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Circuitos de MTB en la V región Las Rutas de Tricao

Para quienes les gustas pedalear en familia, este Parque cercano a Santo Domingo tiene interesantes posibilidades, en una zona donde los suaves lomajes se mezcla con paisajes costeros y lagunas llenas de aves.

Texto: Santiago Flores
Fotos: Francisco Ibarra

Mi encuentro con el Parque Tricao y con su proyecto consistió en un acontecimiento cuya causa no sé si se debe a la suerte o a esas búsquedas erráticas para lograr concretar ideas, hablo de esas ideas que en la cabeza pueden estar claras, pero que se mueven entre la utopías y la realidad, tomando caminos que no siempre son planeados
La cosa es que junto a mi socio en varias locuras, Cristian Waidele, estábamos sentados un día cualquiera de abril con la persona indicada, en el momento del tiempo preciso: El Parque Tricao se había quedado sin administrador y nosotros, como Andes Riders, estábamos necesitando encontrar espacios al aire libre de alta belleza escénica, que permitieran montar actividades deportivas y turísticas atractivas, que no fueran extremas y que nos permitieran incluir a personas que no tienen, por ejemplo, las capacidades físicas para escalar un volcán, pero si una gran necesidad de vivir la naturaleza, de empaparse de los milagros muchas veces escondidos, de nuestro país,.
He tenido la suerte de visitar algunas de las regiones más prestigiosas a nivel mundial, geográfica y ecológicamente hablando y Chile no tiene nada que envidiarles, lo único que nos falta es infraestructura que permita que más gente llegue a lugares que se mantienen escondidos, porque son recónditos y aun hoy, solo los más aventureros llegan. Así es como me obsesioné con el turismo y como llegamos a enfrascamos en el entretenido y desafiante proyecto de abrir el parque al mundo, de manera sustentable, cuidando su espíritu de santuario y con la idea de potenciar sus pilares de familia, cultura y deporte.

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Los terrenos

Antes que nada, me gustaría contarles un poco sobre el contexto de lo que estamos hablando. El espacio ecológico de Tricao fue creado como tal en 2006, con la construcción de un tranque para generar una superficie de agua dulce sobre la cual se han ido montando áreas de paisajismo, plantando árboles nativos, fabricando infraestructura para actividades al aire libre y creando un entorno para el desarrollo de vida silvestre autóctona, en donde se pueden avistar distintos tipos de patos, cisnes de cuello negro, garzas, entre un universo de muchos tipos de aves menores.
El predio está ubicado entre Las Brisas de Santo Domingo y el Humedal del Yali. La superficie del parque es de 600 hectáreas de lomajes suaves, con quebradas, 200 hectáreas de bosque nativo, una laguna de 15 hectáreas y un kilómetro de acceso a costa. Llaman particularmente la atención sus bosques nativos, que son esclerófilos, en su mayoría adultos y que dan la sensación de estar metidos en alguna selva costera del sur del país, aunque con vegetación propia de la zona.
Conaf tiene una Reserva en El Yali, que son 520 hectáreas de humedales protegidos por la institución y es una de las zonas de Chile Central con más flujo de aves nativas y migratorias.
Luego de intentar transmitirles en pocas palabras las dimensiones de este emprendimiento ecológico, les puedo contar que siendo un amante de la bicicleta de montaña, obviamente tengo un sesgo hacia mirar el predio como un lugar para proyectar las dos ruedas. He recorrido montones de cerros a lo largo de Chile y me faltaba un espacio en donde se conjugara el mountainbike poco técnico, apto para invitar a amantes de la naturaleza de todas las edades, que fuera cerca de Santiago y que sorprendiera, por belleza y variedad de paisajes, hasta los más experimentados riders.

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Los circuitos

Así que nos pusimos manos a la obra para la desafiante tarea de establecer circuitos de distinta exigencia física y lo más variados posible, aprovechando huellas de tractores, caminos y demases; primero fue buscando opciones en la camioneta y luego jugando un poco con la bici. Hay en un mismo circuito pasadas de bosques, explanadas, quebradas, humedales con avistamiento de aves, mar… puede que sea un poco autorreferente, ¡pero no creo que hayamos hecho nada de mal el trabajo!
Contábamos con una ventaja que teníamos que saber aprovechar: acá, para empezar, no necesitamos fabricar senderos nuevos. El parque está todo cubierto de huellas y caminos anchos, lo que es una ventaja en un inicio, pero nos planteaba el desafío de abrir circuitos que fueran variados, extender 25 o 30 kilómetros de pedaleo sobre terrenos poco exigente y aun así lograr entretener a los amantes de la bicicleta.
Subimos a la camioneta y dimos vueltas, vueltas y más vueltas iterando. Pasamos horas primero y días después rastrillando una y otra vez los mismos caminos. Los “viejos”, como se les llama a la gente que opera el campo, nos miraban pasar una y otra vez, para un lado y para el otro, me imagino con la lógica suposición de que “los santiaguinos están mal de la cabeza”… y probablemente tienen razón, ¡eso solo Dios lo sabe!
La segunda etapa consistió en pedirle ayuda a Google Maps y comenzar a dibujar sobre las fotos satelitales distintos circuitos de distintas exigencias físicas, pero cuidando que fueran en términos de paisaje lo más atractivos y variado posibles. Para ello, parecerá cómico, pero había vueltas que hacían giros que en vez de avanzar objetivamente en una dirección, hacían unos loops que después de hacerte avanzar kilómetros, te hacían pasar a 200 metros del punto de partida.
La tercera etapa, que es en la que estamos ahora, es invitar algunos amigos a que prueben nuestra propuesta, sugieran, la critiquen libremente y para mirarles la cara una vez que termine el día.
Amigos: se nos vienen los calores, las vacaciones, el verano y las ganas de salir de nuestras cuevas a respirar aire puro y a gozar de la naturaleza. Los invito a quienes van ir a la “Quinta Costa”, en la Provincia de San Antonio y quieran pasar una mañana o un atardecer haciendo deporte, lleven sus biciclos y acérquense al Tricao. Pasarán un rato realmente bueno, en familia o entre amigos.