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Gran jornada la propuesta por la marca estadounidense que trajo por primera vez a Chile este evento que convoco a 25 corredores a asumir el reto de subir las 40 curvas de la cuesta del camino a Farellones, recorriendo una distancia de 16 km de pavimento con cerca de 30º C que le dieron un muy buen ingrediente a esta experiencia, que ya se presentaba como un reto digno de temer para quienes no hayan entrenado en estas condiciones.
Por Cristián Valencia
El evento comenzó mucho tiempo atrás, generando la convocatoria y escogiendo a quienes serían los afortunados participantes, ya sea por su nivel de preparación física, dado que fueron escogidos por su expertís en distintas disciplinas como triatlón, trail running y por su puesto running, ya que el evento fue desarrollado en su totalidad por pavimento, una superficie que para mi había quedado en el pasado con mi pasión por los senderos. Sin embargo no podía rechazar una invitación que pondría a prueba mis rodillas y ego, dado que parecían muy tentadores esos 16 km en subida y 1500 metros de desnivel, con la vista de la hermosa cordillera de fondo.
Dentro de todos los participantes, la marca consideró la presencia de afortunadas personas escogidas a través de redes sociales, quienes tuvieron que pasar por un estricto control y exámenes para medir su resistencia y capacidad (prueba de ergoespirometrìa-VO2 max) . de todos los escogidos para desarrollar el examen, los 5 de mejor rendimiento fueron clasificados e invitados a integrarse a esta primera versión.
El reto
Uniformados totalmente por la marca, a eso de las 17:00 del sábado 5, nos dieron la largada después de unos entretenidos ejercicios desarrollados por el entrenador Raul Mora, quien se encargo de activar la musculatura de los presentes, calmando la ansiosa espera y encendiendo el ánimo.
Tres puntos completamente abastecidos y muy necesarios dada la temperatura, esperaban el paso de los corredores, que dentro de ellos contaba con la presencia del más destacado triatleta de nuestra historia, Cristián Bustos y el tremendamente sencillo ganador de los 160 km de la ultima versión del Endurance Challenge Oscar Olguín. Si bien fue un evento no competitivo, no me queda duda alguna que había una gran lucha de egos, por demostrar quién podía ser el que completaría el recorrido en menor tiempo.
Po mi parte, a pesar de ser pavimento, (dada mi alergia por esta superficie) disfrute cada paso compartido con gente de tanta energía, no solo por los participantes, sino también por la energía de un equipo de producción jugadísimo que no dejó un punto al azar, esperándonos con una exquisita recepción con asado de cordero incluido en el Lodge Cordillera, lugar donde se cerró de magistral manera un evento que puede tener mucha proyección y que sin duda buscará otros horizontes en algún punto de nuestra larga y estrecha faja de tierra.