El Parque Aguas Claras, Bike Park Farellones y La Parva, Valle Bike y Valle las Trancas, son cinco de los parques más visitados en Chile por los expertos de esta disciplina.
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Temporada de montaña: los parques ideales para hacer trekking en Santiago
El panorama ideal para disfrutar de la naturaleza, del aire libre y del deporte. Desde recorridos para quienes están partiendo en el trekking, como para los más experimentados. Estos son los parques y senderos disponibles en la Región Metropolitana.
Continue readingEl desafiante sendero que cruza el Parque Tantauco
La ruta Transversal tiene 52 km de longitud desde la zona de Chaiguata hasta Caleta Inío con una duración aproximada de tres a cinco días. En el trayecto, se atraviesa una amplia área del Parque Tantauco con grandes turberas, bosques de tepú, ciprés de las guaitecas y el diverso bosque Nord-Patagónico.
Continue readingPatagonia estrena “Lawqa”, documental que busca recuperar un Parque Nacional
Este 18 de diciembre se estrena esta pieza fílmica protagonizada por el pescador con mosca, Gabriel Benoit. Un recorrido solitario en mountain bike por rutas y senderos olvidados, donde la pesca con mosca adquiere un nuevo significado: rescatar la naturaleza altiplánica de los efectos de los relaves abandonados y la actividad minera.
Una vuelta por Torres del Paine
El Parque Torres del Paine tiene muchos atractivos que lo hacen un lugar único en el mundo, desde montañas de mas de 3000 metros de altura, glaciares con paredes que superan los 30 metros de largo y lagos de color turquesa.
Escalada en Quimsa Cruz, Bolivia: LA CORDILLERA DE GRANITO
La Cordillera de Quimsa Cruz (“3 Cruces” en aymara), es un impresionante cordón montañoso de alrededor de 30 kilómetros de longitud, ubicado al sur de La Paz, en Bolivia, que alberga bellas montañas nevadas y glaciares hacia el sur, y hacia el norte mu- chos torreones y paredes de roca. Lo cual lo hace un lugar bastante atractivo para escala- dores y montañistas de diferentes lugares del mundo, entre ellos están Andrea Cáceres y Óscar Marín que nos cuentan su experiencia.
Texto: Andrea Cáceres / Fotos: Óscar Marín y Andrea Cáceres
En un comienzo, con mi com- pañero Óscar Marín, regresamos a la Cordillera de Quimsa Cruz, con el fin de terminar una nueva ruta que origina- mos el pasado mayo de 2015. Aquella vez, llegamos al valle equivocado (queríamos ir al de las rutas ya abiertas, llamado valle Laguna Chilliwani) y, al darnos cuenta de esto y con nuestras inmensas ganas de escalar, vimos una hermosa fisura de unos 650 metros, ¡y de puro granito! Así que allí nació el proyecto llamado “Emancipados”, ubicado en la cara suroeste del cerro Cuernos del Diablo. Para nuestra suerte, no había indicios de escaladas anteriores, así que dejamos cordines y mosquetones para los rapeles. Pero como no teníamos más días, sólo abrimos unos 170 metros de una hermosa escalada de fisura y placa. Nuestra intención era llegar a cumbre, por lo que nos propusimos hacer un nuevo viaje a futuro para terminar el proyecto.
El regreso a Quimsa
En julio del 2016, en la Paz, compramos una buena cantidad de comida, tomamos un bus hacia Viloco, pequeño poblado minero al sureste de la capital, para luego caminar unas 3 horas e instalarnos en Kuchu Mokoya, lugar ideal para acampar y aclimatar a 4300 msnm, con agua de cor- dillera, y una vista hermosa hacia el cerro Saturno.
El primer día, escalamos en la pared de Las Vizcachas, donde hay unas rutas de escalada deportiva que están a 15 minutos del campamento, y ese mismo día, fuimos a portear un poco de equipo, para el día siguiente ir a conocer el cerro Saturno.
La primera parte de la aproximación de esta gran montaña de granito era una maravilla; la laguna Blanca era un gran espejo que reflejaba las montañas y el cielo, diferentes tipos de aves volando en el atardecer y un aire helado típico de altura. Dejamos las cosas cerca de la laguna y nos levantamos a las 5 am del día siguiente, caminamos unas 4 horas hasta los pies del Saturno a 5000 m.s.n.m y escalamos unos 70 metros hasta una repisa. Este envión nos sirvió para aclimatar y conocer un poco más de cerca los “anillos” del Saturno.
Ya aclimatados, subimos nuestro campa- mento (4800 msnm) al valle que nos deja
a los pies de la cara oeste del Cuernos del Diablo. Teníamos sol desde las 9 am, no había agua, y para ahorrarnos gas, resolvi- mos dejar nieve en las ollas al sol, y cuando volvíamos en la noche, ya estaba líquida. Pasamos 3 días “reabriendo” la ruta, había mucha nieve y hielo por la época invernal y exposición, y sólo teníamos equipo de roca, así que con las manos congeladas, limpiá- bamos y escalábamos. El avance era muy lento, logramos abrir 3 largos más, con muchos metros sin poder proteger. Cada vez había más nieve y más frío. Mientras teníamos los pies hundidos en la nieve tratando de avanzar, mirábamos al frente una tentadora pared con exposición norte, con mucho sol, llamada Monte Rosa. Así que decidimos bajar para el siguiente día intentar esa pared.
Monte Rosa fue nuestra primera cumbre en Quimsa Cruz, trepamos sin necesidad de cuerda y sin parar, hasta que encontramos una perfecta fisura, la cual aseguramos y que nos llevó hasta la cumbre. Gritábamos de felicidad y de locura, desde allí observa- mos la majestuosidad del nevado Illimani entre las nubes semejantes a algodón y las docenas de agujas y torres de granito, aún muchas de ellas vírgenes, que sobresalían en la Cordillera de Quimsa Cruz.
Después de bajar nuevamente a Kuchu Mokoya, conseguir más comida en Viloco,
y descansar un poco, decidimos ir al Valle Laguna Chilliwani, donde están la mayoría de las paredes más conocidas del lugar. Partimos temprano, y a eso de las 8:40am, estábamos mirando las llamativas paredes del lugar, como La Gran Muralla, Las Tenazas, La Flama y El Obelisco entre otras. Escalamos El Obelisco, que está justo en un portezuelo que mira hacia los Cuernos del Diablo y que, por su ubicación, corre muchísimo viento. La escalada ahí era muy vertical, bella y ¡gélida!, por lo que la cumbre fue fugaz: llegamos arriba
y nos tomamos una foto con labios azules de frío y bajamos. De vuelta, marchábamos contemplando la maravilla en la que está- bamos inmersos, y antes de salir del valle, vimos la linda pared de Los Porotos con una hermosa ruta de escalada deportiva que terminamos escalando para finalizar la jornada.
Mientras preparábamos la cena en el cam- pamento, nos dimos cuenta que llevábamos unas dos semanas en el lugar, no habíamos notado el pasar del tiempo, ya no mirába- mos la hora ni el calendario, no teníamos comida, pero sí motivación para seguir conociendo y escalando. Al otro día, mien- tras analizábamos qué hacer con nuestras vidas, se acerca un amable minero que nos regala una grata conversación, panes, un atún y frutas. A los 20 minutos, llegan dos tímidas y simpáticas señoritas que nos traían más provisiones. Y, claramente, eso nos dio una respuesta definitiva. Al día siguiente, nos abastecimos nuevamente en el pueblo y con Óscar teníamos la misma idea: ¿Démosle un intento real al Saturno? ¡Vamos!
Sobre la perseverancia
El Saturno es el cerro de granito más sobresaliente y grande en el valle Kuchu Mokoya, tiene alrededor de 5.500 metros de altitud, y dos peinetas de agujas de granito que franquean sus faldas, una suerte de anillos protectores de roca. Nuestra inten- ción era escalar una ruta llamada “Plaza Alonzo de Mendoza”, abierta en mayo del 2010. No encontramos mucha información de la ruta y menos de la aproximación, sin embargo, como habíamos ido un par
de semanas atrás, ya sabíamos que había mucho acarreo, caídas de piedras y algunas secciones de caminata y trepe que reque- rían de concentración, si no queríamos ir rodando hacia el infinito valle. Después de alrededor de 3 horas y un poco más, llega- mos al pie de vía. Aún no llegaba el sol, por consiguiente, para no enfriarnos, inmedia- tamente comenzamos a ordenar las cuer- das, nos pusimos los arneses, y todo el equipo. Partí escalando el primer largo, era una especie de chimenea con fisuras llenas de musgos y a veces roca suelta, cada vez que limpiaba para poner una que otra protección, me caía mucho polvo y musgo en los ojos. Era una sensación extraña, porque me sentía incómodamente feliz por el hecho de estar escalando algo tan nuevo para mí y no tener idea hacia dónde tener que ir exactamente, sólo escalar, y no pensar en nada más. En un momento, divisé el primer clavo, así que continué por esa línea de chimeneas extrañas, hasta que armé un anclaje o reunión. Después, le tocó el turno a Óscar, y así sucesivamen- te. En los primeros 250 metros, íbamos encontrando algunos cordines bastante deteriorados por el sol y eso nos indicaba que íbamos por la línea correcta. Después de unos 280 metros de escalada, llegamos a una especie de mini cumbre y desde allí, destrepamos unos 50 metros por un raro filo de rocas de todos los tamaños, pegadas por el hielo, con abismos por lado y lado, hasta llegar a la siguiente sección de pared por la que no teníamos idea por dónde seguía la ruta. Visualizamos un sistema de fisuras, la cual Óscar escaló esperando encontrar algún indicio de algo; cordines, clavos o lo que fuera, pero nada. Estiró la cuerda al máximo y armó el anclaje, y así continuamos, la escalada se tornó bastante extraña y más larga de lo que creíamos; rocas gigantes, algo así como cientos de refrigeradores y containers montados unos sobre otros, a veces pegados por hielo, no muy protegibles.
Seguimos sin parar, ¡hasta la cumbre!, el paisaje era alucinante, el anaranjado
sol se escondía en el horizonte detrás del Illimani junto con pequeñas nubes rojizas. Este bello escenario nos indicaba que quedaba poca luz, por lo tanto, buscamos la mejor alternativa para descender todo lo escalado. Inventamos una bajada, dejando cordines y mosquetones. Bajamos toda la pared de noche, con una linterna mala y con la temperatura que bajó abruptamente. La noche era el más bello de los espectá- culos, la luna llena iluminaba todo el valle. Pisamos el suelo felices, riendo y con algo de hambre, luego de 18 horas sin parar. Bajamos lentamente el acarreo, y camina- mos muy tranquilos hasta el campamento, parando de vez en cuando a observar la luna, hidratarse o morder un chocolate. No había apuro alguno.
Al siguiente día, desarmamos campamento y caminamos de vuelta a casa, pensando en volver a este mágico lugar, contentos, agradecidos de todo y de estar haciendo lo que más nos apasiona y estando en el lugar que más amamos: las montañas.
El Mejor Secreto de Atacama, Lagunas Bravas
El despoblado de Atacama se caracteriza por su extrema aridez y desolación,resultando particularmente inhóspito su sector cordillerano, denominado Puna de Atacama. En medio de esas inmensas soledades salpicadas de vida y color, el Proyecto Chasqui del Club Lonko Mawida se interna en busca de uno de los lugares más hermosos y prístinos de los Andes Atacameños.
Cabo de Hornos es elegido uno de los destinos ecológicos del planeta
En la segunda versión del ranking los 100 destinos más sustentables (Top 100 Sustainable Destinations) se incluyó a la Reserva Mundial de la Biosfera Cabo de Hornos por su calidad ecológica.
8 meses en Australia: Big Ocean Road
Santiago Bullemore nos cuenta su experiencia de backpacker en el primero de una serie de artículos en que irá mostrando diversas posibilidades en la costa este de Australia, con consejos de viaje, sobre panoramas y actividades al aire libre
Texto y Fotos: Santiago Bullemore
Suena la alarma a las 4:30 de la mañana, me despierto soñoliento y desorientado, luego de unos minutos me doy cuenta de donde estaba; me encuentro en un hostal en Melbourne, me levanto rápidamente y despierto a mis amigos para prepararnos a nuestro destino. Puntualmente salimos a las 5 AM de Melbourne para ponernos en ruta hacia el Great Ocean Road, y el Parque Nacional Port Campbell que queda aproximadamente a 3 horas manejando desde la ciudad antes mencionada.
La primera parada fue en una estación de servicio para tomar un desayuno expedito y no perder tiempo de lo que se nos venía. Luego de estar 2 horas en la carretera con tierras sin cerros que no podía ver donde terminaban, pudimos ver la costa, con mar abierto.
El lugar se llamaba Bells Beach e investigando supimos que era perfecto para hacer surf, deporte que en Australia es muy popular y es típicamente inculcado a los niños de muy pequeños. Puedes ver en todos los garage de las casas tablas de surf y, en toda playa que vas, te encontrarás con gente surfeando.
Nosotros que no somos nada expertos en hacer este deporte nos propusimos aprender durante todo nuestro viaje. En este lugar nos metimos con unos softboard y nos hicimos amigos de un surfista llamado Mick, que nos contaba que en este lugar hacen campeonatos de surf todos los años y filmaron la escena final de la película Point Break. Luego de varias caídas, tuvimos progreso gracias a los tips de Mick, pero decidimos seguir con nuestro viaje
Loch Ard
Subimos al auto y nos embarcamos en un viaje de 1 hora para llegar a la zona de Los 12 Apóstoles. Lo primero que nos dio fue una emoción indescriptible, ya que habíamos escuchado tantas veces de ese lugar, era un paisaje increíble donde veíamos estas esculturas naturales paradas en la mitad del mar; nos contaron que se han ido cayendo, por lo que pudimos contar en total 7, donde originalmente existían 12.
Siguiendo el camino a unos 7 minutos manejando nos encontramos con Loch Ard Gorge; había que bajar unas escaleras muy empinadas, era una pequeña playa rodeada de acantilados que protegía del viento, aprovechamos de hacerle una sorpresa a uno de los integrantes del grupo, que estaba de cumpleaños, sacando un torta y cantándole. Luego de una hora seguimos rumbo a Melbourne para seguir el día siguiente con actividades
Yarra River
En Melbourne, nos despertamos temprano para comenzar a hacer deporte; teníamos ganas de hacer kayak por el río principal de la ciudad llamado el Yarra River y encontramos un recorrido que duraba aproximadamente dos horas y media.
Se navegaba en un tramo muy tranquilo, que tenía una mezcla de naturaleza pura y ciudad; durante el trayecto podíamos ver muchos equipos de remo de colegios entrenando. Al terminar el recorrido, arrendamos unas bicicletas y fuimos a Brighton Beach, famosa playa de las bodegas de colores, donde paramos a sacar unas fotos y seguimos nuestra ruta. Al finalizar el día teníamos que conocer la parte culinaria de la ciudad, fuimos al Victoria Market, donde encontrábamos comidas de todas partes del mundo, muy buena música y gente muy alegre. Yo probé algo de la gastronomía tailandesa y finalizamos con una rica y helada sangría española.
Consejos de Viaje
Alojamiento
Melbourne: Home at The Mansion
Encontramos un Hostal perfecto para backpackers, en un antiguo edificio grande, con ambiente joven y simpático. A pocas cuadras del centro de la ciudad.
Great Ocean Road: La mejor opción para estar rodeado de naturaleza es quedarse en los camping, para este recomiendo quedarse en los campings de Apollo Bay o los que se encuentran antes de este; en la carretera se pueden ver varios, y tienen todas las comodidades como baño, un supermercado cercano y algunos parrillas.
Comida
Melbourne: Si o si tienen que ir al Victoria Market, los miércoles por la noche, pueden encontrar todo tipo de comida predominando la comida asiática, es un espacio muy rustico pero entretenido. ¡Solo abre los miércoles!
Great Ocean Road: Australia se caracteriza por su plato típico, que encontrarás en cada esquina, es el Fish and Chips, y que mejor empezar la travesía con el clásico que ofrece en el restaurante Apollo Bay Seafood Cafe
Actividades
Deportes
Melbourne: La mejor manera de recorrer la ciudad es haciendo deporte, en todos lados encontrarás bicicletas para arrendar, es una ciudad hecha para este deporte. También puedes encontrar otros como el Kayak y Treking cercanos a la ciudad. Hay que destacar que Melbourne es la casa de un evento Grand Slam de Tennis, el Australian Open.
Great Ocean Road: Para comenzar el surf es el deporte más visible de este país, en todas las playas siempre habrá algún surfista. El buceo lo encuentras también en toda la costa, sin embargo lo que ocurre en el sur de Australia no se compara con lo que mostraremos en el norte. La pesca es muy habitual, si tienen tiempo instálense con su caña de pescar y luego en la noche pueden aprovechar su parrilla.
Flora y Fauna
Australia se caracteriza por la vida silvestre que alberga, hay que respetar y cuidar a todas las criaturas que te encuentres en el camino, es muy común ver arañas de todos los tipos, algunas muy venenosas y otras que ayudan a mantener el ecosistema del lugar. Si van en el verano hay que tener cuidado con las serpientes.
Pregunten siempre a locales buenas rutas, es lo mejor que pueden hacer ya que en internet pueden encontrar pero se van a marear con tanta información; nosotros preguntamos a las personas que trabajan en el mismo hostal que han hecho más de una vez lo mismo que nosotros queríamos hacer, así les dan las mejores recomendaciones pare el tipo de viaje que estén realizando.
Drone explora por primera vez la cueva más grande del mundo
Hang Son Doong es la cueva más grande del mundo y sólo fue descubierta en 1991. Situada en el Parque Nacional Phong Nha Ke Bang en Vietnam cerca de la frontera con Laos, La cueva tiene aproximadamente 6,5 km. La cueva tiene su propia selva y su propio clima, es verdaderamente una maravilla del mundo. Pero debido a su inaccesibilidad ha sido poco explorada y recién fue atravesada por completa en 2010.
Ahora, el mundo finalmente verá en detalle este asombroso lugar, gracias a las imágenes tomadas por un drone del fotógrafo estadounidense Ryan Deboodt. El vídeo revela una verdad inmensa, una espectacular cueva que Deboodt describió como un planeta alienígena.
La Antártica como nunca la habías visto
Esta película fue rodada durante nuestro viaje de 20 días a la Antártica en diciembre 2014 a enero 2015.
Partimos en Ushuaia y nos fuimos a Puerto Williams, redondeado el Cabo de Hornos y cruzado el Paso de Drake hacia las Islas Melchior en la Antártida. Pasamos 16 días en la Antártida.