Interactive Coloring

drag iconDrag any color from the left toolbar to an area or text in the page. A blue outline will indicate a droppable element.

drag iconOn mobile, wait a tiny bit until you drag the color drop.

Tag Archives: trail running

Trail Academy abre entrenamientos gratuitos para The North Face Endurance Challenge

Los sábados, 19 de agosto y 8 y 29 de septiembre, atletas especialistas impartirán clases gratuitas para que los inscritos a la carrera de trail running más importante de Sudamérica, que se realizará el 14 octubre, puedan conocer parte de la ruta por donde se realizará la carrera y la mejor forma de entrenarse.

Continue reading

Test Trail: Zapatillas Speed Tire Ascent de Under Armour

Llegó a Chile un innovador modelo de la marca norteamericana Under Armour, cuya apuesta incluye una polaina diseñada para correr en terrenos arenosos o de acarreos, donde las piedrecillas merman nuestra carrera, incomodando nuestros pasos, haciendo que en algunas ocasiones debamos detenernos a sacar las zapatillas y eliminar el material que ingresó a ellas perdiendo, en el caso de los más rápidos, tiempo valioso en competencia, sobre todo con un modelo tan liviano como este. Continue reading

MERRELL FUTANGUE CHALLENGE 2017, UNA VISTA PRIVILEGIADA DEL LAGO RANCO

Más de 800 competidores dieron vida a la nueva versión de la carrera de Trail Running más esperada del verano en Chile, el Futangue Challenge, desarrollada por la productora Ruta Nómade en el hermoso Parque Futangue, a los pies del tremendamente visitado Lago Ranco. Cómo no serlo, si el entorno en el cual se desarrolla es maravilloso, donde muchos corredores programan sus vacaciones, para así quedarse disfrutando de los atributos de la zona, que son muchos, con panoramas para todos los gustos, desde caminatas guiadas y cabalgatas hasta kayak. Continue reading

TEST TRAIL: Zapatilla Trail T2 Salming

Texto: Cristian Valencia

Como siempre, para poder hablar con propiedad y poner a prueba cada producto testeado, es que los llevo conmigo a mis aventuras a lo largo del país, para que ustedes las vean en acción y evalúen su respuesta en terrenos diferentes y con condiciones climáticas diversas.

Esta vez, durante más de 180 Km. pude testear el modelo TrailT2 de la marca sueca Salming, que busca posicionarse en nuestro mercado con ropa técnica y zapatillas que apuntan a corredores ágiles y livianos, que buscan mayor sensibilidad de terreno.

Esta marca, cuya apuesta deportiva se centra en el handball y squash, apunta cada vez más al mercado del running y del trail, con embajadores que se encargan de dar a conocer las virtudes de los modelos existentes en el mercado chileno. Salming comenzó a asomarse con las TrailT1 el año pasado en nuestro país y ahora va en una edición mejorada, con una media suela reforzada y una horma ligeramente más ancha, que quizás acomoda aún más al pie latino.

Zapatillas en mano, y con cerca de un mes por delante para poder probarlas, escogí como primera ruta, una salida por los senderos del famoso Morro Las Papas y el Parque Natural Aguas de Ramón, uno de los que conforma la bella Asociación de Parques Cordillera en nuestra capital.  Esta zona, en época de verano, se caracteriza por ser seca y compacta, con sectores rocosos y cortantes que ponen a prueba las características tanto de la suela, como amortiguación y capellada, siendo este modelo de un perfil muy bajo y pensado para buscar agilidad, se comportó muy bien ante la exigencia del terreno.

Aventurero soy y trato de contagiar a quienes me rodean. Así es como solo visualizando una imagen satelital, le planteo a mi amigo y alumno Isaías, que fuésemos en busca de otra ruta que hace tiempo quería realizar, pero sin tenerla marcada en GPS , sino que solo viendo una imagen a través del GMAPS y viendo cual era la forma más eficiente de llegar al lugar.

Tomamos un bus desde Puchuncaví y nos bajamos en el puente de Mantagua, lugar desde donde caminamos para calentar las piernas rumbo a la localidad de San Ramón, en la V región. Una vez allá comenzó el trote y a búsqueda del portón de entrada que nos llevaría hasta la cumbre del mítico Cerro Mauco, lugar donde nos encontramos con más locos disfrutando de sus senderos.

Teníamos claro hacia dónde queríamos salir, sin embargo no siempre los planes salen como uno quiere  -sobre todo en este deporte-,  y en una zona con tanta espina como la zona central, donde al no haber tanto animal como antaño, los senderos se van borrando y cerrando.  No quedó otra que aplicar plan B y dirigirnos hacia la localidad de Mauco, cerca de Puente Colmo hasta donde encontraríamos un vehículo que nos trasladaría hasta Puchuncaví de vuelta a casa.

No satisfechos con la jornada de exploración del día anterior y queriendo aprovechar al máximo ese fin de semana, tomamos un bus en dirección hacia La Ligua, bajándonos en un cruce, tomando locomoción hacia Quínquimo, lugar que serviría de punto de partida hacia otro lugar que quería conocer, la bella playa de las Salinas de Pullayi, exquisito lugar donde desemboca el Río Petorca, que nos recibió con un delicioso clima y donde sorprendió la cantidad de gente que visita el lugar a pesar de su lejanía y difícil acceso.

Para cerrar el proceso de evaluación, qué mejor que llevar las zapatillas a los senderos del hermoso Parque Futangue, en una región generosa y abundante en vegetación, con un color verde que hipnotiza. La misión, recorrer alguna de las rutas del Futangue Challenge, competencia que animaría al día siguiente.

La ruta escogida fue la de los 21 Km. con el mirador de altas cumbres como testigo de una vista privilegiada del Lago Ranco, donde por un suelo blando, pero con muchas raíces, rocas y puentes, tuve la suerte de poder soltar piernas en un descenso exquisito, pero que en un momento de descuido se encargó de recordarme que con el trail no se juega y que es muy importante estar atento a cada detalle del terreno, sobre todo cuando se genera un efecto de contraluz en el paso por el bosque. Ya que no había ningún vehículo que me pudiese trasladar hasta la carretera, no quedó otra que sumar kilómetros por ese eterno camino a esas alturas, con ya 21 Km. en el cuerpo.

EN RESUMEN:

Este modelo, tal cual es característico de mis #TestTrail fue puesto a prueba en rutas con distintas características para poder hacer un juicio de cada uno de sus detalles técnicos.

PUNTOS ALTOS:

  • Capellada resistente ideal para zonas espinosas o de rocas cortantes
  • Producto muy liviano (275 g.) que favorece la agilidad en los senderos
  • Buena relación drop-sensibilidad del terreno
  • Buen acolchado y sujeción que proporciona un refuerzo más cómodo en la zona del talón y empeine.

PUNTOS A MEJORAR:

  • El grip no es su fortaleza, sobre todo para quienes corren con apoyo de metatarso, ya que no permite aplicar fuerza en el apoyo en subidas con terreno resbaloso.
  • A pesar de poseer buen acolchado, tiene un poco de rigidez en el refuerzo de la zona del tendón de aquiles
  • Al ser un producto que busca sensibilidad de terreno, descuida un poco la amortiguación, por lo que es recomendado solo para corredores livianos (menos de 75 Kg.)

CONCLUSIONES:

Un calzado diseñado para corredores de pisada neutra, ágiles  y livianos, que buscan velocidad en sus desplazamientos, sobre todo en terrenos llanos, donde no se necesite de gran adherencia, por lo que pueden tener buen desempeño incluso en pavimento o terrenos duros. Ideal para competencias de no más allá de 50 Km.

Tiempo de vida útil recomendado (sin perder las propiedades): 300 a 400 km.

CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS:

Peso: 275 g (talla 42 2/3)

Altura de la suela: 21 mm (talón), 16 mm (ante pie)

Grado de pronación: neutra

Drop: 5 mm

Suela intermedia: RunLite amortiguación con EVA High Abrasion Injection, diseñada para proporcionarte unas sensaciones permisivas, flexibles y unas sensaciones cercanas al suelo. TGS 62/75° diseño que te proporciona estabilidad en el talón a través del metatarso y acaba con una línea de 75° que promueve una mejor flexibilidad.

Suela exterior: Blown Rubber  goma ligera que ofrece un buen agarre y más tracción.

Parte superior: 2 Layer parte superior que crea un diseño duradero y transpirable. RocShield capa de poliuretano que protege la parte más baja de la parte superior de las zapatillas de las rocas y ramas más puntiagudas.

Exo Skeleton diseño que ayuda a estabilizar el pie y alivia la presión en las articulaciones metatarsofalángicas.

Heel cup diseño que proporciona un ajuste personalizable en el talón en un diseño ligero.

DÓNDE ENCONTRARLA:

  • Tienda Outsoul ltda.
  • Tienda virtual Sansport
  • Tiendas Ripley a lo largo de nuestro país

LINK PARA MAYOR INFORMACIÓN: http://salmingshop.cl/

FAN PAGE: https://www.facebook.com/salmingchile/?fref=ts

TWITTER: https://twitter.com/salmingCL

VALOR: $94.990 (valor normal)

RECOMENDACIONES PARA LA ELECCIÓN DE ZAPATILLAS DE TRAIL RUNNING: 

  • Elegirlas según el tipo de pisada
  • Según el tipo de terreno por el cual corres normalmente
  • Según tu peso, ya que no todas las zapatillas están diseñadas para soportar mucho peso, lo que con el uso puede generar lesiones.
  • Idealmente probarlas antes de comprar.
  • Los modelos y marcas poseen hormas distintas, por lo que según el ancho de tu pie y altura del empeine, debes hacer la elección, considerando que las usarás por muchos kilómetros.

SÍGUEME

Puedes seguir mis actividades y las pruebas de cada una de mis aventuras en mi cuenta de Instagram y strava donde he publicado parte del proceso de evaluación.

https://www.instagram.com/la_voz_del_trail/

https://www.strava.com/athletes/1658983

ANDES TRAIL TRAIN

Se trata de una carrera distinta a las convencionales de trail, donde los corredores deben pasar por las líneas férreas del Ferrocarril Trasandino Los Andes – Mendoza, que dejó de operar hace 32 años y que hoy es un lugar patrimonial. Esta zona, que hoy está en ruinas, volvió a tomar vida con esta carrera. Tanto expertos como aficionados pudieron participar en distancias de 33km, 23km, 14km.

Texto: Tito Nazar / Fotos: Francisco Ibarra

El trail running es un deporte que se practica en cerros no escarpados, lomas y valles. De estos hay tantos en nuestra cordillera que es fascinante hacer proyectos para conocerla, ya sea en forma de travesías personales o en carreras.

El Andes Trail Train me llegó sin haberlo planeado. Y al estudiar la ruta no puedo mentir al decir que no la compré mucho. Era una carrera de 33 K con un desnivel de 1500+ por senderos que iban paralelos a una línea férrea que conectaba Chile con Argentina por el sector del Paso los Libertadores. La gran novedad era que tendríamos que pasar por los túneles que usaba el tren para el transporte de carbón y pasajeros. Era un trayecto sólo de subida y relativamente constante, no era una carrera muy técnica. Pero, ¿Por qué no intentarlo? Si al final era una carrera y siempre cualquier evento puede dar una o más sorpresas.

ANDES TRAIL TRAIN

Partida de los 16 kilómetros en estación Juncal.

Además íbamos a disfrutar de algunos lujos: comida abundante, uso de las piscinas del Hotel Portillo, con vista a la Laguna del Inca y a las montañas que le rodean

El sendero de la carrera carecía de toda marcación sólo había que seguir la huella vehicular junto a los remanentes de las líneas del ferrocarril y entrar a la gran mayoría de los túneles: ¿Les mencioné que en la carrera era obligación correr con casco y linterna? En algunos túneles existía la posibilidad de que cayera alguna piedra y además por su extensión, se convertían en una verdadera boca de lobo.

Desde el comienzo hasta el final el 95% del trayecto sería en subida, pero siempre con una pendiente tan suave que una persona relativamente entrenada podría correrlo en su totalidad. La meta se situaba sobre los 2.700 metros por lo que el mal de altura podía ser un factor a considerar si se buscaba correr exigido.

ANDES TRAIL TRAIN

Leve desprendimiento de la ruta, kilómetro 14.

La temperatura estaba muy tolerable debido al viento ascendente que soplaba desde el valle hacia el cerro. Esto permitía a los participantes correr a toda máquina y evitar el exceso de sudoración que produce una pérdida importante de líquido.

Pasado el primer tercio de la carrera, el paraje tomó vetas muy interesantes: El camino pasaba por estaciones abandonadas erosionadas por el tiempo, que contrastaban con cerros con cascadas de agua en las partes más bajas y manchones de nieve colosales que vertían sus derretimientos.

Cuando aparecieron los primeros túneles de corta envergadura fue innecesario encender la linterna. Ya desde la mitad de la carrera se puso totalmente sabrosa la cosa.

En un momento  pasamos por una cascada natural que caía por un muro de contención de avalanchas y protección de desprendimientos de material. Tuvimos que pasar muy cerca de ella mojándonos un poco; rico y refrescante especialmente para los pies.

Algunos túneles eran particularmente extensos. Uno tenía una especie de tragaluz que daba una imagen muy cálida al contrastar las tinieblas, y el haz dejaba ver el polvo en suspensión. Lo anterior estaba acompañado por el eco de los pasos mientras pasábamos por los hierros que perduraban a pesar del transcurso del tiempo y conservaban su solemne forjado.

Había otro túnel algo corto, de unos 30 metros. Al intentar salir nos encontramos con que  se había acumulado tal cantidad de tierra que solo pudimos salir gateando como lagartijas y en ascenso hasta que finalmente de la oscuridad total nos enfrentamos a la luz encandilante del sol.

ANDES TRAIL TRAIN

Puente de tren antes de empezar la pendiente.

Hubo un momento para muchos tortuoso y para otros chistoso. Había una cuerda fija puesta en la parte izquierda de uno de los túneles. La entrada era obscura. Luego de un avance de un par de metros y ya cerca del final se veía una posa de agua, y era muy helada porque no le pegaba el sol. Era imposible esquivarla y el agua nos llegaba hasta los muslos. Después de salir, muchos sentimos calambres o molestias musculares por el exceso de  frío. Nadie se esperaba tal fenómeno y terminó siendo una de las secciones más comentadas de todos los participantes.

Entre los túneles, la huella vehicular casi desaparecía entre las rocas que llegaban desde los acarreos. El pasto crecía entre ellas y el sendero se puso técnico. Había que avanzar muy concentrado para evitar caídas o torcerse un pie.

Al ganar más altura vi a mi izquierda la cuesta que miles de vehículos cruzan todos los días, unos van hacia Argentina, otros vienen hacia Chile. Luego apareció por fin un cruce de calle, cambiamos de ladera, (lo que indicaba que quedaba poco), y apareció el techo del Hotel Portillo.

Una bajada (quizá la única de más de 50 m), curva a la derecha y perfilé hacia la meta… increíble, me llevé el segundo lugar de la general después de Sebastián Olguín.

Andes Trail Train es una carrera distinta, tiene pasadas muy simples pero en general requiere concentración por las secciones de rocas caídas desde las laderas. Los túneles son de muy simple progresión, pero son algo tan ajeno a todo lo que uno suele exponerse en el trail running que al pasar por esas moles de obscuridad inspiran observación y maravilla. Luego de la carrera, un almuerzo realmente abundante y masajes fueron la mejor previa para meterse a la piscina con la mejor vista de Santiago.

¿Qué si la recomiendo? Totalmente, hay que correrla, vivirla.

Agradezco a Berg Cycles por entregarme la mejor bicicleta de ruta; la Fuego 95 Carbo y a las barras alimenticias Way Bar que me aniquilan el hambre de verdad.

Sigue a Tito Nazar en Twitter: @titonazar

Diane Van Deren: Los primeros 160 km de la tía (abuela) del trail running en Chile

Diane Van Deren (56), conocida popularmente por su –mal entendida– capacidad de “correr sin cansarse” estuvo en nuestro país por tercera vez, invitada a correr The North Face Endurance Challenge. Como nunca, se atrevió por la máxima categoría de la carrera: las temidas 100 millas, o 160 kilómetros por cinco comunas de los cerros de Santiago. Y esa decisión la tomó apenas unas horas antes de la competencia, como si doblar la distancia de 80 K en la que estaba inscrita fuera algo de todos los días.

Texto: Matías Infante Middleton / Fotos: Matías Donoso y Claudio Vicuña

Diane Van Deren

“God it was great”, contó Diane luego de casi 36 horas de carrera por los cerros de Santiago.

Es temprano en la mañana todavía para muchos santiaguinos, pero una gringa de pelo muy rubio y muy corto, ojos bien verdes, de piel quemada por el sol y arrugas generadas por los años y también la acción del astro rey, ya va por su segundo café y segundo desayuno. “Es que soy una morning-person”, dice, después de haber sumado un par de millas (los norteamericanos prefieren hablar así) por los alrededores de Américo Vespucio, donde salió a estirar las piernas antes que despuntara el día.

“Me siento bien, ¿sabes? Yo creo que mañana me aventuraré por las 100 millas”, dijo, algo distraída, como medio en broma. Estiró un poco, dio un par de saltitos en el lugar y se fue a una sesión de fotos que estaba pactada con anterioridad. Y no dijo más. Minutos después la organización de la The North Face Endurance Challenge le cambiaría la inscripción de los 80 a los 160 kilómetros y entraría en la búsqueda frenética de un pacer, un deportista que funciona como “compañero de ruta” para esta ultradistancia de trail running.

“God, it was great”, diría horas después de terminar la carrera. “Y es que amo lo que hago…  y amo esta carrera”.

Diane Van Deren

Diane van Deren, una leyenda del
trail running, vino a Chile por cuarta vez.

Diane no siempre fue así

Se ha escrito de todo. Que tiene un poder especial, que no se cansa, que la fatiga no la afecta, que se desconecta y puede correr por horas… y días completos. La prensa local incluso le inventó un sobrenombre que luego se adaptó a nivel mundial: una Forrest Gump –pero de verdad– que puede alcanzar metas sobrehumanas corriendo por los cerros.

Pero la verdad no es tan-tan así: lo de Diane es más bien una superdebilidad que ella aprendió a convertir en superpoder.

Aunque había tenido extraños síntomas y desmayos prácticamente durante toda la vida, a Diane se le diagnosticó formalmente la epilepsia durante el embarazo de su tercer hijo. Y, a pesar de que continuó practicando tenis –deporte en el cual llegó a ser atleta profesional en Estados Unidos–, luego de casi una década de ataques repetitivos y debilitantes, decidió someterse a una cirugía cerebral.

Corría 1997 y el miedo a nunca más practicar deportes de manera competitiva, o incluso recreacional, le quitó el sueño por semanas. Diane no podría vivir sin actividad física: además del tenis y el running, tenía aptitudes para el baseball, el basketball, e incluso el golf.

Durante la operación se le extirpó parte del lóbulo temporal derecho. Si bien el procedimiento quirúrgico fue un éxito para los doctores, sólo el tiempo diría si iba a quedar con daño neurológico residual.

Diane Van Deren

En Chile goza de buenas amistades y conocidos. Tanto que en 2015 se realizó en una exposición de arte en la Galería Gabriela Mistral en Santiago que llevaba su nombre.

Diane ama el deporte

A diferencia de lo que muchos creen, Diane no salió de la operación caminando, se levantó a la mañana siguiente y –como en las películas– despertó con nuevos superpoderes. Luego de la delicada intervención, tuvo que dejar su activa vida deportiva por meses. Y con esto vinieron las primeras secuelas.

De pronto Diane se desorientaba. A veces Diane no sabía a qué hora del día estaba.

Diane no era capaz de ir al supermercado sola. Olvidaba nombres, lugares, objetos y responsabilidades.

“La operación me dio una nueva vida, sí, pero no una vida excepcional. Lo único que me dejó la operación es la seguridad que nunca más sufriría esos ataques epilépticos”, cuenta Diane.  “Sí, siento dolor y tengo los mismos problemas de cualquier persona”, aclara.

Apenas pudo retomar la práctica deportiva, Diane comenzó intentando primero pequeñas caminatas, luego breves senderos de trekking en Colorado, donde vive todavía. Y no es que de pronto saltara a las 100 millas. Las distancias de ultramaratón vinieron con horas y horas de entrenamiento a los pies de las Rocallosas. Entrenamientos de una atleta de alto rendimiento.

Con eso, cada vez pasaba menos tiempo en su casa. El deporte le daba una ocupación para su cuerpo y, más importante, su mente. Y mientras hacía deporte, Diane no se convertía en una supermujer con un superpoder, sino que, muy por el contrario, era por fin una mujer supernormal: sin problemas de orientación espacio-temporal. “Por eso cuando corro me concentro al máximo y estoy totalmente consciente de lo que estoy haciendo”, explica.

Y a pesar de todo, suele pasar que durante las carreras se pierda. O de pronto se sorprenda porque está en el cerro, corriendo hace 8 o más horas.

Diane Van Deren

En la foto con Rodrigo “Canuto” Errázuriz, director de The North Face Endurance Challenge.

Diane ama lo que hace

Alguien preguntó por ahí si Diane tenía sus piernas aseguradas; y se decía que valían millones. Tampoco es verdad. Diane tiene un seguro de vida y de accidentes en Estados Unidos que cubre sus giras por el mundo. Casi como cualquier hijo de vecino, estos seguros tienen topes máximos y también responsabilidades que pagar.

Y es que Diane es una mujer de 56 años que con toda normalidad admite que todos los días ella misma muele el café para su desayuno y más tarde le prepara el almuerzo a su marido.

Diane es como esa tía que ves cada 2 o 3 años y te tapa a besos y abrazos. Esa tía abuela (por lo querendona) que se mantiene igual, pero a medida que pasa el tiempo cada vez se le ve más enérgica y contenta. Diane es la tía abuela del trail running que con su ejemplo nos demuestra que ningún cerro es difícil si se tiene la concentración y preparación necesaria.

Diane lleva 15 años siendo atleta profesional para The North Face y también 15 años levantándose antes de que salga el sol, siempre entrenando entre las montañas. Nunca se ha quejado.

Diane Van Deren

Unos días antes de la carrera, compartió un entrenamiento con The North Face Running Club en el Parque Bicentenario.

Diane ama Chile

En 2012 pisó por primera vez Chile, para la, en ese entonces The North Face Ultramaratón de los Andes, cuando vino a por los 80 kilómetros. El trail running era un deporte bastante desconocido y Diane venía con su status de ultramaratonista y de haber sido la única mujer que había terminado la competencia Yukon Arctic Ultra 300, prueba de aproximadamente 480 millas con temperaturas de 40 grados bajo cero, que completó en más de ocho días.

Diane dio varias entrevistas, obvio. Y ahí fue cuando a los periodistas se les ocurrió bautizarla de la súper atleta que corría como Forrest Gump, por su falta de memoria de corto plazo y su supuesta capacidad de correr días y noches sin sentir cansancio mental.  “Se mezclaron un poco las historias”, reconoce ella.

Tanto, que en 2015 se realizó en una exposición de arte en la Galería Gabriela Mistral en Santiago que llevaba su nombre: Diane Van Deren, “porque son obras que no tienen memoria de corto plazo”, en palabras de los curadores de la muestra, y que incluso fue inaugurada por el Ministro de Cultura de la época, Ernesto Ottone.

En 2013 volvió al país y estuvo presente para la segunda versión de The North Face Endurance Challenge, compitiendo en la categoría 80 K. No terminó la carrera: se perdió en el trayecto, y sin alcanzar a recuperar el tiempo perdido se sumó a la larga lista de DNF’s que tuvo la exigente competencia de ese año.

Se prometió volver algún día a las montañas secas-y-poco-amigables de Latinoamérica pronto. Estuvo en Colombia, Perú y Costa Rica, pero echaba de menos Chile y la gente educada y bien amigable que encontró acá. “Sudamérica es mi parte favorita del mundo para correr… y eso que todavía no conozco la Patagonia”, aventura.

Se hizo de buenos amigos en el mundo del trail chileno. Esos mismos amigos que en 2016 y 3 años después de su última venida preguntaban por su familia y sus hijos Michael, Robin y Mathew, y su pacífica vida en Colorado junto a su marido. Y Diane, de vuelta, difícilmente recordaba de las familias de sus amigos, pero ni tanto. Puede que en esas conversaciones no recordase los nombres, algunas caras, o de dónde conocía a sus interlocutores. Pero su simpatía y atención al escuchar hace olvidar sus breves lapsus mentales.

Eso, y esa sonrisa de oreja a oreja tan característica de gringa querendona.

Diane amó los 160 kilómetros

“Nunca estoy triste cuando corro, es totalmente lo contrario: me siento bendecida y vibro con todo lo que pasa a mi alrededor”, dice.

Eso, porque todo corredor de elite en estas competencias de ultradistancias tiene altos y bajos. Diane lo cuenta diferente. “Mis primeros 160 K en Chile me dejaron sin aire. En estas carreras son tantas horas como altibajos, pero de verdad puedo contar que para mí sólo hubo altos y no bajos. Es impresionante la escenografía que tienen tan cerca de Santiago, y junto a senderos muy técnicos, lo otro que me quitó el aliento fue las inmensas vistas que tuve durante todo el camino”.

Se le ampollaron los pies –“algo normal para este tipo de distancia”, asegura– pero nunca dejó de agradecer al equipo que la acompañó, la gente que la reconocía y la alentaba desde los cerros, y quienes la recibían en los puestos de control. “Son todos tan cariñosos, como una familia. Gracias a ellos pude mantener el balance entre comida e hidratación durante los 160 kilómetros, nunca me sentí enferma o algún tipo de malestar”, asegura.

Con 35 horas, 49 minutos y 17 segundos de carrera, Diane terminó en el lugar 21 de la clasificación general, sexta entre las mujeres, y en el primer puesto de la categoría 50 a 59 años. Bueno, en realidad fue la única mujer que corrió en esa categoría.

Y nunca perdió la sonrisa.

Selva Costera, el primer trail del año en Chile

Texto y fotos: Cristian Valencia.

Después de recorrer animando en 24 lugares diferentes dentro del país durante el 2016, regalando energía tanto en carreras de Trail como de MTB, el primer destino de este año que recién comienza fue el de una pequeña y apacible caleta llamada Maicolpué, en San Juan de La Costa, cerca de Osorno, en plena región de Los Lagos.

Este lugar convocó a cerca de 200 competidores en un evento desarrollado por Austral Ventus, llamado Selva Costera Trail, que veía peligrar su primera versión por una torrencial lluvia que se dejo caer por la noche anterior, dando un respiro justo por la madrugada antes de la largada de la distancia mayor del evento.

Carolina Peters, corredora de Valdivia

Cuando todo parecía indicar que sería una tormentosa mañana, el clima nos dio un descanso, entregándonos un hermoso cielo parcial que destacaba aun más los contrastes de esa bella tierra, que trataba humildemente de entregarnos lo mejor de sí.

Con un ligero retraso damos la largada a los corredores de 21 km corriendo raudamente tras ellos (previo acuerdo con Ignacio de la organización), motivado por captar algunas imágenes en ruta de los primeros kilómetros de costa, tanto como mis piernas me permitían hacerlo. Se acercaba la hora de partida de los 10 km, por lo que debía salir de Pichi Mallay, retornando rápidamente rumbo al punto de partida, mientras subía la primera información a redes.

Carlos Sotomayor, corredor de la Corporación Nimbus

Gracias a unos chicos del camión municipal pude evitar llegar tan justo en el tiempo y no tan transpirado a motivar a los ansiosos competidores que saldrían por la distancia menor.

Nuevamente mi motivación era tal, que repetí el proceso, pero ya solo acompañando unos 2 km, ya que debía esperar la llegada de un sólido Luis Patagón Soto, quien lideró los 21 km de competencia de principio a fin, seguido de cerca de Marcelo Sánchez y Jonathan Oberreuter.

 

Luis «Patagón» Soto, Marcelo Fuentes y Jonathan Oberreuter, ganadores de los 21 km.

Por su parte, hizo lo suyo la sólida neozelandesa Amber Philpp, quién no le dio chance alguna a sus oponentes, ni si quiera a la «Pantera» Cindy Ramírez, quien lamentablemente no llegó en buenas condiciones al momento de partir, evitando que viéramos esa anhelada batalla en los senderos de esta primera versión, pero que sí se dio durante gran parte de la carrera con Gloria Schopf por obtener el segundo lugar.

Amber Philpp, neozelandesa radicada en Chile, ganadora de los 21 km

Para la distancia menor, los protagonistas fueron Carlos Jaramillo, Javier Ramírez y Fabián Ritter en hombres y en mujeres Nataly Castro, Jaqueline Cárdenas y Paula Toledo.

No dejes de visitar

La calidez del sur reflejada en el terminal rural Feria Rahue, uno de esos mágicos lugares donde encuentras ese sabor de campo puro, donde te das cuenta que aun hay gente que vive alejada de atochamientos y desconectada de la vorágine del mundo actual. Tuve la suerte de conocer este lugar, donde obviamente no dejé pasar la oportunidad de comprar una buena pieza de queso y su respectiva tortilla de rescoldo que me sedujo desde que la vi.

Si bien mi experiencia gastronómica no fue de la mejor en Maicolpué, por un sinsabor que no vale la pena nombrar, puedo destacar la atención y comida del Newén Pu Domo, lugar que acogió a muchos de los hambrientos corredores una vez que terminó la competencia y, por supuesto, a este hambriento, pero en ese entonces enfermo animador, que solo buscaba compartir un rato con mas amigos locos por este exquisito deporte.

Quedaron muchos lugares por recorrer y datos por visitar, por lo que queda la tarea pendiente para una próxima versión, donde claramente estaré brindando energía y recibiendo el cariño de los corredores del sur de nuestro bello país, en una competencia que seguramente apostará por aumentar kilómetros de bellos senderos para atraer más gente de distintas latitudes, sedienta de nuevas rutas en esta generosa zona de Chile.

Si quieres ver imágenes de la competencia, no olvides visitar el fanpage https://m.facebook.com/cvalenciatrail/