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Corriendo una maratón

El año 2012 me propuse correr mis primeros 42k y comencé a prepararme para el Maratón de Santiago del año 2013. Previamente había corrido 10k y dos veces 21k en la misma competencia, sentí que era hora de un desafío mayor. Pero nada me podría haber preparado para lo que estaba por venir.

 Faltan 43 días para que corra mi tercera maratón, y la verdad estoy muy nerviosa. A pesar de que lo he hecho antes, el desafío de una maratón es una experiencia distinta cada vez. Realmente en mi vida siempre he sido alguien que disfruta de correr, pero esta carrera son otras ligas.

 Cuando esa mañana empiezas a correr y es tu primera maratón, las cosquillas en la guata te acompañan, claramente estas asustada, ya que no sabes si podrás terminar, a pesar de todo el entrenamiento, la duda está ahí. Específicamente en Santiago, corre mucha gente, entonces jamás comienzas en la línea de salida. La cuenta regresiva llega a cero, y aún estas a 400 metros de poder partir la carrera. La muchedumbre comienza a moverse, y cuando finalmente llegas a la salida de la carrera todo queda atrás, tu estómago deja de doler, y a pesar de que estas rodeado de gente, sientes que eres tú contra el asfalto. Los primeros kilómetros son fáciles, el entrenamiento que has hecho te ha preparado para ellos. Pero en el kilómetro 30 la historia cambia… 

Dolor de piernas, de brazos, espalda, de todo!!! Sientes que no puedes más, y aún te quedan 12 kilómetros, las rodillas se doblan solas y todo lo que antes no te molestaba comienza a hacerlo.Hemos llegado a la muralla. De pronto miras hacia los lados y ves a la gente que no está corriendo alentándote, es como si supieran que en ese momento es lo que más necesitas. ¡Tú puedes! ¡No te queda nada! ¡Vamos por las mujeres!, son algunos de los himnos que te logran levantar cuando sientes que no puedes más, y realmente te ayudan a sacar fuerza que pensaste que no tenías. A todas las personas que salen a alentar a las calles realmente se agradece.

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Pasas a estas increíbles personas y viene el kilómetro 36, este es lejos el más difícil de toda la carrera. Las personas que corrían a tu lado empiezan a caminar o retirarse, tentándote a hacer lo mismo. Es que si antes realmente te dolían los músculos, no te imaginaste lo que venía ahora, el día de hoy me rio, pero en ese momento estas al borde del desgarro. Es difícil, aquí es cuando más piensas en retirarte pero tú puedes, hiciste todo para estar ahí, tu cabeza debe mantenerte en el juego, y si logra hacerlo, llegas a la parte más reconfortante de toda la carrera, la meta. Cruzar esa meta, a pesar de que hace un minuto estabas en el infierno, es la mejor sensación del mundo. Darte cuenta de que eres capaz de un reto así, te hace sentir invencible.

A pesar de todo el dolor y sacrificio, lo volví a hacer, y ahora por tercera vez. Luego de esto me prepararé para 50 kilómetros. Nuestro cuerpo es capaz de cualquier cosa, la mente es la que nos detiene. El maratón es un desafío épico, de verdad, pero es algo que podemos y debemos hacer aunque sea una vez en la vida.

Desafiémonos más allá de nuestros límites y seremos recompensados.

Los invito a correr, si tienen cualquier duda siempre pueden contar conmigo.

Llenemos el mundo de maratonistas.

Sobre Fernanda Undurraga:

Mi nombre es Fernanda Undurraga, tengo 24 años, soy periodista, chilena y amante del deporte. En los últimos años de mi vida me he dado cuenta lo dificil que es muchas veces para nosotras las mujeres llevar una vida sana, especialmente porque estamos constantemente bombardeadas por las tentaciones…)

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