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En Campo de Hielo Sur: Cordón Escondido

El Campo de Hielo Sur, con 400 kilómetros glaciares y mesetas que discurren de norte a sur es una de las zonas más remotas, inhóspitas y maravillosas del territorio chileno. Las innumerables montañas sin ascender, como también las montañas emblemáticas como el Cerro Torre, Murallón o el Volcán Lautaro hacen de la zona un lugar increíble e inigualable para la escalada y el montañismo. Desde las primeras exploraciones realizadas por el Padre Alberto De Agostini el Campo de Hielo Sur ha sido escenario y testigo del desarrollo del montañismo mundial.


Texto y Fotos: Darío Arancibia

En el año 2011, durante los meses de enero y febrero me tocó participar en una primera exploración del Instituto Chileno de Campos de Hielo (ICCH) a la zona del Glaciar Jorge Montt y la meseta Caupolicán, en una expedición enfocada en realizar investigación geomorfológica y botánica, además de realizar mediciones de geomensura y trabajar en cartografía de la zona. Sumado a esto, buscaba explorar nuevos accesos al tercio norte del Campo de Hielo, ya que el acceso que usaron innumerables expediciones anteriores ya es impracticable debido al retroceso del glaciar
Junto a mi compañero de muchos años de escalada y montañismo Felipe González Donoso, y sumado a nosotros Claudio Vargas, cartógrafo del Instituto, conformamos la “Cordada de Hielo, la cual tenía como objetivo explorar, en la primera parte de la expedición, el acceso al hielo por el glaciar Lucia y así lograr pasar al tercio norte del Campo de Hielo Sur. Al enterarme sobre el lugar que teníamos que ir a explorar, se me viene rápidamente el pensamiento, “¿qué montañas están inescaladas por la zona?”. Rápidamente reviso la información disponible y logro llegar a unas fotos de la expedición Transpatagónica de Pablo Besser, mostrando las montañas del Cordón Escondido. Con bellas y asombrosas montañas de roca y hielo que invitaban a escalarlas, ¡y que además estaban sin ascensión!
Con esto en mente y durante la duración de la primera parte de la expedición, tratamos por varios días llegar al plateau glaciar y acceder a las montañas. Pero la realidad patagónica nos mostró su peor cara. Mal tiempo, viento, nieve y lluvia, es lo que tuvimos que soportar para apenas poder alcanzar el acceso al Campo de Hielo Sur. Avanzamos día a día con pesadas cargas y toda la ropa mojada, para solo esperar a llegar al campamento, cambiarnos por nuestra ropa seca y disfrutar de una comida caliente.
Logramos ascender, en medio de las nubes, un pequeño cerro aledaño al acceso de la meseta. Lo llamamos Mirador Rodrigo Vargas.

Matías Prieto durante la aproximación al Campo de Hielo Sur, con el fiordo Calén de fondo, que enfrenta al glaciar Jorge Montt

Matías Prieto durante la aproximación al Campo de Hielo Sur, con el fiordo Calén de fondo, que enfrenta al glaciar Jorge Montt

Segunda Exploración
A finales de octubre del 2015 tuve la oportunidad, nuevamente, de ir a una exploración a la zona del glaciar Jorge Montt y el Cordón Escondido. La expedición organizada el ICCH contó nuevamente con un equipo interdisciplinario.
La cordada de hielo lo formábamos tres Guías/Instructores miembros de la Asociación Chilena de Guías de Montaña (ACGM): mi amigo y compañero de escalada y aventuras Felipe González, junto al nuevo integrante Matías Prieto, quien completaba nuestro equipo.
Esta vez íbamos con más experiencia y con equipo mejor adaptado para la zona, incluyendo esquíes de randonnée y trineos para cada integrante. Se agregó también un panel solar y mapas específicos de la zona realizados especialmente por el Instituto para la expedición.

Partiendo desde Caleta Tortel en bote y después de la aproximación desde el fiordo hasta el primer campamento, llegamos a montar el campamento base. Desde ahí, luego de un par de días y unos porteos previos, nos desplazamos con todo el equipo por la arista montañosa, con rumbo hacia el paso de las tinieblas y el acceso al glaciar Lucía y la meseta del Campo de Hielo Sur.
El tiempo estuvo un poco mejor que hace 4 años, y logramos disfrutar de vez en cuando la vista y el desplazamiento por la ruta. A veces el viento blanco nos obligaba a avanzar navegando solo con el GPS y la carta. En otras ocasiones, con visibilidad y algo de sol.
Entre días de avance y descanso logramos realizar en una jornada larga el ingreso al Campo de Hielo Sur a través del Paso de las Tinieblas. La vista de la meseta es imponente, sublime, y nos permite por fin ver a lo lejos nuestro objetivo: el enigmático Cordón Escondido. Descendemos del col de acceso a la meseta y atravesamos la planicie en un ventoso atardecer hacia la zona que decidimos acampar.
Al día siguiente el tiempo se mantenía bueno, y aprovechamos de avanzar más de lo planificado. El viento es nuestro tercer integrante y esta vez nos tocó en contra. La vista del Cordón Escondido nos cautiva cada vez más y nos esforzamos muy motivados en avanzar varios kilómetros. Después de superar una larga pendiente, llegamos una extensa meseta en donde logramos divisar, a lo lejos, un sitio protegido para nuestro próximo campamento. Llegamos con las luces de la tarde y preparamos la plataforma y muros, los cuales sumados a la pared de hielo natural nos protegen del viento.
La siguiente jornada es de descanso y exploración, para poder ver qué montañas subir y cuál sería la ruta. Felipe y Matías llegan muy motivados de la exploración. Decididos los objetivos nos acostamos. Expectante por lo que se viene, me quedo dormido luego de la cena.

Matias Prieto escalando el hongo de hielo que da acceso a la última cumbre inescalada que logró la expedición, el cerro ACGM

Matias Prieto escalando el hongo de hielo que da acceso a la última cumbre inescalada que logró la expedición, el cerro ACGM

Día de cumbres
El despertador suena de madrugada. Es de noche mientras saboreamos el desayuno. Salimos temprano y descendemos en esquíes para tomar la huella que habían fijado el día anterior mis compañeros. El día está despejado y tranquilo, un regalo de la Patagonia. Avanzamos por la pendiente hacia la meseta superior que une las dos cumbres que queremos ascender. Aprovechamos la sombra de la mañana para no pasar mucho calor.
En uno de los descansos decidimos a qué cumbre ir primero: ¡la más alta y técnica!
La ruta elegida para la montaña transcurre por una arista que termina en una cumbre subsidiaria, que está cortada por una pared, después un filo y luego la pendiente final hacia la cumbre principal, una incógnita que resolveremos al llegar. Nos dirigimos con los randonnée hasta la base de la arista donde los dejamos. Mientras comemos algo, nos calzamos los crampones y sacamos los piolets. Avanzamos por la arista hasta la pared. Felipe, que ya había llegado, está cavando una trinchera, para encontrar nieve más consistente, y colocar un anclaje. La cuerda fija que dejamos nos permite rapelear hasta el filo. Solo queda avanzar y ascender la pendiente final.
El primero en llegar a la cumbre es Felipe. Luego nos juntamos todos para celebrar esta primera ascensión en el Cordón Escondido. Tan esquivo hace 4 años y ahora estamos disfrutando una vista de todo el Campo de Hielo. A lo lejos se divisa el Cerro Torre y el volcán Lautaro, además de un sinnúmero de montañas desconocidas y maravillosas.
En mi interior tengo esa extraña y especial sentimiento de estar por primera vez en un lugar donde nunca había estado un ser humano. Es una oportunidad tan difícil en estos días; con esto me doy cuenta de cuál es el espíritu profundo de la aventura, la exploración y el montañismo.

Vista desde la cumbre principal del Cerro Horacio Toro hacia el sureste, donde se aprecia la cumbre sur, el cerro ACGM y toda la continuación del Cordón Escondido

Vista desde la cumbre principal del Cerro Horacio Toro hacia el sureste, donde se aprecia la cumbre sur, el cerro ACGM y toda la continuación del Cordón Escondido


Despedida del hielo

Comenzamos el descenso desde la cumbre, del bautizado cerro Horacio Toro, para alcanzar la cuerda fija que dejamos para ascender la pared que nos da acceso a la cumbre sur y la arista. Escalamos asegurados la pared de hielo y descendemos nuevamente hasta donde dejamos los esquíes. Sin hablar, Felipe se dirige a una pequeña cumbre cercana y sumándonos a sus pasos logramos su primera ascensión.
Ya devuelta a los esquíes, avanzamos hacia la otra cumbre que nos esperaba. Se veía cerca, pero nos tomó tiempo llegar a la base de la arista de acceso. La cumbre está coronada por un bello hongo de hielo que invitaba escalarlo. Una nueva cumbre en primera ascensión, el cerro ACGM.
Llega la hora de descender y volver al campamento. Realizamos un rappel y rápidamente llegamos a los esquíes. La visibilidad baja mucho y debemos usar el GPS para navegar; Felipe había marcado los puntos clave de la ruta, como grietas, pendientes y rumbos. Esto nos permitió bajar bastante seguros por el plateau hacia la meseta del Campo de Hielo, aunque con innumerables caídas esquiando debido a la nieve cartón y los zapatos de montaña que no nos permitían manejar mejor nuestros esquíes.
Ya pasado lo más difícil y de manera sarcástica, la visibilidad mejora, regalándonos un maravilloso y sublime atardecer, como una suerte de inicio de la despedida del hielo, como si quisiera dejarnos su mejor recuerdo, ¡su tremenda y vasta inmensidad!

Felices en la cumbre del cerro Horacio Toro, Felipe González, Matías Prieto y Darío Arancibia.

Felices en la cumbre del cerro Horacio Toro, Felipe González, Matías Prieto y Darío Arancibia.



Cerros Ascendidos en Primera Ascensión
• Cerro Horacio Toro, cumbre principal 2.656 msnm
• Cerro Horacio Toro, cumbre sur, 2.622 msnm
• Cima 2 2.593 msnm
• Cerro ACGM 2.611 msnm


Este artículo está dedicado a Martín Correa, quien fue parte de la primera exploración del 2011 y quien nos dejó en un accidente de escalada en la pared sur de San Gabriel. Un agradecimiento muy especial al Instituto Chileno de Campos de Hielo, que hizo posible esta exploración y a Camilo Rada por facilitarnos los trineos. A tiendas Tatoo quien me ayuda en mis actividades, y a mi familia que siempre están conmigo apoyándome.