Los beneficios de salir al aire libre en familia

Salir a un espacio natural, aunque sea una caminata de media hora, puede ayudar un montón a restaurar tu atención. Pero sucede lo mismo cuando esto se hace como una actividad familiar? Un grupo de investigadores de la Universidad de Illinois han estado analizando los beneficios de pasar tiempo al aire libre en familia, y tienen la teoría de que las familias que regularmente salen a compartir juntos en espacios naturales tienden a funcionar mejor.

«Cuando tu atención se restaura, eres capaz de atender mejor las indicaciones sociales, te sientes menos irritable y tienes mejor autocontrol. Todas estas variables te ayudan a llevarte mejor con los demás», explica Dina Izenstark, candidata a doctor del Departamento de Desarrollo Humano y Estudios Familiares de la Universidad de Illinois, autora principal de un reciente estudio publicado en junio en el Journal of Family Theory and Review.
Los estudios sobre exposición a los entornos naturales se han centrado fundamentalmente en individuos; «Nuestra investigación suma a eso el preguntarse: ¿qué pasa si pasa tiempo en la naturaleza sin estar solo, sino que con un miembro de tu familia? Nos preguntamos eso porque sabemos que el tiempo que pasamos en la naturaleza suele ser con nuestra familia, especialmente para los niños» La investigación toma en cuenta la unidad familiar, y como los procesos que suceden al estar al aire libre se transfieren en resultados como familia, que deberían mejorar el cómo se llevan los miembros de esta.

Izenstark y su coautor Aaron Ebata revisar los estudios existentes sobre cóo las familias usan los entornos naturales, bajo el marco de la teoría de la restauración de la atención, y la perspectiva de las rutinas y rituales familiares. «Todos tenemos una cantidad de atención finita. Especialmente en la sociedad de hoy en que estamos constantemente mirando nuestros teléfonos o trabajando en nuestros computadores, donde nuestro correo no para de saltar; estamos fatigando constantemente nuestra atención dirigida, pero no siemrpe somos conscientes de que lo estamos haciendo», señala Izenstark, que sugiere incorporar momentos en nuestra vida diaria en que podamos mirar la naturaleza y experimentar una fascinación suave para restaurar nuestra atención. Ebata agrega: «Existe la noción de que ver TV es relajante. Todos los estudios que conocemos muestran que de hecho puede no ser algo tan restaurador como otras cosas que pueden ser más beneficiosas»

El salir del día es lo que beneficia a la familia «Desde mi experiencia al ser padre, especialmente con niños chicos activos y cuando te sientes un poco estresado, hay algo en salir al parque, dejar a los chicos correr, tomarte un respiro y verlos pasándolo bien», dice Ebata. «Cuando estás en casa y todavía a cargo, eso no se siente como estar allá afuera. Al aire libre, algo que existe en los espacios naturales suelta a los padres de sentirse en sus deberes, como se sienten al estar en casa. Siguen haciendo sus deberes, pero de una manera diferente».
Entonces además de la posibilidad que nos entrega la naturaleza de restaurar nuestra atención, que nos lleva a llevarnos mejor en nuestras familias, los investigadores ven lo importante que es para los grupos familiares el tener rutinas  o rituales en la naturaleza, que se repitan de manera habitual. Un ejemplo de una actividad sencilla para la familia puede ser salir a pasear al perro juntos todas las tardes; puede sonar fácil, pero esto entrega un sentido de pertenencia e identidad a los miembros de la familia, dándole una idea de quiénes son.
Si en un paseo por el día, por ejemplo, llueve y todos se mojan, igual puede resultar finalmente para bien. «El beneficio de ese ritual para la familia se convierte en algo más grande que los beneficios individuales y a corto plazo. El total se convierte en algo más grande que la suma de las partes», explica Izenstark.