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De trekking por los Alpes Suizos

Como a mediados de julio me tocó ir por trabajo a Friedrichschafen, Alemania, a una feria internacional de productos Outdoors, junto a Mauricio y Gaby, los dueños de mi empresa, así que  pedí permiso para quedarme una semana extra y visitar Zermatt, uno de esos lugares soñados de los Alpes.

Texto y Fotos: Fernando Fainberg

Como aun no me he podido recuperar completamente de la lesión de mi hombro, en mi viaje a Zermatt no tenía pensado hacer nada espectacular (como el Matterhorn), sino conocer muy bien la zona, hacer harto trekking y ojalá poder subir algún 4.000 de los Alpes.

Luego de un corto y cómodo viaje de 4 horas en tren desde Zurich (una de las ciudades más lindas de Europa) llegue a Zermatt en la tarde del día martes 17 de julio. Apenas uno se baja del tren, sorprende de inmediato el pueblito de Zermatt, pues bulle de actividad y vida al aire libre, por todos lados se pasean gente con mochilas, bastones o bicicleta y está repleto de tiendas outdoors. Luego de caminar un par de cuadras, de pronto aparece en toda su magnitud el famoso Matterhorn, una de las montañas más lindas del planeta y sin duda una de las más famosas y que domina todo el valle de Zermatt.

Paisaje-alpino

Lagos Alpinos

Al día siguiente, luego de un buen descanso y una pasada al supermercado para comprar lo necesario, partí a mi primer trekking, en el cual quería recorrer toda la zona de los pequeños lagos que tienen una vista magnífica de los Alpes.

Partí subiendo un sendero bastante desconocido pues sube en línea recta una colina y que resultó ser la vía para entrenar para el Matterhorn, pues sube un desnivel de cerca de 800 metros en 1200 metros de recorrido (muy parado). Al salir del último tramo de bosque, llegué a la estación de teleférico de Sunnegga desde donde se tiene una vista increíble de las montañas de los Alpes. Desde este punto comienza el trekking de 5-Seenweg, que en casi 8 km. pasa por 5 hermosos pequeños lagos alpinos. A medida que iba subiendo, las vistas eran cada vez más espectaculares, y luego del cuarto lago decidí tomar otro sendero que me llevó cerca del glaciar de Findelgletscher. A pesar de estar muy alto, cerca de ahí se encuentra el refugio de Fluhalp, donde pasé a almorzar y tomar una cerveza mirando estas impresionantes montañas desde su terraza. ¡Ojalá en Chile hubiese algo así!

Sendero-5-lagos

Seguí mi trekking bajando a ver el quinto lago de la lista y luego volví a subir para alejarme de los senderos y caminos y recorrer un poco del Oberrothorn, una pequeña montaña de la zona. Seguí me recorrido hacia el norte y divisé otro sendero que llevaba al refugio de Täschhutte –lugar que visitaría en un par de días-, y seguí por este sendero hasta un mirador desde donde se ven los cerros Alphubel y Täschhorn, ambos sobre los 4.000 metros. Desde este mirador también tenía una vista increíble al Weisshorn y al Zinalrothorn, dos de las grandes montañas de la zona.

Como ya estaba comenzando a atardecer, volví al hotel por el sendero Direttissima que en solo 3 km. me llevó de vuelta a Zermatt. Llegué bastante cansado al hotel pues en 11 horas había caminado más de 20 Km y con un desnivel de más de 1200 metros.

Tarea para el 2013

Como el miércoles pasé casi todo el día viendo el Matterhorn desde lejos, el jueves partí a recorrer su famoso sendero, que en 10 km. lleva desde Zermatt hasta la estación de teleférico Schwarzsee, cerca de la base del cerro. Este parte internándose de a poco en esos maravillosos campos suizos y, con el correr de las horas, va ganando bastante altura, caminando entre bosques hasta salir a la meseta alpina, desde donde se tiene una vista privilegiada del Matterhorn y otras altas montañas de los Alpes, como el Breithorn, el Monte Rossa o el Dent Blanche.

Zermatt-y-Materhorn

Ya cerca del la estación decidí tomar otro sendero bastante más empinado que lleva directo al refugio Hörnlihütte, que está a escasos metros de donde comienza la ruta clásica al Matterhorn. Tentado, partí y ascendí algunos metros de la ruta, la que no es difícil. El otro año espero poder volver y con mi hombro en buen estado, poder escalar esta magnífica montaña.

Como todas las tardes en esta montaña, comenzó a llover y luego a granizar, por lo que partí de vuelta. Quería tomar el teleférico de en Schwarzsee de vuelta a Zermatt, pero llegué 10 minutos tarde y tuve que caminar de vuelta todo el sendero hasta el Hotel. En total este día caminé más de 25 Km con un desnivel de casi 1700 metros.

Problemas en Alphubel

Al día siguiente, partí de mi hotel al pequeño pueblo de Täsch, que queda a unos 10 km. de Zermatt, donde me iba a juntar con mis amigos Cristóbal Cox y Daniels Breuer, con quienes teníamos planeado subir dos montañas ese fin de semana, el Alphubel de 4.206 metros, un cerro fácil para los estándares alpinos y el Täschhorn de 4.490 metros, un cerro más técnico con algo de escalada en roca.

Matterhorn-desde-la-base

Después de subir al refugio Täschutte  (donde gracias a mi credencial de guía obtuve un gran descuento)  y luego de cenar y dormir, partimos muy temprano en dirección a la ruta normal del Alphubel, la cual va siguiendo un glaciar y luego un filo nevado, hasta llegar a un pendiente de unos 45º, antes de salir al ancho filo que lleva a la cumbre. Todo parecía bien pero la densa nube que nos acompañó en la salida se mantuvo todo el día y ya cuando estábamos en el glaciar, el viento, frío y nieve eran  compañía constante. Con la poca visibilidad y malas condiciones el ascenso  ya no era tan fácil; luego de subir por el glaciar a un ancho portezuelo, continuamos por un expuesto filo de nieve que a veces no superaba los 50 cm. de ancho y con sendas caídas de cientos de metros a cada lado.

Pasado este tramo, subimos por una pendiente pronunciada hasta llegar a la última parte del cerro, que debido al mal tiempo de los últimos días en la montaña, estaba con una capa de hielo, por lo que tuvimos que poner tornillos de hielo. Cristóbal fue de primero el primer largo y yo fui de primero en el segundo largo. La escalada más bien es un gateo en hielo usando la técnica de piolet daga, pero la caída y las condiciones eran tales que era mejor proteger ese paso.

Después de un descanso, llegamos al filo cumbrero, donde 300 metros más adelante estaba la cumbre principal. En la cumbre nos encontramos con una pareja de alemanes con quienes decidimos seguir juntos en la bajada, pues el plan era bajar por la otra cara del cerro y pasar la noche en un refugio de vivac.

Bajando-Alphubel

Desescalar y volver

Como se comenzó a nublar de nuevo, no fue fácil encontrar el filo y una vez que llegamos a él nos dimos cuenta que estaba bastante más difícil de lo que teníamos previsto. Después de ver las condiciones de la nieve y ver que desescalar era difícil, puse un “muerto” y rapeleamos a unas rocas donde podía hacer otro anclaje. Busqué otra roca que estuviese buena y coloqué un par de anillas, desde donde hicimos un segundo rappel, que no llegó hasta la siguiente roca grande, así que inventé una serie de anillas que permitieron llegar a un lugar seguro. Después de esto encontramos una cuerda fija de 10 metros por donde nos descolgamos y seguimos bajando, desescalando rocas y nieve con mucho cuidado pues el riesgo de caída era alto. Luego de una hora de desescalar llegamos a la parte más fácil del filo y por fin pudimos alcanzar el ansiado refugio.

refugio-alpino

Estábamos tan cansados que fue un agrado llegar a un lugar con camas y frazadas, una estufa a leña (con leña cortada) y que unos italianos ya habían prendido. Después de comer, mis amigos me dicen que definitivamente no tienen fuerzas para subir el Täschorn, por lo que al día siguiente salimos más tarde y nos fuimos tranquilamente por el glaciar, hasta una zona de rocas donde hay que desescalar unos 100 fáciles metros, pero que en dos nos obligaron a montar rappel. Para terminar el día, nos tocó un trekking fuerte por una buena pendiente hasta llegar al lugar donde habíamos dejado el auto. Desde ahí solo fue manejar varias horas hasta Zurich, donde terminó esta increíble aventura en los Alpes suizos.

Ultimo-largo-Alphubel