algunos, a otros bien peleados. Había unos que estaban sentados, el hombre le vendaba el pie a la mujer y le decía que no fuera tan exagerada. ¡Pero era divertido! También vimos otras parejas muy competitivas. Pero en nuestro caso, nosotros íbamos la de terminar lo mejor posible la carrera, a pasarlo bien sin estresarnos demasiado.
¿Qué anécdotas nos podrías contar que tuviste dentro de la competencia?
El segundo día tuvimos una mala suerte impresionante, y fuimos la penúltima pareja en partir, de los 2000, ¡con un desfase de más de 4 horas con los primeros que habían partido! Eso nos tenía medio desmoralizados, era tarde, estaba haciendo cada vez más calor, mi rodilla seguía doliendo mucho y para colmo una chaqueta amarilla me había mordido fuertísimo. Mi humor no era el mejor, estábamos asustados de llegar últimos (por mucho que el tiempo se mide según el chip), pero todo fue al revés. Fue nuestro mejor día en rendimiento, gracias a nuestra constancia fue impresionante como adelantamos competidores ¡y llegamos muy bien! No miento que fue rudo, pero corrimos todo lo que pudimos y al final incluso nos decían cómo podíamos seguir corriendo.