El otoño es una estación increíble para recorrer los paisajes del país, sobre todo los valles precordilleranos de vegetación caducifolia. Con sus tonos rojos y amarillos, estos nos entregan postales fascinantes y poco conocidas. Este es el caso del Valle Achibueno, uno de los secretos mejor conservados de la zona centro sur. El último fin de semana otoñal sirvió de excusa para adentrarnos en los solitarios bosques y montañas de este sendero de 30 kilómetros.
Texto: Tomás Gárate
Fotos: Martín Pfingsthorn y Tomás Gárate