Este año completé dos cruces del Atlántico en velero, de Europa a América. El primero fue navegando hacia el sur, de Holanda a Magallanes, y el segundo hacia el norte, de Alemania a Groenlandia.
Este segundo cruce oceánico fue seguido por una larga travesía polar, mi segunda incursión anual en el Ártico. Primero había sido Svalbard, cerca del Polo Norte, durante abril. Ahora,en agosto, era el turno de Groenlandia, la segunda isla más grande del mundo. Acá les presento algunas fotos de esa expedición, llamada Pittarak por su organizador, el legendario Arved Fuchs, en la que junto a Tim Frank y Pablo Besser, caminamos 415 kilómetros por glaciares y cordilleras, para realizar el cuarto ascenso desde el mar del Gunnbjørn Fjeld, la montaña más alta de Groenlandia y del Ártico. Con esta expedición, paso a ser el primer chileno en haber realizado expediciones de largo aliento en ambas regiones polares de la Tierra: el Ártico y el Antártico.
A medida que progresamos en la ruta, la técnica para cruzar los ríos se va diversificando. En esta foto, Frank impermeabiliza sus piernas con bolsas secas.
Todo el Ártico bajo nuestros pies. Una vista desde la cumbre del Gunnbjørn Fjeld.
Los ríos sobre los glaciares de Groenlandia no llegan muy lejos, porque suelen desaparecer en profundos sumideros.
Un sumidero llevándose los deshielos hacia redes subterráneas de cavernas que drenan hacia el mar.
Navegando, el tiempo y el espacio adquieren otra medida. Foto de Harald Schmitt, fotógrafo de la revista Stern.