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Entrevista: Simon Crassous

A los 24 años el enfermero francés Simon Crassous se internó en la selva durante un mes para experimentar una nueva forma de vida. En esta entrevista habla de cómo fue sobrevivir en un ambiente salvaje por sus propios medios.

¿Qué te motivó a realizar esta aventura ?

Desde niño, siempre estuve enamorado de la selva tropical. Para mí es una de las cosas más bellas de la Tierra y la posibilidad de estar, ver y vivir en un lugar tan salvaje y remoto es dicha pura. Lo que me motivó fue querer saber si yo era capaz de vivir por mis propios medios en la naturaleza. Mi objetivo era lograr alimentarme en cantidad y calidad sin tener que ir al supermercado, y la selva tropical es un medioambiente generoso, así que es era un gran punto de partida para mi proyecto. También me interesaba experimentar la soledad y un modo de vida más simple: solamente con mi hamaca y mi lona para protegerme de los insectos y la lluvia.

¿Dónde realizaste tu experimento?

Comencé la travesía en Regina, Guyana Francesa. Desde allí subí por el río Approuage. Este río tiene la ventaja de estar lejos de las aldeas, así que pude tomar un afluente por el que no va nunca nadie. También me aseguré con los gendarmes y militares locales de que el lugar estuviese lejos de donde se instalan los buscadores de oro porque necesitaba que el lugar fuese lo más seguro y aislado posible. Subí en kayak, acampando cada noche, hasta que el nivel del agua era demasiado bajo y las ramas caídas de los árboles me impidieron seguir. El punto más alejado al que llegué fue en estas coordenadas N 03°57.425′ W 052° 26. 748′, en el arrollo Ekini.

¿Cómo te preparaste físicamente para esta aventura?

Soy bastante activo en mi vida normal. Practico gimnasia, ciclismo y natación con regularidad. Para este viaje puse énfasis en resistencia y desarrollo cardiovascular, por lo que hice menos gimnasia y más natación, ciclismo, trote y, por supuesto, hiking con una mochila sobrecargada para aumentar mi fuerza y masa muscular. También asistí a dos cursos de sobrevivencia que, aunque fueron muy instructivos, me enseñaron principalmente a resistir en climas fríos, lo que no es una preocupación estando en el trópico.

¿Cómo era tu día a día en la selva?

Me levantaba a las 7 de la mañana a preparar el fuego para cocinar el desayuno y almuerzo. Desmontaba el campamento y cargaba todo en el kayak. Como me rompí dos dedos del pie durante la primera semana, este proceso se me hacía particularmente largo y doloroso. Luego, remaba por al menos 5 horas hasta que encontraba un lugar donde montar nuevamente el campamento, hacía fuego, preparaba comida y dormía.

¿Cómo hacías para encontrar alimento ?

El 50% de mi alimentación en la selva consistió en pasta y lentejas que llevé conmigo desde la civilización, el resto, lo conseguí pescando y cazando. Para pescar montaba la red el día anterior y, a la mañana siguiente, recogía los pescaditos que usaría como carnada para atrapar peces grandes. Luego, preparaba la carne y la ahumaba, manteniendo el fuego durante todo el proceso. Durante la tarde buscaba huellas de animales que salía a cazar con mi rifle durante la noche.

¿Cuál fue la parte más difícil de tu experiencia?

La parte más difícil fue la soledad. Llevaba ya un mes en Guyana Francesa preparando el viaje y cuando mi (ex) polola terminó nuestra relación por teléfono. Pienso que esto hizo que la soledad fuese más difícil de soportar…puedo parecer débil, pero es la verdad: Sin este incidente el viaje habría sido fácil y lo difícil solo habría sido la vida en la selva. Remar es un proceso lento y difícil si se hace en contra la corriente. La lluvia, la humedad, preparar y ahumar los alimentos, tener que hacer fuego cada vez que quieres comer. Honestamente, me sorprendió lo cansador que es vivir de esta manera.

¿Alguna vez quisiste dejarlo todo y regresar a tu casa ?

En realidad no porque venía planeando este viaje desde hacía mucho tiempo. Estaba tan motivado que rendirme no era una opción. Pasé mucho tiempo pensando en mis amigos y mi familia y esto me dio fuerza y ganas para seguir adelante.

¿Qué cosas aprendiste en esta aventura ?

Aprendí mucho. Primero aprendí que es posible vivir con tus propios medios en la naturaleza y quiero lograrlo en un 100% en mi próxima travesía. Ahora que tengo más experiencia pienso que es factible.
Segundo, aprendí a controlar mi mente. Era doloroso pensar acerca de mi ex polola, así que aprendí a enfocarme en otras cosas y estar presente en el momento. Esto fue bastante útil y mi fuerza mental mejoró bastante.

¿Cuáles son tus proyectos futuros?

Pasaré los próximos 6 meses haciendo trabajo humanitario como enfermero. Después de eso quiero volver a la selva en algún lugar de Guyana Francesa o Brasil. Quiero aprender más técnicas de caza con la gente local y luego volver a internarme en la selva solo y conseguir mi alimento completamente por mi cuenta sin utilizar un rifle –por que la munición representa un límite para mi autonomía-, pero sí, trampas. Luego de eso, quiero realizar otro viaje, completamente autónomo, pero en otro ambiente, estoy pensando en los grandes espacios canadienses.