Desde las cercanías del lago Rupanco, esta cordada de amigos de Talca intenta la cumbre del desafiante volcán. 1000 metros de desnivel desde el Campo Base, en un ascenso que por la misma estructura del Puntiagudo, queda importantemente en manos de la montaña.
Texto: Carlos Bravo Fotos: Max Villar
Primera salida después de 8 meses como cordada, luego de concluir procesos internos que nos hacían descansar el cuerpo, para fortalecernos en pos de lo que se viene, donde nuestro principal objetivo poder ascender una ruta de dificultad TD+ en el volcán Chimborazo en Ecuador, en un viaje que esperamos poder concretar nuestro viaje a fin de año.
Nuestro primer objetivo sería el volcán Puntiagudo, de 2.493 msnm, ubicado en la X región. Es un destino mediático y lleno de incertidumbres en sus ascensos, aunque lo más destacable es su imponente hermosura, que obliga a cualquier persona a detenerse ante su presencia. Todo este viaje lo haríamos en compañía de un invitado de honor, nuestro amigo Erasmo González, más conocido como “Moreno”.
Luego de completar nuestro viaje de aproximación (ver recuadro), llegamos a la hostería Puntiagudo Lodge, donde dejamos el vehículo. Estando ahí conversamos con la dueña del lugar, Robin, para darle a conocer nuestras intenciones y que nos diera algunas referencias del camino a seguir. Rápidamente ordenamos nuestro equipo y nos pusimos en marcha, a eso de las 13.30 horas.
De suerte a los quilantos
El sendero sale a la derecha del Lodge, comenzando por un viejo camino maderero, el cual llega -luego de unos 30 minutos- hasta la casa de Don Tito, a quien hay que pedirle permiso y pagarle 2 mil pesos, por persona. Desde la casa del antes mencionado caballero, se sigue un sendero bastante claro, que vuelve a conectar con el viejo camino, hasta alcanzar una segunda cerca. Aquí hay que elegir la alternativa de la derecha; luego de esto la ruta se ve bien clara, pasando por cerca de 20 minutos entre canalones y raíces, hasta llegar a un tramo más confuso en el bosque.
Entre la vegetación uno alcanza a encontrar un cruce de senderos, donde se debe tomar el camino de la izquierda, el cual nos llevó (¡de suerte lo escogimos!) al sector de unos quilantos –que se ve mucho más húmedo y tupido-, hasta salir, luego de unas 4 horas, del bosque. Una vez conseguida esta parte del trayecto, seguimos un filo de un cerro con forma domo hasta superarlo, pero nos dimos cuenta que nos faltaba bastante para alcanzar el campamento base, a los pies de la arista noroeste.
Ya era tarde y se oscurecía, así que bajamos la loma e improvisamos un campamento, luego de extenuantes 6 horas de marcha. Hicimos la terraza y armamos la carpa, para cocinar rápido, hidratarnos y dormir algo.
Todo en simultáneo
A las 04:30, luego de una no muy agradable noche -a causa de un saco olvidado en Talca, cucharita-, nos equipamos para comenzar un largo acercamiento hasta la base del torreón, una proeza que toma 4 horas, aproximadamente, por la hermosa arista noroeste.
Una vez en pie, todo el cansancio desapareció y la motivación subió al máximo. Nos encordamos, con el plan escalar en simultáneo, por lo tarde que ya era. Veíamos, desde nuestra posición, como 3 amigos de Santiago demoraban mucho en su escalada Nuestro amigo Moreno iría al medio y el consejo para él: “¡No hay opción de caída!
Comenzamos de entrada una travesía ascendente, en dirección al este, que abrió Max. La pendiente máxima es de 60º, con algunos tramos de hielo bien entretenido, para luego conectar con la rampa de nieve. Al llegar a ésta, Max me pasa el mando y me lanzo de lleno a escalar; la rampa modera la inclinación del ascenso a 50º y vamos subiendo en simultáneo. En la mitad de la tarea avistamos a la cordada santiaguina, que nos pregunta cómo vamos subiendo; se motivan y nos siguen en el mismo estilo, hasta el final de la rampa.
Ahora es el turno de Max, quien abre la segunda travesía ascendente, ahora en dirección oeste. Al igual que la primera, tiene algunos pasos aéreos y exigentes.
Travesía aérea
En este punto unimos fuerzas con los amigos de Santiago. La idea era hacer un largo por seguridad, porque las coliflores desplomadas intimidan a cualquiera. Max comienza la travesía… pero al cabo de unos metros pierde comunicación. Cada vez queda menos cuerda, Max no para, así que rápido anclo a Moreno a la cuerda. El único consejo que le puedo dar es que no se caiga, sino nos vamos los tres para abajo. Después de esa dosis de sicología sincera, empezamos la travesía, que es de unos 40 metros y alcanza unos vertiginosos 70º.
Me hago cargo del último relevo y rápido abro la ruta hasta la cumbre; experimentamos uno que otro paso vertical y una pendiente muy fuerte de unos 75º al final, con nieve polvo que impedía pensar en algún seguro.
Ahí estábamos después de 12 horas. En la cumbre, los 3 cansados, pero muy contentos La bajada ni se las cuento, a puros hongos de nieve y con una estaca en el último rappel, por las malas condiciones del terreno. Menos mal la noche nos alcanza en la base del torreón. Es un fugaz viaje, que deja muchos momentos lindos
Agradecimientos
Esta historia fue posible gracias a Lippi y Zamberlan.
Equipo necesario
2 cuerdas de 60 metros, 8 mm.
1 par de piolets técnicos
1 par de crampones
4 estacas
4 tornillos de hielo
8 cintas express alargadas
Pala de Nieve,
Raquetas
Cordines
Cascos
Arnés
Descendedor
3 mosquetones con seguro
Vestuario técnico invernal
Carpa para 3 personas
¿Cómo llegar?
Nosotros, desde Talca, tomamos la Ruta 5 Sur, en dirección a Osorno. Son 695 km. desde nuestra ciudad; ingresamos por el peaje que se encuentra más al sur (después del principal que lleva al Paso Internacional Cardenal Samoré) y continuamos por la ruta U-55, hacía el balneario de Las Cascadas, ubicado en la ribera oriente del lago Llanquihue. Aproximadamente en el kilómetro 55 existe un desvío, a mano izquierda, que después de unos 10 km. se encuentra con un cruce, indicado por un letrero que dice Puerto Fonck, en el cual doblamos nuevamente a la izquierda. Seguimos por este camino de ripio y después de unos 18 km. conectamos con el camino de la hacienda Rupanco, sector Las Nieves. En este punto doblamos a la derecha, tomando la ruta U-91, hasta un sector de la ribera sur del lago Rupanco, denominado bahía Escocia. Son 30 km. desde el desvío para llegar al punto de partida en Puntiagudo Lodge. Contacto: Robin Laurich 9-6434247 puntiagudolodge@gmail.com