Trekking Pampa Frutilla lago Constancia

El Parque Nacional Puyehue es uno de los más grandes y más visitados de nuestro país y sin embargo aún esconde parajes vírgenes y raramente visitados. Esa cualidad es la que me impulsó durante años a recorrerlo de forma casi completa, descubriendo paisajes increíbles (como el lago Constancia o el cerro Pantojo) a los que a veces solo se llega después de explorar bastante.

Texto y Fotos: Fernando Fainberg – www.dav.cl

Durante años he guiado a turistas de diferentes partes del mundo que vienen a hacer trekking por lo remoto y lejano de nuestros parajes. Este año, entre el Club Alemán Andino DAV y Anticura (mi pequeña empresa de guiado e instrucción en montaña) decidimos organizar un trekking a Pampa Frutilla – Lago Constancia, ya que no siempre se tiene la posibilidad de acceder a lugares tan bellos como estos. Como la respuesta fue tan buena, tuvimos que hacer dos expediciones seguidas, con solo algunos días de descanso entre medio.
Estas expediciones, al ser en su mayor parte por áreas donde no hay sendero, se caracterizan por no tener ningún tipo de apoyo en terreno, y los participantes deben cargar sus propias mochilas con todo lo necesarios para pasar 8 días caminando por diferentes tipos de terreno y con cambios de clima que van desde días soleados espectaculares, a tormentas de nieve y temperaturas bajo cero.
Fueron siempre ocho personas más el guía en cada expedición,con condiciones atmosféricas que constituyeron aventuras bien diferentes para cada viaje.

De Mono y Ramas

Partimos el viaje desde Osorno en dirección del centro de ski Antillanca, para desde ahí hacer la primera mitad de este viaje, que en cuatro días recorre desde el cráter Raihuén hasta la guardería Anticura, pasando por el volcán Casablanca, un maravilloso valle escondido, bosques de Lenga vírgenes, el lago Mono y la Pampa Frutilla.
Con este primer grupo, partimos con un día muy bonito que nos permitió ver todos los volcanes del sur y llegar a nuestro campamento sin problemas, donde incluso nos bañamos en las heladas aguas de un estero cristalino. Lo malo fue que al día siguiente tuvimos tormenta con fuerte lluvia, lo que nos obligó a quedarnos un día entero encerrados en la carpa. El tercer día caminamos varias horas por los faldeos del volcán Casablanca en dirección al cordón del Fiucha, hasta llegar a un frondoso bosque de lenga, el cual hay que cruzar como se pueda, a veces colgando de la ramas, a veces cayéndose, pero que finalmente se cruza sin mayor problema.
Al salir del bosque, hay que encontrar un pequeño tramo del Sendero de Chile en mal estado y que sale a un antiguo camino que hoy es el sendero Anticura-Pampa Frutilla. Así, después de bastantes horas y cansancio, finalmente llegamos al lago Mono y la Pampa Frutilla. Aquí la idea era pasar un día entero recorriendo la pampa y subiendo el cerro Frutilla, pero la tormenta del día anterior nos hizo perder un día completo
Al día siguiente bajamos de inmediato a la guardería Anticura, siguiendo un sendero claro y fácil, ya que todo es en bajada. Aún así, son varias horas de caminata entre hermosos bosques, ya que la distancia es de aproximadamente 20 kilómetros. Un poco antes de llegar a la entrada del sendero desde la carretera internacional que lleva al paso Cardenal Samoré, armamos campamento en un lugar protegido y con un río cerca. Esa noche también nos llovió bastante.

La oscuridad de la nieve

La segunda parte de este viaje parte con un pequeño transfer que nos lleva desde Anticura al límite fronterizo con Argentina, pasando primero por la aduana Pajaritos, donde nos piden los documentos de identidad para poder pasar. Una vez en el límite, se cruza a lo largo el cerro Mirador para llegar a la frondosa y cerrada orilla del lago Constancia, el que se cruza en el nacimiento del río Bonito para llegar al campamento. Desde el campamento se hace un día de trekking duro por bosques casi impenetrables de lenga hasta la cumbre de una hermosa montaña en la orilla oeste del lago y se vuelve caminando por las playa de la orilla, las que en un buen tramo se esconden y hay que caminar con el agua hasta la cadera. El siguiente día se descansa en la playa del campamento y se hace un pequeño trekking por la orilla del lago caminando por sus cristalinas aguas que no llegan más arriba de la rodilla, hasta una playa virgen que ya se la quisieran en el Caribe. El cuarto día se hace el trekking de regreso al límite fronterizo, donde el transfer nos lleva de vuelta a Osorno y Valdivia.

Para este segundo tramo, con el primer grupo tuvimos un clima inestable, ya que nos había llovido el día anterior y las nubes seguían densas. Llegamos arriba al límite y la lluvia se dejaba caer fría y pesada. Caminamos una hora y media y ya había fuerte viento, que nos estaba helando, por lo que cuando encontré un pequeño socavón protegido, decidí que lo mejor era armar campamento y capear la tormenta. Armamos las carpas como pudimos, tratando de mojar lo mínimo de nuestro equipo -cosa imposible- y pasamos una noche fría y difícil.
Al día siguiente amaneció inusualmente oscuro y al mover la carpa, ¡me di cuenta que estaba totalmente cubierta por la nieve! Ese día siguió nevando lo que nos obligó a pasar todo el día encerrados. Aún así, nos dimos tiempo para hablar tonteras y bromear todo lo que pudimos en nuestro campamento, al que llamamos Shackleton.

El tercer día amaneció soleado y nos dio ánimos para terminar de cruzar el cerro Mirador y llegar al lago cuanto antes, pero una hora después de empezar a caminar ya estaba tan nublado que apenas veíamos donde caminábamos, pues la nube estaba justo encima nuestro. Tuve que usar mi GPS y la carta IGM para corregir el rumbo una vez, antes de pasar al otro lado del cerro, donde las nubes ya se empezaban a abrir un poco y nos permitía ver el lago a lo lejos. Llegamos a la base del bosque de lenga que rodea el lago y como estaba muy inestable el tiempo decidí acampar en ese lugar. El resto de la tarde la pasamos en un trekking a orillas del lago. El último día amaneció despejado lo que nos permitió secar algunas cosas húmedas y volver al camino internacional sin problemas y con una vista increíble de todos los volcanes y montañas desde el Calbuco al Lanín. Cuando llegamos al camino, nos estaba esperando el minibus para llevarnos de vuelta.

Alternativas
La primera mitad del viaje fue totalmente distinta para el segundo grupo, pues en esta oportunidad partimos a Antillanca con posible mal tiempo, el que al llegar al centro de ski, ya era una tormenta hecha y derecha. Eso nos obligó a repensar nuestra planificación y decidimos quedarnos a pasar la noche en el hotel del refugio. Nuestro chofer, Jorge Petters, de Turismo Hua Hum, se la jugó muy bien y se quedó con nosotros para poder llevarnos a las termas de Aguas Calientes (18 kilómetros antes de Antillanca, www.termasaguascalientes.cl ) donde pasamos la tarde bañándonos en la piscina termal mientras llovía.
Al día siguiente partimos el camino en medio de una llovizna, que dio paso a una densa y fría niebla, que dificultaba el paso por el volcán Casablanca, ya que no se veía nada. Luego de varias horas pasamos al otro lado y comenzó a despejar, lo que nos permitió llegar a nuestro campamento del valle Escondido sin problemas. Los siguientes dos días fueron soleados y agradables y con hermosas vistas. Eso permitió que nos diéramos un buen baño en el lago Mono.
En el siguiente tramo, para el segundo grupo nuevamente fue diametralmente opuesto el clima ya que nos tocaron 4 días de buen tiempo, por lo que pudimos hacer el programa completo. Partimos en la mañana y luego de 5 horas de hermoso trekking estábamos acampando a orillas del lago. Terminamos de armar las carpas y se largó a llover hasta el amanecer. Ese segundo día amaneció despejado y aprovechamos para bañarnos y tomar sol en esa playa virgen a media hora del campamento. También vadeamos el río Bonito, caminando por sus aguas cristalinas.
El tercer día partimos temprano a nuestra montaña sin nombre, a la que se llega luego de un trekking muy difícil por un tupido y parado bosque de lengas, una serie de pequeñas playas, otro bosque de lenga y matorral bajo, hasta que se sale a una serie de cumbres suaves que van subiendo una tras otra hasta una cima donde se tiene una visión completa del lago, las montañas y los volcanes. La vuelta la hicimos vadeando por la orilla del lago.
El cuarto y último día fue muy placentero, con un agradable trekking por el cerro Mirador, parando las veces que queríamos a descansar y sacar fotos.

Trekking Pampa Frutilla – lago Constancia verano de 2011 (enero y febrero)
Organiza: Club Alemán Andino DAV (www.dav.cl) y Anticura (www.anticura.cl)
Guía: Fernando Fainberg