Interactive Coloring

drag iconDrag any color from the left toolbar to an area or text in the page. A blue outline will indicate a droppable element.

drag iconOn mobile, wait a tiny bit until you drag the color drop.

Tag Archives: mtb

Segunda Fecha del Columbia Challenge en Til Til

El increíble paisaje de la localidad de Til Til fue el que dio la bienvenida a la segunda fecha del Columbia Adventure Challenge, el circuito de carreras de aventura más importante y completo del país. Esta vez, fueron 47 equipos los que tuvieron que sortear diversas dificultades en un terreno ondulado y con grandes quebradas. Continue reading

En Apoyo a Dogman: El Perro Más Perro

Este evento lo compartimos desde la comunidad endurera,donde el nombre del reconocido fotógrafo Rodrigo Morales, Dogman, reúne el próximo 28 de mayo a todos los que quieran pedalear en una Pichanga en beneficio.
A principios de mayo, Rodrigo -que es conocido por apoyar a los más desconocidos corredores, avivar a los de siempre y tener una buena onda a todo nivel- sufrió un robo de su negocio familiar, un robo gigante, donde por desgracia no hay seguros a los que puedan recurrir.
Es por eso que un grupo de Montenbaikers está organizando una mega carrera a beneficio -¡ojo que la fecha es el 28!- en que se busca recolectar fondos para apoyar a este querido personaje que es Dogman,
La pichanga será una competencia de una bajada única, en este caso será el XL del BIke Park El Durazno; la reunión en es al costado de las oficinas de registro a las 10, desde donde los ciclistas comprometidos saldrán hacia la partida del XL, para comenzar un único descenso alrededor de las 11:30.Dogman-Flyer

 

El Plomo en MTB

Un día me llegó la idea de ascender el cerro Plomo en bicicleta. Esta idea, con el tiempo, se convierte en un sueño de realizar e inicio así el entrenamiento para esta empresa. En enero 2014 pruebo ascender el Plomo en bici, pero por la vía Falsa Parva-Cancha de Carrera, llegando a 4.200 msnm, pero tengo que rendirme por un problema de aclimatación. El 2015 me entreno con todas mis fuerzas, 6 días a la semana en el gimnasio y con la bicicleta en los Alpes italianos. En enero 2016 fijo la fecha de la ascensión, con la ayuda del gran andinista Rodrigo Echeverría, y empezamos a programar la expedición Plomo Bike, programándola para el 7, 8, 9 y 10 de enero.

Texto: Claudio Lucchese
Fotos: Rodrigo Echeverría

Mi sueño comienza a volverse realidad, el 2 y 3 de enero con Rodrigo hacemos dos días de aclimatación en Laguna Piuquenes y un trekking de reconocimiento de la ruta a seguir. Después de esto, el 7 de enero y con gran emoción, empiezo mi viaje desde Santiago hasta la Parva. Esta salida es muy dura, debido al peso de la mochila, que va cargada casi con 20 kilos. El desnivel es mucho y todo esto lo debo lograr en bicicleta. Demoro 6 horas desde el comienzo del Camino Farellones; llego a la Parva y en compañía de un perro descanso.
Me acogen amablemente en el refugio del Campo Base Águilas, mientras una lluvia torrencial se deja caer. ¡Estoy listo para un segundo día! El 8 de enero empiezo el tramo de la Parva a Piedra Numerada. El tiempo no es el mejor, por el fuerte viento y las nubes, pero el paisaje maravilloso y me estimula. ¡Los colores del cerro Pintor son increíbles!

Hermosa vista del atardecer desde la zona Refugio Federación hacia el valle. El tiempo nosc quería dar una hance.

Hermosa vista del atardecer desde la zona Refugio Federación hacia el valle. El tiempo nos quería dar una chance.

Así llego a Piedra Numerada, después de 5 horas. Aquí planto la carpa y encuentro personas muy amables que me ofrecen su ayuda en caso de necesidad. En la noche aparece Rodrigo con Rowena; ahora la expedición está con su equipo completo. Paso todo el día admirando el Plomo desde mi carpa y veo su majestuosidad, soñando conquistar su cumbre. El 9 de enero, salgo al último campamento base, en Federación, desde donde a las 03:00 empezaré mi jornada a la cumbre. Llegando a Federación, armamos la carpa, comemos y nos vamos a dormir temprano. En la noche sopla un viento consistente que me preocupa mucho, mientras sueño intensamente con la montaña. Después de tanto sacrificio lamentaría renunciar por culpa del tiempo.

En refugio Federación, instalado y preparándose para el ataque a la cumbre

En refugio Federación, instalado y preparándome para el ataque a la cumbre

Paso la noche en vela, sin saber si Rodrigo vendrá a llamarme para darme el día libre; no lo veo y me preocupo, pero de improviso veo una luz… es su linterna y me dice “¡Vamos!”. En este momento mi corazón se estremece, me siento el hombre más feliz del mundo. Así el domingo 10 de enero a las 03:40 horas comienzo mi ascenso.
Voy siguiendo la luz de Rodrigo, ya que mi linterna se ha roto. La bici en mi espalda se vuelve siempre más pesada; es una noche estrellada y las pequeñas linternas de otros escaladores se confunden con ellas, es una sensación estupenda. Llegando al refugio Agostini empieza a salir el sol, el espectáculo de Los Andes es indescriptible. Me concedo una pequeña pausa.

Paso a Paso
Empiezo a andar nuevamente, pero al ver el desnivel, pienso que será muy difícil y me vienen alguna duda de lograr mi sueño. Un viento muy fuerte me desequilibra, así Rodrigo Echeverría me hace de escudo, protegiéndome al colocarse delante mío. No miro nunca la meta en alto, para no desmoralizarme, habiendo visto la dificultad. La imagen que más recuerdo son los zapatos de Rodrigo, trato de concentrarme en ellos, así mi cerebro se mantiene lejos de las emociones negativas.

Claudio Lucchese en el ataque final, ganando metros con mucho esfuerzo en el acarreo, casi a 5 mil metros

Claudio Lucchese en el ataque final, ganando metros con mucho esfuerzo en el acarreo, casi a 5 mil metros

Sin darme cuenta llegamos a 5.000 metros, faltan menos de 430, los más duros. Salgo con pasos de 20-25 cm; cada 20 metros hago una pausa para respirar. Todo se hace más difícil, el aire te falta y mi corazón bate siempre más fuerte. La sensación térmica es de -17ºC pero soporto bien el frío. Llegando al glaciar me pongo los crampones para mi seguridad. Ahora falta la última parte, solo 200 metros.

Claudio y Rodrigo felices junto a la bandera chilena, en la cumbre del Cerro El Plomo, a 5.424 msnm

Claudio y Rodrigo felices junto a la bandera chilena, en la cumbre del Cerro El Plomo, a 5.424 msnm

Empiezo a vibrar, degustando la sensación de que lo puedo lograr. Rodrigo me anima y empiezo casi a llorar de la emoción. Veo aparecer la bandera chilena que sopla en la cumbre. Estoy llegando y mano a mano que me acerco, se abre una vista paradisíaca, con todas las montañas nevadas, creando un escenario estupendo. Un abrazo con Rodrigo, pongo una tricota de ciclista de la Italia junto a la bandera, fotos y ya es tiempo de volver. La emoción es inmensa por ser el primero a salir con una bicicleta desde Santiago al cerro Plomo, volviendo a Santiago siempre en bicicleta. Su majestad el Aconcagua nos saluda a lo lejos, quizás invitándonos a visitar su helada cumbre.


 

El deportista
Claudio Lucchese nació en Verona, Italia el 24/7/67. Mide 1.90 cm, pesa 98 kg. Amante de la montaña, deportista con un pasado de ciclista y bodybuilding. Un agradecimiento especial a Rodrigo Echeverría, que con su experiencia ha permitido de realizar mi sueño en completa seguridad y tranquilidad.

La altura, el frío y el enorme esfuerzo de llevar la MTB al hombro no pudieron contra la férrea voluntad de Claudi0

Team Chichi Flor comenzando el CapeEpic

En los 21 kilómetros a contrarreloj del prólogo realizado el día domingo, el Team ChichiFlor alcanzó la meta en un 12° lugar en su categoría, con un crono de 1 hora y 41 minutos. Empezó así la carrera de mountain bike por etapas más extrema del mundo, en la que la dupla femenina compuesta por Elisa «Chichi» García y Florencia Marinovic

“Disfrutamos el circuito, nos tocó mucho viento eso sí, subidas en zig-zag y bajadas estilo bike park. En realidad, fue un ‘petit bouché’ de lo que se nos viene”, cuenta Chichi  sobre el prólogo de la competencia que las dos afiatadas corerdoras están corriendo en Sudáfrica. ¡Son 6 horas de diferencia con este país, así es que esperen reportes con algo de diferencia horaria!

Ayer lunes partió la primera etapa y, tras cruzar la meta, llevan ya recorridos 134 kilómetros de carrera y 3000 metros ascendidos. “Faltan adjetivos para describir el nivel de los competidores y lo duro del recorrido. Estuvimos gran parte de la etapa con otro equipo de mujeres, Speed Structures de Sudáfrica y una dupla de checos. No sabemos cómo, pero se logra disfrutar de esta aventura y maravillosos senderos. Afortunadas de estar enteras y agradecidas de Claus Plaut esperándonos en meta para preocuparse de nuestras bicis”, destaca el Team de su primera etapa.

Luego del prólogo 108 km 2.300 metros en desnivel positivo, 7 horas muy duras para Chichi y Florencia

Para seguirlas en vivo en la segunda etapa, pueden hacerlo a través del siguiente enlace http://epic.tracker.co.za/ ¡Ya tenemos una foto de hoy del hombre fuerte del soporte en Sudáfrica!

TEam Chichi Flor CapeEpic2 Claus

Desde la largada en la segunda etapa del martes 15 de marzo, Claus Plaut reporta, con algo de sueño, la partida de las dos representantes chilenas en el Cape Epic,

Para los que recién se vienen conectando, la Cape Epic circulará por el territorio del Cabo Occidental, empezando con una contrarreloj de 21 kilómetros en el prólogo que pasará por Table Mountain, para atravesar en las distintas etapas las ciudades de Tullbagh, Wellington, Stellenbosch y finalmente terminar la competencia en Meerendal Wine Estate, en Durbanville.

Chichi Etapa1

El Cape Epic reducido a números. ¡Ojo que las mujeres son el 9% del total de competidores!

Mujeres Pedaleando

Mucho se dice que deportes como el ciclismo de montaña, el surf o la escalada son deportes poco femeninos. ¿Tendrán que seguir dedicándose las niñas a la gimnasia rítmica o mejor al ballet? Como en Outdoors no somos tan tontos, hablamos con una campeona de Enduro MTB, que nos dice como pensar en los deportes de dos ruedas, siendo mujeres en el siglo XXI.
Florencia Espiñeira Herreros es corredora de mountainbike hace trece años. Luego de once años en el Cross Country Olímpico actualmente se dedica a la disciplina de Mountainbike Enduro. Estudiante de Ingenieria Comercial Mención Economía de la Universidad de Chile, está recientemente titulada Campeona Nacional y Latinoamericana de Enduro

1.Sobre el Equipo: Veo mucha gente que quiere iniciarse en este deporte y dice “¡Pero tengo que comprar muchas cosas!”. Que la rodillera, las coderas, la jofa, la bicicleta… ¡Sale un poco caro! No es necesario estar full equipado para tener una primera experiencia; si uno quiere empezar, lo más importante es tener el casco, los guantes –debe ser con dedos largos- y lentes. Para alguien que comienza, se necesita movilidad, y tanto accesorio se puede volver molesto y quitarte fluidez. Yo cuando salgo con amigas, generalmente les presto alguna de mis bicis. O ellas llegan con sus bicis, que quizás son más básicas. Peor lo más importante es tener la confianza de que vas a estar bien y que el cerro no es peligroso, y que no te vas a matar.

2.Prejuicios femeninos
A las mujeres siempre se les está protegiendo, de niñas se les dice: “¡Ten cuidado ahí!” Y a los niños, por el contrario, les dicen “¡Tírate no más!”. Lo importante, para cualquiera que anda en bici, es no dejar que nadie se mate, y decir más bien: “¡Tú puedes!”. No hay que crear temores que no hay; el MTB tiene un componente mental muy fuerte, si sabes que lo vas a poder hacer, la bajada te va a salir bien. Pero si te meten miedo, y te dicen que no lo hagas, finalmente te vas a caer.
A mí me quedó muy marcado cuando niña, en el tiempo que competía en Cross Country y que largábamos hombres y mujeres juntos, la imagen de algunos papás de niños hombres que decían: “¡Oye pero cómo te va ganando una niñita!”. Eso es un super mal mensaje, como si que te ganara una mujer fuera lo más humillante de la vida;  primero no tiene nada de malo que te gane una mujer, una mujer no es inferior y tenemos como mujeres gran prolijidad técnica. El prejuicio de que este deporte no es para mujeres o es poco femenino no tiene fundamento. ¡Es como si andar en auto fuera poco femenino! Un deporte, al final, tiene que ver con pasarlo bien y hacer algo bonito. Si uno se llegar a caer y tiene las rodillas peladas, no es algo tan terrible y no va a ser más o menos mujer.

3.Uno nunca termina de progresar.
En el Enduro se da una situación muy particular, porque hay dos categorías: Damas Light, que son las más principiantes, y las Damas Elite. En una parte del reglamento del circuito de Enduro dice que las Damas Light que salen primeras tienen que correr el próximo año con las pro, y creo que al ver lo que viene en Elite, se asustan., y piensan que son carreras muy largas y muy exigentes. Uno nunca termina de progresar y no hay mejor entrenamiento que tirarse y ver cuánto uno resiste. Siempre se puede hacer mejor: el MTB es un deporte de mucha experiencia, siempre vas sumando.

4.El Entrenamiento:
A alguien que está partiendo, lo principal que le recomiendo es disfrutar, luego de eso vienen las exigencias y entrenar, en la medida que lo estés pasando bien. A las amigas que se están metiendo en el tema de carreras y un pedaleo más constante, yo les sugiero entrenar unas tres veces por semana. Y eso siempre se complementa con ejercicios de entrenamiento funcional o gimnasio, que más allá de sacar fuerza apunta a tener un cuerpo apto, que te resista alguna caída y te ayude mantener una buena posición. Trabajar abdominales, brazos, la fuerza de todo tu cuerpo.

Florencia corriendo en el Andes Pacífico 2016. Foto de Claudio Olguín - www.claudiolguin.com

Florencia corriendo en el Andes Pacífico 2016. Foto de Claudio Olguín – www.claudiolguin.com

 

5.Cómo y con quién salir
¡Creo que es importante salir con alguien que no te rete mucho! A veces puede ser delicado y dar para peleas, por ejemplo, si sales con tu pololo y él tiene poca paciencia. Mi consejo es que independiente de si sales con una sola persona o en un grupo, es que todos entiendan que hay que ser buena onda, que vas a ir más lento, que hay qu ensñar con paciencia y que vas a tener miedo. Muchas veces la gente se pone nerviosa y ante eso pueden haber malos modos y a cualquiera se le puede salir una pachotada. Lo fundamental en estas salidas es hacerlas con personas empáticas.

6.Después de la experiencia
Cuando he invitado amigas, lo más divertido que me han dicho es que la ropa que se ocupa en el ciclismo es horrible. Yo les digo que en el fondo es equipamiento técnico, que si no uso pantalones hasta las rodillas, es un poco peligroso. Pero en verdad siempre recibo más comentarios de admiración, donde me dicen que es bacán lo que hago y que me atreva a hacerlo. Después de la experiencia, mis amigas me agradecen que les haya mostrado este mundo, ya que no solo es hacer deporte, sino que también compartir y estar en contacto con la naturaleza.  Me dicen que ahora se sienten seguras y más ciclistas, incluso por descubrir lugares como el San Cristóbal, que está ahí, pero que a veces no se disfrutan. Enseñar a desconectarse a alguien de la ciudad, a escaparse, es un muy buen regalo.

7.Algunas Pistas para comenzar
Las Varas: Es uno de mis lugares preferidos para pedalear en Santiago, encuentro que tiene unas bajadas muy buenas. La particularidad que tiene Las Varas es que la subida es bien tranquila, entonces es apta para todo nivel y no requiere gran nivel o tanto entrenamiento para llegar arriba. Estando arriba no hay tantas opciones: los circuitos clásicos como la bajada del Anfiteatro es un poco técnica; alguien que está recién empezando, con un poco de experiencia, puede hacerla sin problemas. Y si no se puede bajar por la misma subida, en un descenso tranquilo. Está en el km.4 del camino a Farellones, cerca de Santiago y se puede acceder en auto.
San Cristóbal: Dentro de lo más básico está la bajada de Las Torres, que es bien rápida pero sin mayor dificultad; no tiene rocas y si no quieres tomar los saltos no los tomas. Es un circuito para principiantes, al igual que Torre 5 o Las Caballerizas, también está la bajada de Los Canales. Para alguien que está empezando hay harto circuito que da para pedalear. Por mi experiencia, hay que tratar de ir temprano y siempre acompañada por dos personas, por tema de seguridad.
Bike Park El Durazno: Dos pistas bien básicas son Cebolla Trail y Papaya; este último ya por su nombre suena bien fácil, pero es bien entretenido. Tiene harta curvita, y uno no agarra tanta velocidad, porque vas haciendo mucho zigzag. Está todo bien hecho y bien construido, pensado para que alguien que comienza lo pase bien.
Cerro Santa Inés, Los Molles: La subida es camino ancho y no necesariamente tienes que llegar hasta arriba. Hay varios circuitos entretenidos, de dificultades diversas y es un lugar bien bonito. Hay dos tipos de terreno: uno que definiría como tierra con polvo y tierra  compacta. Y otro que es de maicillo duro, bien rápido y donde hay que tener ojo con las frenadas bruscas.

Copa K-Store La Parva, primera fecha del circuito nacional de DH

El próximo 16 y 17 de enero se realizará la tercera versión de la copa K-Store en el Bike Park de La Parva, la cual es la Primera Fecha del Tour chileno de DH con puntos C para el campeonato Nacional.

Esta tremenda fecha como apertura al tour nacional, contará con cerca de 200 corredores que dejarán todo en las canchas del Bike Park de La Parva, uno de los más altos del mundo y que cuenta con pistas especialmente diseñadas para disfrutar de forma segura con una espectacular vista de Santiago desde la Cordillera de Los Andes.

Con 25 categorías esta competencia busca incluir a la mayoría de los amantes del Montain Bike para que disfruten de un evento de primer nivel y con un ambiente lleno de energía para comenzar de la mejor forma el año de descenso.

LaParvaBP

Como la seguridad es lo primero la competencia tendrá un equipo de primeros auxilios, el cual constará con 2 ambulancias durante el entrenamiento y los días de competencia, en punto fijo así como en los medios de transporte, con banderilleros ubicados a lo largo de la pista los cuales contarán con la ayuda de radios de comunicación y silbatos.

Además en cuanto a la implementación deportiva, para este evento se exige que las bicicletas estén en buen estado, las cuales deben ser del tipo mountainbike y se exige como OBLIGATORIO, el uso de casco integral, guantes e implementos de protección y opcional es el uso de protectores cervicales y/o jofas.

Las inscripciones serán vía web a través de www.welcu.cl ( https://welcu.com/k-store/copa-descenso-k-store-2016-la-parva?utm_source=directory ) o vía transferencia a la cuenta

Maria Trinidad Lopez Saldaña, Cta. Rut Banco Estado, 13.568.052-4 , kata@k-store.cl

* Se debe adjuntar por mail el comprobante para el correcto llenado de planilla.

Valores inscripciones:

  • $ 35.000 [11 a 15 de Enero]
  • * Aconsejamos estar atento a la habilitación de inscripciones y fechas de cierre

Bikepark

PROGRAMA

Viernes 15 de Enero:

15:00 a 18:00 Reconocimiento de pista a pie. Prohibido el uso de bicicletas en circuito, el no cumplimiento de esto es causal de eliminación de la competencia, el motivo de la prohibición es para que el circuito se encuentre en óptimas condiciones para la competencia.

Sábado 16 de Enero:

8:30 a 11:00 Acreditación, retiro de números e inscripciones rezagados. 09:00 a 15:00 Entrenamiento oficiales todas las categorías. 15:00 a 15:59 PISTA CERRADA, Corredor sorprendido con o sin bicicleta en pista será descalificado. 16:00 Clasificación sólo para orden de largada todas las categorías menos Junior y Elite. Finalizada la clasificación se les dará la oportunidad de hacer 2 bajadas a Elite y Junior.

BikeParkLaParva

Domingo 17 de Enero:

9:00 a 11:30 Entrenamientos 11:20 Cierre del perímetro de largada. 12:00 a 12:59 PISTA CERRADA, Corredor sorprendido con o sin bicicleta en pista será descalificado. 13:00 Clasificación Elite y Junior, Finales todas las categorías. 17:00 Premiación.

“La organización y las entidades asociadas a Copa K-Store 2016 se eximen de responsabilidad ante accidentes ya que el competidor entienden y asume los riesgos asociados a esta disciplina”

Para mayor información visita www.laparva.cl

 

Pedaleando con el General Carrera

Cuatro amigas decidieron tomar sus bicis y vivir una de esas experiencias que queda para toda la vida: hacer un largo pedaleo por la Carretera Austral. Con el sincero lema “en el camino se verá”, se enfrentaron a empinados y solitarios caminos, que les ofrecieron desafíos, belleza y duras lecciones de mecánica en terreno.

Texto y Fotos: Teresa Arnaboldi y M.José Holzapfel

El viaje comenzó como una idea loca, una conversación entre cuatro amigas. ¿Y si nos vamos a andar en bici a la Carretera Austral? Yo no lo tenía claro, ¿para que ir a esforzarse en vacaciones? Mis amigas, M. José Holzapfel, Carolina de La Maza y Antonia Chicharro, me convencieron. Teníamos lo principal: buen estado físico, pero nada más. Ni aperos, ni los mínimos conocimientos de mecánica. Luego de pedir un par de datos a amigos que habían realizado un viaje similar, decidimos partir en Coyhaique para dar la vuelta al lago General Carrera. Compramos lo básico, agua, chocolates, charqui, pastas 3 minutos, algunas herramientas (que no sabíamos como usarlas y que estábamos casi seguras de que no las sacaríamos de la mochila ) y a último minuto metimos walkie talkies.

Llegamos a Coyhaique sin saber mucho qué hacer. Habíamos partido con un lema: en el camino se verá. Nos instalamos en un hostal en el centro y Antonia salió en bicicleta a recorrer la ciudad. Antes de llegar a la primera cuadra rompió la cadena, la primera cuadra!! Nos demoramos cerca de dos horas en repararla dados nuestros vagos conocimientos en mecánica cicletera pero entre mucha «ingeniería» y bastantes risas de cómo $·»& se hacía esto, finalmente lo logramos. (Mal que mal 3 del grupo eran ingenieras.) celebrando pensamos «ya nada puede salir mal»…. Nadie imaginó que esta sería la primera de muchas aventuras que viviríamos y que esta pequeña pana nos prepararía para todas las reparaciones que venían.

pedalenado

En la foto: Para con el Cerro Castillo de fondo.

Al día siguiente hicimos dedo para llegar al lugar donde comenzaríamos a pedalea.. Nos separamos en dos grupos, ya que sabíamos que nadie llevaría a 4 personas, con 4 bicicletas y bastantes kilos de ropa y comida a cuestas. Carolina y María José rápidamente lograron que un camión las llevara. ¡Ya teníamos dos integrantes listas para empezar el viaje! Antonia y yo esperamos un poco más hasta que un joven local nos llevó. Nuestro amigo nos pidió unos pesos ya que iba hacia otro lado. El lugar de encuentro que definimos fue Vista Hermosa

Cuando nos dejaron ahí dijimos a nuestro amigo conductor «está seguro de que es aquí?», para nuestra sorpresa, Vista Hermosa era un lugar sin señalización, carteles, ni siquiera una marca, era un lugar arbitrario en la mitad de un camino. Se rió y dijo «si, mucha suerte!!»… ¿Y cómo nos encontraríamos con nuestras amigas si quedamos de juntarnos en Vista Hermosa? Nos reímos y rezamos para encontrarlas. ya que por supuesto no había señal de celular. Avanzamos un poco en nuestras bicicletas en su búsqueda y como una iluminación divina dimos con ellas que nos esperaban sentadas en otro lugar arbitrario de la carretera. Esa fue la primera coincidencia mágica que nos anunciaba una aventura inolvidable.

Cerro Castillo

Y empezamos a pedalear. Luego de unos 50 kilómetros a un ritmo bastante rápido dimos con nuestra primera parada : Cerro Castillo. No podíamos creer la majestuosidad del lugar al cual estábamos llegando. Mientras pedaleábamos, casi sin notar que hacíamos esfuerzo alguno, el sol se ponía atrás de un castillo natural de rocas y nieve, con colores anaranjados y azules, todo en «HD» (siempre nos reíamos de este término), pura magia y energía, todos nuestros sentidos estaban explotando, una vista jamás antes vista, la brisa pegándonos en la cara, las endorfinas del pedaleo.. solo queríamos que ese momento durara para siempre.

castillo

En la foto: Las 4 amigas juntas unos kilòmetros antes de llegar al pueblo de Cerro Castillo.

Llegamos al pueblo y armamos campamento en una zona de camping donde compartimos unos mates con gauchos de la zona. Nuestra idea era quedarnos dos días para hacer trekking por el sector y llegar a la base del Cerro Castillo. Arrendamos unos caballos a nuestros amigos gauchos y empezamos a subir.

Para los caballos era imposible subir en algunos tramos por lo empinado del cerro, así que nos bajamos y empezamos a caminar. Realizamos una caminata por un sendero de roca. Luego por un bosque nativo y una ladera árida de piedras. Después de mucho esfuerzo llegamos por fin a la base. No podíamos creer lo que veían nuestros ojos, una laguna turquesa en la punta del cerro, rodeada de nieve y de las puntas imponentes y azules del Cerro Castillo. El cerro Castillo parece una verdadera torre pero hecha naturalmente de rocas filudas.

Agotadas luego de la expedición, nos devoramos un gran (y bien merecido) cordero al palo en el campamento, buen régimen de proteínas para aguantar el viaje que continuaba al día siguiente.Terminamos acurrucadas y desvanecidas junto a una gran fogata preparada por nuestros amigos patagones.

Despertamos al día siguiente, con toda la energía para continuar nuestro rumbo y de dejar atrás este maravilloso lugar. Decidimos entonces tomar el camino » temido, desconocido» y poco convencional, Paso de la Ardillas. Se trata de un paso alternativo donde pocos transitan y que pocos saben cómo es, pero nos comentaron que era mucho más lindo, así que decidimos arriesgarnos. Partimos pedaleando desde Castillo en un camino plano, pero a los pocos kilómetros, comenzó a hacerse más y más empinado. Junto con este no tan amigable camino, un viento muy agresivo empezó a soplar y era tan fuerte que casi nos bota las bicis al suelo. Ningún cambio de bicicleta servía para subir las cuestas. Antonia llevaba la delantera y pedaleando fuerte por una subida extrema… volvió a romper la cadena!

pasoo

En la foto: Carolina y M.José empujan una bicicleta con una pana en el paso de las Ardillas.

Todas juntas paramos bajo un árbol para repararla. Estuvimos varias horas.No fue fácil arreglar la cadena esta vez, el eslabón que nos quedaba de repuesto estaba roto de fábrica y no entraba en la cadena… el viento soplaba muy fuerte, la bici se caía, empezó a hacer mucho frío, ningún auto pasaba para ayudarnos («quién nos manda a ir por el camino «no convencional», decíamos entre risas nerviosas)… Con la manos llenas de grasa de cadena, turnándonos entre todas a ver quien lograba arreglarla, y a falta de paños para este tipo de situaciones, una tuvo que sacrificar su ropa interior para sujetar la cadena que se resbalaba cada vez que intentábamos poner el bendito eslabón. Finalmente, en un momento de gloria, el eslabón hizo «click» y cadena arreglada!! Estábamos tan felices que nos pusimos a saltar, bailar y cantar todas sucias alrededor de la bicicleta. Nos reímos un buen rato..

panabici

En la foto: Antonia, Carolina y M.José intentan arreglar el eslabón de la cadena.

Vuelta arriba de las bicicletas, nos fuimos internando entre medio de un increíble valle lleno de árboles nativos gigantes, lengas, nalcas, vegetación espesa y un río de aguas azules que bajaba por el medio. El paisaje parecía sacado de un sueño, nos volvimos a inspirar con el impactante paisaje, pelos de punta, endorfinas a mil.

Puerto Ibañez

Se nos empezó a acabar la luz y, antes de llegar al plano alcanzamos fácil los 30 km por hora, en una empinada bajada de ripio en que las ruedas de las bicicletas se resbalaban pero logramos equilibrarnos con éxito. Llegamos a un puente y a una playa pequeña. Me bajé para apreciar el río Ibañez que se internaba en la vegetación. Más adelante el paisaje cambió, se puso árido de un momento para otro, como la pampa, con vegetación muy baja pero muy lindo al mismo tiempo, esos paisajes solitarios y áridos donde se respira la tranquilidad. Pasaron unos kilómetros y mi piola se rompió.. no pude arreglarla. El cambio se quedó trancado en el 1/7. Me mentalicé para seguir adelante pedaleando. Exhaustas miramos el «cuenta kilómetros» de María José, alemana para el tema de las distancias(contaba cada kilómetro recorrido, para ver cuánto nos quedaba). El mapa decía 50kms e íbamos en el km 51.. nos aliviamos porque se hacía muy tarde y dijimos «estamos por llegar». Justo en ese momento vemos un gran cartel que decía «Puerto Ibañez a 10kms». 10 Kilometros!!? «En auto serán 10 minutos, pero en bicicleta una eternidad», dijimos.

ardillas

En la foto: Antonia y Teresa en el paso de las Ardillas.

Nos separamos por un rato y Carolina y yo llegamos antes a Puerto Ibáñez cerca de las 11 de la noche. Nos recibió un pueblo solitario, con mucho viento y donde no había absolutamente nadie en las calles. Llamamos por Walkie Talkie a Antonia y M. José y nos contaron que estaban paradas a unos 2kms del lugar… nuevamente habían pinchado rueda y estaban tratando de encajar la rueda con el disco, poco se veía a esas alturas de la noche y la tarea se hacía más difícil. Con Carolina decidimos buscar donde dormir. En eso apareció la señora Gloria y nos ofreció cordialmente alojarnos en su casa, con su familia. Nos contó que muchas veces alojaba ciclistas, ya que los veía sucios y cansados y se apiadaba de ellos, además se entretenía con las divertidas historias que siempre contaban. Disfrutamos de un rico plato de carne con arroz que nos preparó en una cocina a leña que calentaba el lugar y nos hizo sentir como en nuestra propia casa. Comimos hasta decir basta, buenas noches a la señora Gloria, a sus niños y a la cama.

En la Radio

Al otro día nos levantamos en la madrugada para subirnos a la barcaza para cruzar de Puerto Ibañez a Chile Chico, que es la única forma de cruzar a esa localidad por territorio chileno. Cuando nos subimos, el capitán se acercó y dijo que no podían llevar pasajeros, que la barcaza sólo llevaba combustible los días lunes (obviamente, justo era lunes). La única manera de llegar a Chile Chico era hacerlo por Argentina. Hablamos unos 20 minutos con los choferes de los camiones de bencina que se trasladaban en la barcaza para «coimearlos» y nos llevaran encubiertas, pero no hubo caso.. .nos reímos mucho con ellos y nos despedimos. Decidimos no perder tiempo y nos paramos en el punto donde comienza el camino hacia Argentina a hacer dedo, pero las posibilidades de que nos llevaran a todas con bicis eran remotas. Nos separamos, y Carolina y yo, en la desesperación por no quedarnos un día completo más en Puerto Ibañez se nos ocurrió ir a la radio local. El mensaje era así: “Se solicita auto que cruce hacia Argentina, ojalá una camioneta para 4 turistas”.

chico

En la foto: Paseando por Puerto Ibañez.

Salimos muertas de la risa a esperar que alguna persona llegara pero, lo único que logramos era que todo el pueblo supiera de nosotras. A cualquier tienda que íbamos a comprar nos decían: «Ahhhh ustedes son las de la radio!!». Lamentablemente no tuvimos éxito ni siquiera con los medios, así que decidimos quedarnos un día más en Puerto Ibáñez, y aprovechamos de descansar.

Antes de dormirnos leímos ansiosas un blog de dos hermanos que habían realizado el mismo trayecto que nos tocaba el día siguiente. Para nuestra sorpresa contaban que, en la Pampa La Perra, nombre que se le deba al camino entre Chile Chico y Fachinal, los había recibido una «lluvia de piedras» que caían como meteoritos, temieron su muerte en ese camino y rezaron por llegar vivos y poder volver a ver a sus familiares. Nos acostamos muertas de susto y con muchas risas nerviosas, nos tomamos un buen vino, nos relajamos y nos acostamos, nos miramos entre todas y volvimos a decir «en el camino se verá», nada podía ser demasiado grave.

pensando

En la foto: Planeando la ruta en una cabaña en Puerto Ibañez.

La temible Pampa La Perra

Al otro día llegamos temprano a la barcaza de pasajeros hacia Chile Chico. El viaje tardó dos horas en un barco lleno de turistas que contaba con cómodas butacas, televisión y kiosko de comida. Navegamos por aguas tranquilas inmensas y sin límites. Apenas llegamos a Chile Chico fuimos al supermercado para abastecernos y comenzamos la parte más difícil del viaje: la temida Pampa La Perra. Apenas iniciamos el viaje nos dimos cuentas que los hermanos que habían escrito el blog tenían razón, aunque bastante exagerados en su descripción de que casi murieron bajo una lluvia de piedras. Se trataba de un camino plano, árido, con vegetación de menos de un metro de altura, y mucho, mucho viento. Pedaleamos 30 kilómetros de pampa a una velocidad mínima ya queel viento de frente ponía mucha resistencia …todas nos separamos ya que cada una se concentró en su propio ritmo.

paso

En la foto: Bajando una enpinada bajada de Pampa la Perra.

Antonia llevaba la delantera y María José quedó atrás. Nos juntamos en un lugar las tres, con Antonia y Carolina, y nos sentamos preocupadas a esperar a María José que se demoraba en llegar, cubriéndonos del viento y frío detrás de unas rocas.

Unos 20 minutos después llegó María José acompañada de un perro, que al vernos a todas desapareció. María José nos contó que en un momento se vio sola, miró un largo camino por delante y no vio a nadie, el viento le pegaba y tenía pocas fuerzas para seguir. Cuando estuvo a punto de estallar en angustia y miedo, un perro apareció. Nos contó que la miró con ojos de «todo está bien, yo te acompaño» y la acompañó al ritmo que ella iba.

Esto le dio valor, energía y optimismo para seguir… ya no estaba sola. El perro corría en las bajadas y frenaba cuando ella frenaba, y cuando llegaron donde nosotras, él se fue conforme, misión cumplida … fue un momento totalmente mágico. Le pusimos “El Ángel”.

perro

En la foto: M. José y el perro el ángel.

Todas juntas otra vez, debíamos llegar a Fachinal, pero se estaba haciendo oscuro. Algunas integrantes del grupo no daban más y teníamos que tomar una decisión. O seguíamos hasta encontrar Fachinal (que por supuesto no estaba a los 36kms que mostraba el mapa, ya que llevábamos 40 y solo había Pampa) o armábamos campamento en la mitad de la pampa. Nos quedaban 400 cc de agua para las cuatro, habíamos pedaleado 40 kilómetros en condiciones adversas y estábamos agotadas. Decidimos armar campamento entre los espinos e hicimos una sopa con el agua que nos quedaba para palear el frío de la pampa, y poder comer e hidratarnos al mismo tiempo con la poca agua que quedaba. Miramos la vía láctea que parecía un gran manto blanco cubriendo todo el firmamento… solo una mirada a ese cielo maravilloso nos reconfortó y comentamos lo afortunadas que éramos de estar ahí… todo había sido perfecto.

Acantilados y Lago General Carrera

Despertamos Al día siguiente para continuar la marcha. Salimos de nuestras carpas para encontrarnos en un lugar precioso, un día soleado sin ninguna nube, el escenario perfecto para volver a pedalear cargadas de energía… El único problema era que no teníamos agua y eso nos angustiaba, el mapa decía que debía haber un río cerca pero ya no le creíamos a las distancias. Carolina era las más preocupada, ya que siempre está tomando agua, sobretodo de noche.Comió chicle y pastillas de menta antes de dormir para salivar y no pensar en lo mucho que necesitaba el agua.

carpasgeneralcarrera

En la foto: Amanece en la pampa.

Nos subimos a las bicis y a los pocos kilómetros ahí estaba: el agua de la vida! Agua de un río que venia directo de los campos de hielo norte, pura, cristalina, helada.. la más rica que nadie probará jamás.

Más adelante nos detuvimos en un predio donde un lugareño que arrendaba su sitio para carpas nos dejó volver a rellenar nuestras botellas. Lo primero que nos dijo fue: ¡Se les viene difícil! Pensamos en quedarnos pero decidimos seguir, nos reímos pensando que nada podía ser más cansador que la pampa La Perra, estábamos gozando esta increíble aventura, ya nada nos asustaba, nos volvimos invencibles. Lo que no sabíamos era que venía lo más duro, pero también lo más lindo del viaje.

ud7ko1xORpONOrFXVMogivyZChm5TNUPtQHZB08GoAs

En la foto: Una para con el Lago General Carrera.

Llegamos al paso Las Llaves, un camino que bordea el lago General Carrera con muchas subidas y bajadas. El camino baja rápidamente a nivel del lago con curvas muy cortas y pronunciadas. Pedaleamos por una camino angosto con viento que iba encima de acantilados que llegaban directo al lago, un paisaje impresionantemente lindo. Unas turistas gringas que pasaron en auto nos pasaron dulces por la ventana, les dimos pena y no supieron que más darnos, nos alegramos al ver que nos deseaban fuerzas y energías para el viaje.

 

Una playa paradisíaca

Al fin divisamos Mallín Grande, una villa con pocas casas, una placita y 2 minimarkets. Fuimos a parar a la casa de la señora María, una señora que nos recibió con su linda familia, unos ricos huevos de campo y calor de hogar, nos quedamos compartiendo con ellos esa noche, nos tomamos una buena botella de vino y nos reímos a carcajadas contando nuestras anécdotas, muy agradecidas de haber llegado donde ellos.

Nos levantamos temprano para seguir rumbo hacia Puerto Guadal, agradecimos la hospitalidad y partimos. Pedaleamos durante cuatro horas cuando por sorpresa llegamos a una pequeña playa, blanca, escondida en una bahía donde se reflejaban las montañas en el agua quieta. El lago general Carrera parecía espejo, el sol brillaba por encima de las montañas nevadas, no había absolutamente nadie, éramos nosotras, las personas más afortunadas del mundo. Nos pareció la imagen más mágica que hubiéramos visto en nuestras vidas. Nos bajamos rápidamente de las bicicletas, dejamos el equipo en el suelo, nos sacamos la ropa sucia y transpirada y corrimos a bañarnos en las gélidas aguas. En ese momento nos pareció la mejor terma del mundo. La energía del lugar nos revitalizó y nos hizo darnos cuenta de lo pequeñas que éramos rodeadas de tanta majestuosidad .

playa

En la foto: La playa paradisiaca del Lago General Carrera.

Llegamos pedaleando felices a Puerto Guadal de día, donde finalmente pude arreglar mis cambios de la bici en una vulcanización. Esa noche nos comimos unos lomitos gigantes con palta y tomate junto a unas cervezas heladas para celebrar que habíamos llegado a nuestro destino. Brindamos felices con los shops por nuestro viaje.

Temprano al día siguiente nos fuimos rumbo a Puerto Bertrand. El paisaje cambió y nos dimos cuenta de que habíamos llegado a la civilización. Una gran cantidad de autos nos pasaban por un camino a ratos pavimentado. Parecía el tramo más transitado de la Carretera Austral. Atrás quedaba la soledad y la tranquilidad. Luego de unos 10 kilómetros llegamos al fin a Bertrand.

Nos quedamos un par de días para descansar. Participamos en un fiesta del pueblo en que daban cordero a todo el mundo e hicimos un paseo en bote por el río Baker y un trekking por un cerro con vegetación nativa donde tomamos agua de lo que nos habían contado era “ la fuente de la vida”. Una cascada gigante que aparecía entre medio de las rocas y árboles.

instagram

Ahí terminaba mi viaje… Yo me separé del grupo, porque tenía que volver a Santiago. Mágicamente un grupo del Green Baker Lodge partía desde Coihaique en avión el mismo día que yo, por lo que me llevaron al aeropuerto, las coincidencias seguían sorprendiéndonos.

Mientras el avión se alejaba de Coyahaique y de mis compañeras de aventura, pensé que a pesar de lo duro que fue volvería una y mil veces a pedalear por uno de los rincones más lindos e inexplorados de nuestro país.

Agradecimientos: Quiero agradecer a Skins Chile, por habernos pasado indumentaria para este viaje.