Interactive Coloring

drag iconDrag any color from the left toolbar to an area or text in the page. A blue outline will indicate a droppable element.

drag iconOn mobile, wait a tiny bit until you drag the color drop.

Entrevista a Karl Egloff

Hace un tiempo entrevistamos a este montañista, que no solo ha alcanzado las cumbres más exigentes como el Cráter Cotopaxi, el Kilimanjaro, el Aconcagua sino que en sus ascensiones ha roto todos los records de tiempo. Ahora justo antes su segunda visita a la carrera Andes Infernal en enero, poco antes de irse a su Luna de Miel, Karl nos contó de su historia, su amor por Los Andes y sus próximos proyectos

Has rompido varios records: Cráter Cotopaxi, tres records mundiales en categoría de ascenso de velocidad en el Kilimanjaro. ¿Cuál ha sido el plan de entrenamiento más rudo que has tenido para lograr estos records?
 Lo más duro creo que fue el año anterior, después de regresar de Andes Infernal 2015 para irme al Aconcagua. Hice un mes de muchísima altura donde perdí peso, tenía problemas estomacales, dormía a 5.000 o 6.000 metros de altura en carpas, y llegaba a momentos en que uno quería tirar la toalla. Decía “¿Por qué hago esto?” Pero al rato que uno rompe el record dice “Bueno, ya está” Todo de pronto tiene sentido, tiene su recompensa, como en todo deporte, creo yo. Pero lo hermoso de este deporte, que he practicado mucho, es que Amo este deporte. Prácticamente yo siempre fui de este deporte pero tardó en venir a Sudamérica y en este trayecto hasta que viniera a Sudamérica necesitaba esa madurez y llegó en el momento ideal de mi vida. Ahora sin duda, hay mucho por hacer, mucho por mejorar y mucho por especializarse. Y estoy ansioso por estos años que se vienen.

 ¿Qué te motiva del  Mammut Andes Infernal? Esta carrera está generando ruido, entre montañistas de renombre como Sebastian Chaigneau, Kilian Jornet y Ueli Steck?¿Qué piensas de los Andes como un lugar para romper marcas?
Siendo ecuatoriano Los Andes son mi patio de entrenamiento. Prácticamente son nuestras montañas. Sea del país que sea somos hermanos todos en Sudamérica. Hace un año atrás tuve la oportunidad que Marcelo (Rojas, organizador de la carrera Andes Infernal) me invitara a esta carrera. Yo vine a conocer y me llevé una experiencia maravillosa. Sin duda correr las carreras altas son mi prioridad, son mi especialización, a eso me dedico. Cada corredor tiene sus especializaciones o disciplinas que les va mejor y sin duda a mi todas las carreras que vayan en altura son parte de mi planificación para el año, ya que me dedico a intentar romper récords o marcas. Entonces se me viene perfecto. A inicios de año se me viene perfecto porque es parte de una pre temporada y porque estar aquí con gente tan maravillosa como los chilenos. Me encanta. Me encanta estar aquí, he estado unas 10 veces en Santiago pero a esta carrera es segundo año consecutivo y espero que pueda seguir viniendo e intentando siempre romper records. (NdE: Esta entrevista se hizo poco antes de que Karl marcara el record en el Andes Infernal)


¿Cuáles son las máximas del libro Correr o Morir de Kilian Jornet que te inspiran en tus ascensiones?
 Frases como tales, tal vez no las tengo tan marcadas, pero algo que me marcó fue que el escribía que cuando llegaba a una barrera, esa barrera le tumbaba. Que el subestimaba algunas cosas o que algunas cosas se las tomaba con mucho respeto. Entonces yo todas esas cosas iba anotando, iba apuntando y decía “aquí sufrió, aquí tengo que hacerlo mejor, aquí le fue increíble, aquí tengo que tratar de no perder tiempo”. Y fue realmente mi nota, mi apunte de su experiencia. Porque no es un deporte como el fútbol que sabes que el minuto 33 te cambian al jugador o algo así. Este es un deporte muy virgen y eso me motiva mucho porque hay mucho por recorrer y mucho por hacer.
Se le tiene mucho respeto.  Yo igual. Tengo mucho respecto. La gente dice “Karl, El Plomo lo vas hacer corriendo” Y digo “Sí, pero primero tengo que llegar allá, primero tengo que sobrepasar mis propios límites y después hablaré de un record”. Pero para la gente es importante el record, como que se vende la carrera, no? Pero hay que tomárselo con mucho respeto, el clima influye mucho, mi estado físico ese día, también considerando que vengo de la altura, bajo a Santiago, ya es un cambio hormonal y volver a la altura en seguida es… hay que darle un tiempo al cuerpo y ver qué pasa.

 Tienes como proyecto el ser el primer latinoamericano en cruzar la Antártica; ¿sigue en pie ese objetivo?
 Sin duda el proyecto inicial son los 7 Summits in Speed Climbing que sería la cumbre más alta de cada continente en velocidad y luego o entre este proyecto la idea es que atravesar la Antártica con tres compañeros más. Un equipo de 4. El objetivo primordial es poder financiar esto. Entonces esa es la razón por la que lo he aplazado porque sin duda es un proyecto muy costoso y se requiere de tiempo y preparación.  A qué me refiero con esto? A pesar de que sea rápido y sea veloz, eso implica un cambio en entrenamiento porque tengo que tolerar temperaturas extremas. Tengo que tolerar cargar mucho peso y tendría que sacrificar medio año de mi vida para eso. Porque no solamente lo quiero cruzar, lo quiero cruzar más rápido que cualquier otro, entonces eso hace que sería obviamente un challenge grande. Ahora, tengo tres compañeros míos entre ellos Nicolás Miranda, que son hermanos de sangre, así le decimos nosotros, con los que hago todas mis locuras, mi seguridad y mis amigos y con ellos estamos simplemente esperando el momento ideal para hacer esto.
Sin duda el más grande para este año es seguir con el proyecto 7 Summits, el año anterior fue el Aconcagua, el antepasado el Kilimanjaro y este año estoy lanzando todas mis cartas al Everest que es la montaña más alta de Europa, que está en Cáucaso, en Rusia. Y posterior a esta, las 4 que me faltan para culminar las 7, son muy costosas. Entonces estoy viendo en qué orden ir. Por ahí algunos atletas dirían por dificultad y en mi caso en netamente económico porque hay unas que son impagables, el Everest es impagable, tengo que ir con equipo de rescate con todo y eso tengo que aplazarlo. Pero estoy súper motivado que las cosas se están abriendo y el Andes Infernal fue una de las razones porqué las cosas se fueron abriendo. La prensa y los medios que me cubrieron el año pasado me dieron a conocer en Europa. La gente no me conocía después del record del Kilimanjaro,  más bien fue una puerta que luego del Andes Infernal la gente se echó ojo y se me abrieron las puertas.

¿Qué te gusta de su trabajo como guía?
Me encanta enseñar, me encanta ver a otras personas llegar a su límite, a llegar a conquistar una montaña pero el tiempo me limita mucho ahora a vivir de esto. Lo que hago yo muchas veces que voy a la montaña por mi cuenta, ya no guiando. Pero sigo haciéndolo, en temporada alta de noviembre a febrero que en Ecuador estamos en temporada alta, sí tengo lapsos semanales que estoy más en la montaña que en mi casa. Pero ya no era como antes que vivía de eso. Ser guía es algo que me llama muchísimo la atención y para hacer este deporte necesitas muchas horas en la montaña y si es que no estoy yo en la montaña guiando tengo que compensarlo entrenando y muchas veces no me da el tiempo ni la economía entonces digo perfecto, voy a guiar y uso eso como entrenamiento.

 

statusuio4

Foto Gentileza de Statusuio.com

¿De qué manera sientes que la montaña cambia la manera de ver la vida, de qué manera sientes que la montaña te enseña?
La montaña para mi ha sido una universidad, ¿por qué? Porque no es una etapa nueva de mi vida. Yo toda la vida he sido montañista, desde que tengo un año y medio mi padre me llevaba en la mochila. Y me llevaba a los glaciares, y a los 7 años ya iba con él a las caminatas largas, a los 15 ya empecé a guiar con él. A los 20 ya era un hombre hecho y derecho llevando expediciones, gente y ya a mis 34 años de edad prácticamente podría decir que he vivido de esto toda mi vida. Ahora qué me ha enseñado la montaña? Mucha humidad. Por qué? Porque la montaña dentro de todo te enseña a valorar las cosas simples de la vida. Por ejemplo, un ejemplo muy fácil, tu estás 2 o 3 días en la montaña y lo único que quieres es un plato caliente de comer o quieres una pared que no se caiga con el viento. O quieres una camita caliente en donde no tengas que estar temblando de frío. Y son cosas básicas que te enseña la vida, muchas veces cuando uno empieza a correr y se te abren las puertas y te vas a Europa y de pronto con tanta alfombra roja pierdes el norte y para mi, la montaña es volver al centro. Volver donde yo soy. Espero algún día poderme morir en la montaña, de una manera por vejez no por accidente. Pero poder ir toda mi vida a la montaña porque es un lugar energético total para mí.

 ¿Sigues andando en bicicleta? ¿Sigue la motivación? ¿La usas más como entrenamiento?
La bicicleta me dio 8 años gloriosos de mi vida, que me abrió las puertas, luego de que con el futbol se complicaron por lesiones, el ciclismo me abrió ese mito de salir al extranjero, de representar a mi país y de oír el himno, de ponerme el uniforme, de todo lo que soñé con el futbol, lo recompensé con el ciclismo. Por eso no soy ingrato y no le doy la espalda en este momento. Sigo compitiendo, sigo entrenando de vez en cuando en el ciclismo, pero ya no es mi prioridad. Yo de acá a 5 años me veo viendo a la bicicleta como algo recreativo. El 2015, sí tuve 3 carreras importantes, y este año pienso volverlas a defender. Tengo la suerte de haber ganado en Ecuador, entonces tengo mucha gente que me sigue por el ciclismo y no por el Speed. Entonces a ellos tampoco le doy las espaldas porque es bonito el cariño, el que la gente en la calle te diga “Mira Karl, ¿cuando corremos?” “¿Has dejado el ciclismo?” Y no es así, simplemente hay otras prioridades ahora y estoy en una edad clave para poder culminar con mi proyecto (de montaña).

¿Cómo vive en ti tu herencia andina y alpina?
Esta es una pregunta muy buena. ¿Por qué? Porque tengo un padre suizo que me mostró el tradicionalismo de él dentro de los Andes. Entonces ya es una mezcla entre “flamingo y cabra” y a la vez, yo físicamente no parezco ecuatoriano parezco más suizo pero siempre me he identificado con los Andes. Son mis montañas, las conozco muy bien. Porque me crié ahí, crecí ahí. Ahora de vez en cuando tengo la suerte de viajar a Europa, de escalar los Alpes o a intentar records como tuve la suerte de hacerlo ahora con Kilimanjaro. He podido conocer los Alpes que yo veía por libros. No es que yo haya crecido el los Alpes o haya tenido esa doble generación de ir en invierno allá y en verano en Ecuador. No, para mi Los Alpes eran lejanos, era una cultura muy muy lejana que mi padre la representaba en Ecuador, pero yo netamente fuera del aspecto físico soy 100% ecuatoriano. Veo las montañas, Los Andes, y siento que son 100% nuestras, conozco las rutas, me identifico con ellas.