A propósito del próximo estreno del documental Alambre del realizador Matías Sepúlveda, Alan Muñoz, el mejor exponente chileno de la especialidad, nos cuenta un poco de la historia detrás de sus últimos años de carrera, centrándose en las competencias de la IBA (International Bodyboard Association) y lo que piensan distintas figuras mundiales sobre el bodyboard local. Aunque en Chile no es un deporte que pueda acceder a fondos ni apoyo del estado con la misma facilidad en que otras disciplinas, la pasión de Alan lo llevó a dejar las olas de El Tabo, en la V región, y mudarse a Iquique, donde hasta el día de hoy entrena para mantenerse entre los mejores del mundo.
Texto: Alan Muñoz
Fotos: Pablo Jiménez
Comencé mi práctica en El Tabo, provincia de San Antonio, a la edad de 11 años. Tuve la suerte de conocer amigos que iban con sus padres a la playa, un grupo donde yo me empecé a sumar. Después me compré una tablita de esponja, que me costó en ese tiempo como $2500 pesos, con un amigo que me la vendió usada. Ahí comenzó la gran aventura: fuimos conociendo personas que se metían con traje y con aletas, así que nosotros también nos comprarnos nuestras cositas y empezamos a meternos con ellos. Aprendimos con gente que ya practicaba el deporte y eran mis amigos de El Tabo; terminado ese primer verano, fue tan entretenido el bodyboard que lo seguí haciendo y se convirtió en pasión.
Uno de los amigos más importantes de mi niñez era Matías Sepúlveda, que es mi brother de toda la vida. Empezamos a surfear juntos y los dos éramos muy yuntas. A cada playa que íbamos y con cada maniobra que sacábamos, todo el tiempo aprendíamos y nos íbamos potenciando. También surfeaba con Danton Correa, un amigo de Algarrobo que tiene un alto nivel. O Alex Castillo que tiene como unos 10 años más que yo, y que siempre ha sido un gran apoyo. Cuando era más niño siempre requerí su ayuda, ya que era una persona más adulta.
A Iquique
En esos tiempos corríamos en Castilla y Chepica, que son olas que tienen bastante tamaño pero no son perfectas. ¿Qué hace una ola perfecta? El fondo, la poca profundidad y que el fondo sea parejo para que la ola reviente de forma paulatina, hacia un costado. La ola de La Castilla, rompe sobre roca, y Chepica, que es un beach break, con fondo de arena, me ayudaron a obtener seguridad, a crecer y aprender. Tienen hartas corrientes, a veces el mar puede estar revuelto y peligroso, pero creo que fueron el complemento ideal para enfrentar las olas que iba a encontrar en el futuro.
Ya cuando tenía 14 o 15 años y entraba a la Enseñanza Media fue cuando me di cuenta que me encantaba el deporte y lo quería practicar por siempre. Después que terminé el colegio me vine a vivir al norte, a Iquique. Quería competir pero era difícil, porque no tenía los recursos, así que tuve que trabajar para poder sobrevivir. Hacía de garzón, como 6 meses, juntaba toda la plata que podía y luego surfeaba otros 6 meses, sin trabajar, dedicándole tiempo completo al agua. Luego me puse a estudiar Educación Física; eso fue por dos años, hasta que tuve una lesión en la rodilla que me dejó parado como 7 meses. No quise dejar el agua, así que abandoné la universidad. Eso fue como en 2009, cuando me auspició la tienda Erizos.
El Camino al Mundial
El documental es un seguimiento que comenzó en 2010, en puntos clave que son los mundiales de bodyboard. La idea era mostrar el desarrollo de lo que yo hacía en competencia, y sumarle la opinión de mucha gente que considera que hay falta de apoyo al deportista chileno en esta disciplina. Tenemos olas impresionantes; como las de Iquique que es espectacular; y realmente si uno quiere adquirir nivel, tiene que estar surfeando olas de esta calidad. Son las mejores olas de Chile, olas de reef, fondo de piedra y más perfectas.
Pero también hay deportistas que son grandes promesas como Matías Díaz, o Joshua Toledo, o mi amigo que antes mencionaba, Danton Correa, que es de mi generación. Corren super bien pero en el bodyboard no tenemos el apoyo que corresponde.
Mi historia en el Mundial partió en la fecha de Antofagasta en 2012, donde quedé segundo y me gané un premio de $2.700.000. Ese fue el puntapié para decir: ¿qué decisión tomo? ¿pienso en mí o pienso en mis sueños? Como cualquiera, podría haber invertido en estudios, o juntar más plata para una casa, comprar un auto… pero mi decisión fue invertir en el deporte. Así fue como hice un viaje siguiendo el tour por Brasil, México e islas Canarias.
En Brasil fue difícil; aquí en el Pacífico tenemos olas super agresivas, con fondos que nos permiten condiciones privilegiadas y mucha fuerza. El Atlántico es diferente, su profundidad fuera de la costa es poca, por lo que onda va perdiendo fuerza a medida que se acerca. Brasil tiene eso; en Copacabana nos tocaron olas chicas, y no pude hacer el surfing tan explosivo al que estoy más acostumbrado.
Alambre
Los brasileños se manejan bien en su condición. Igual obtuve puntos valiosos y con esto me di cuenta que tenía que mejorar, y empecé a buscar olas parecidas. Aquí en Chile, le verdad, somos un poco mañosos, y si no está buena la ola no surfeamos. Creo que hay que tener el complemento, para poder enfrentarse a cualquier condición.
Luego de eso, Puerto Escondido, en México fue super bonito: el agua es caliente y la ola es grande. Como es fondo de arena, a veces uno puede estudiar mucho el mar, pero sube o baja la marea y eso puede definir que la izquierda desde un lado de la playa se vuelva más constante, o se vaya a la derecha. Al final pasé una ronda muy bien, con una maniobra de una puntuación de 9.70 y algo. Pero luego no logré pasar: escogí una estrategia pensando que la ola se iba a la izquierda, pero se fue a la derecha y nos disputamos la posición en el agua con otro competidor. Se me hizo complicado y no pude seguir.
Aquí sí aproveché el viaje, porque me quedé como un mes más entrenando, para conocer mejor la ola y superarme, aprovechando las condiciones.
Y la última etapa de 2012 fue en islas Canarias. Aquí la localía es bastante fuerte, todos lo hacen muy bien, porque tienen las mejores olas del mundo, ¡son gigantes! Encontrar un punto donde surfear y entrenar era bastante difícil, así que en la competencia me sentía frío, sin conocer bien la ola ni adquirir la confianza que necesitaba. Igual pude pasar en esa ocasión al cuadro principal. Me topé con el mejor surfing del mundo, y pude seguir el desarrollo de los mejores atletas del mundo, con su rutina de entrenamiento, cómo se preparan y cómo se ven en el agua.
En 2013 logre quedar dentro de los mejores 10. Quedé super contento y logré también tener buena participación en Chile, en El Gringo, que en verdad es una de las mejores olas del mundo y una de las más agresivas: tiene unas rampas espectaculares, unos tubos increíbles, y requiere de una gran destreza surfearla ¡Es super peligrosa! Fue un año muy lindo, y ahí en el documental se puede ver mucho material, por todos los campeonatos que tuve.
El Documental
Alambre fue una idea de mi gran amigo Matias Sepulveda, con Traumar Producciones, quien se apasiona por este deporte y refleja la realidad en Chile desde el bodyboard, con la falta de auspiciadores y él por qué, los deportistas chilenos no están en el tour mundial.
El estreno internacional de Alambre fue el 26 de septiembre pasado, con más de 2.000 personas de público, en el festival de cine de bodyboard SintraFest. En Chile se viene el mundial de bodyboard ISA, que se realiza entre el 6 y 14 de diciembre en la ciudad de Iquique. Es un mundial donde se compite por países, con sus respectivas selecciones y donde iremos en busca del oro para Chile, además de hacer el estreno nacional de Alambre: Camino a la Victoria. CVe el tráiler siguiendo el código QR.
Agradecimientos
Agradezco a Ananda Surftraining, de Javier Romero, que es un gran surfista proveniente de Iquique, un gran auspiciador al costado de otro grande: el hostal Uma Jaqi de Iquique donde desarrollo mi entrenamiento a diario. También destaco el gran apoyo de siempre con Erizos Surf Brand, Zion Wetsuits y South America Unite.